Cuando un inversor adquiría pagarés de Nueva Rumasa por importe de...
al menos 50.000 euros como es sabido cegado por las rentabilidades del 10 y del 12% a 2 años. al poco tiempo recibia una carta de Don José Maria en la que le daba las gracias y terminaba incluyendo la frase "que Dios se lo pague"

Parece mentira, pero es verdad. Aquella frase de marras que cualquier incauto atribuia tan solo al caracter religioso del magnate, fue fatalmente premonitoria,