Bruselas, 28 jun (EFE).- España e Italia han puesto hoy una reserva sobre el pacto para el crecimiento que prevén aprobar los líderes de la UE hasta que haya un acuerdo sobre medidas a corto plazo para estabilizar los mercados financieros.
Los dos países, que llegaron a la cumbre insistiendo en que se tomen medidas para solucionar sus problemas de financiación en los mercados, plantearon hoy que no se apruebe el pacto hasta que se acuerden acciones que atiendan estos problemas, dijeron fuentes de esos dos países.
"Hay dos países que insisten en que haya un acuerdo sobre medidas a corto y largo plazo. Pero la discusión no está bloqueada, la discusión continúa", afirmó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en una conferencia de prensa.
Según fuentes de La Moncloa, ambos países están de acuerdo con las acciones para fomentar el crecimiento, pero consideran que para que "la respuesta del Consejo sea realmente creíble, sea la que se está esperando, tiene que ser completa" y "no se puede quedar coja".
Para "que alguien se crea realmente que puede haber crecimiento, hay que arreglar un problema que hay ahora mismo tremendo, que es el de la sostenibilidad de la deuda", han insistido.
Fuentes italianas, en la misma línea, han asegurado que el paquete se adoptará finalmente -pues hay un acuerdo sobre el fondo-, pero han insistido en que debe incluir acciones para afrontar "el problema de la inestabilidad a corto plazo".
"En concreto, el problema de la prima de riesgo", han indicado.
Italia, según las fuentes, defiende "una respuesta eficaz que tenga un efecto inmediato y dé estabilidad a los mercados".
"Nada se va a acordar hasta que todo se acuerde", han recalcado.
Una fuente comunitaria, mientras, ha rebajado la importancia del movimiento y ha asegurado que se trata de una "exageración".
"Sería un movimiento un poco maquiavélico y no creo que sean tan maquiavélicos", ha señalado esa fuente europea.
Ha recordado, además, que no resultaría muy creíble tratar de tomar como rehén un texto "que ni siquiera es vinculante" reclamando "miles de millones en intervención en los mercados secundarios".
España e Italia han aprovechado la presencia de un capítulo sobre "estabilidad financiera" en el texto del pacto para insistir en su demanda.
Van Rompuy, en su rueda de prensa, ha recordado que los líderes continuarán durante las próximas horas -hoy y mañana- con sus discusiones, centradas a partir de ahora en esas medidas urgentes que reclaman España e Italia y en la reforma a largo plazo de la eurozona.
"Las medidas a corto plazo, que son medidas vinculadas a la situación en los mercados, las discutiremos a diecisiete, en otro marco", ha dicho el presidente del Consejo Europeo.
Los líderes de la zona euro tienen previsto mantener mañana un almuerzo de trabajo para gestionar los asuntos relacionados específicamente con la moneda única.
Las delegaciones de esos países discuten hoy las posibles medidas a adoptar, entre las que figura una compra de deuda soberana de los países en apuros por parte de los fondos europeos de rescate, la posible recapitalización directa de los bancos con problemas y la revisión del estatus de acreedor preferente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
Los dos países, que llegaron a la cumbre insistiendo en que se tomen medidas para solucionar sus problemas de financiación en los mercados, plantearon hoy que no se apruebe el pacto hasta que se acuerden acciones que atiendan estos problemas, dijeron fuentes de esos dos países.
"Hay dos países que insisten en que haya un acuerdo sobre medidas a corto y largo plazo. Pero la discusión no está bloqueada, la discusión continúa", afirmó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en una conferencia de prensa.
Según fuentes de La Moncloa, ambos países están de acuerdo con las acciones para fomentar el crecimiento, pero consideran que para que "la respuesta del Consejo sea realmente creíble, sea la que se está esperando, tiene que ser completa" y "no se puede quedar coja".
Para "que alguien se crea realmente que puede haber crecimiento, hay que arreglar un problema que hay ahora mismo tremendo, que es el de la sostenibilidad de la deuda", han insistido.
Fuentes italianas, en la misma línea, han asegurado que el paquete se adoptará finalmente -pues hay un acuerdo sobre el fondo-, pero han insistido en que debe incluir acciones para afrontar "el problema de la inestabilidad a corto plazo".
"En concreto, el problema de la prima de riesgo", han indicado.
Italia, según las fuentes, defiende "una respuesta eficaz que tenga un efecto inmediato y dé estabilidad a los mercados".
"Nada se va a acordar hasta que todo se acuerde", han recalcado.
Una fuente comunitaria, mientras, ha rebajado la importancia del movimiento y ha asegurado que se trata de una "exageración".
"Sería un movimiento un poco maquiavélico y no creo que sean tan maquiavélicos", ha señalado esa fuente europea.
Ha recordado, además, que no resultaría muy creíble tratar de tomar como rehén un texto "que ni siquiera es vinculante" reclamando "miles de millones en intervención en los mercados secundarios".
España e Italia han aprovechado la presencia de un capítulo sobre "estabilidad financiera" en el texto del pacto para insistir en su demanda.
Van Rompuy, en su rueda de prensa, ha recordado que los líderes continuarán durante las próximas horas -hoy y mañana- con sus discusiones, centradas a partir de ahora en esas medidas urgentes que reclaman España e Italia y en la reforma a largo plazo de la eurozona.
"Las medidas a corto plazo, que son medidas vinculadas a la situación en los mercados, las discutiremos a diecisiete, en otro marco", ha dicho el presidente del Consejo Europeo.
Los líderes de la zona euro tienen previsto mantener mañana un almuerzo de trabajo para gestionar los asuntos relacionados específicamente con la moneda única.
Las delegaciones de esos países discuten hoy las posibles medidas a adoptar, entre las que figura una compra de deuda soberana de los países en apuros por parte de los fondos europeos de rescate, la posible recapitalización directa de los bancos con problemas y la revisión del estatus de acreedor preferente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).