Y el mal llamado Gobierno con su Presidente al frente tratando por todos los medios de insuflarnos optimismo, como si con el optimismo se comiera. Ellos serán todo lo optimistas que quieran y tendrán razón para ello, les va como nunca ha ido jamás a político alguno; sus carteras están bien llenas, sus cuentas en el extranjero están seguras, sus inversiones en Sudamérica, Marruecos y otros sitios le asegura un futuro inmejorable para ellos y sus parientes, descencientes, ascendientes y colaterales. Mejor no les puede pintar. Y si, en tanto, los españoles se ven mendigando, no tiene importancia.