No se desanime. Le aseguro que la crisis aún no ha terminado.
Eso es lo que quieren hacernos creer, pero mientras tengan en sus manos la patata caliente de un millón de inmuebles que vender, les va a resultar difícil colarnos la bacalá.
Tarde o temprano los precios de las viviendas deberán acompasarse con los precios de los demás bienes de consumo, y a eso es a lo que pretenden resistirse.
Mi opinión es que mientras más tarden en "normalizar" los precios del ladrillo, más se prolongará la crisis. Para ralentizar o controlar la caída de los precios se han inventado lo que han venido a llamar el "BANCO MALO", que no es, nada más y nada menos, que delegar en el Gobierno la responsabilidad de solventar el descuadre de las cuentas de los especuladores del ladrillo.
Quizá, si el Gobierno hubiese funcionado como Dios manda, no se habría llegado a la situación penosa que tenemos. Ahora, los políticos se encuentran maniatados, sin un euro que llevarse al bolsillo, y con cara de no creerse lo que les está cayendo encima.
No desespere, ánimo, que los pisitos seguirán bajando unos cuantos años. Eso sí, menos años cuantos más impuestos nos caigan encima.
Saludos.
Eso es lo que quieren hacernos creer, pero mientras tengan en sus manos la patata caliente de un millón de inmuebles que vender, les va a resultar difícil colarnos la bacalá.
Tarde o temprano los precios de las viviendas deberán acompasarse con los precios de los demás bienes de consumo, y a eso es a lo que pretenden resistirse.
Mi opinión es que mientras más tarden en "normalizar" los precios del ladrillo, más se prolongará la crisis. Para ralentizar o controlar la caída de los precios se han inventado lo que han venido a llamar el "BANCO MALO", que no es, nada más y nada menos, que delegar en el Gobierno la responsabilidad de solventar el descuadre de las cuentas de los especuladores del ladrillo.
Quizá, si el Gobierno hubiese funcionado como Dios manda, no se habría llegado a la situación penosa que tenemos. Ahora, los políticos se encuentran maniatados, sin un euro que llevarse al bolsillo, y con cara de no creerse lo que les está cayendo encima.
No desespere, ánimo, que los pisitos seguirán bajando unos cuantos años. Eso sí, menos años cuantos más impuestos nos caigan encima.
Saludos.