DÍA -23 -10 – 2022:
EL PASO DE LAS OVEJAS:
Hoy la Cibeles ha sido testigo de la gran cantidad de personas que hemos estado viendo pasar el ganado, se notaba los niños que no eran de pueblo, la ilusión que les hacía, los pequeños que estaban a mi lado, cuando las ovejas pasaban a su lado, daban saltos de alegría, le preguntaban a su padre si podían tocarlas, a mis nietos a pesar de que van mucho al pueblo y por tanto las conocen muy bien, les ha hecho mucha ilusión, esto me ha traído los recuerdos de mi infancia, por entonces en los pueblos casi todos los vecinos teníamos una oveja o cabra en casa, porque era la única forma de tomar leche por las mañanas, se las llevaba el pastor al campo y las devolvía al anochecer, pues no todos podíamos desayunar con leche,
Por entonces eran tiempos difíciles, y en las familias con más de un hijo la leche no llegaba para todos, las madres para que todos tomaran algo caliente, le ponían agua, con lo cual el alimento era muy deficiente, el único que tomaba leche sin agua era el pastor, y su familia porque antes de entregarlas las sacaba un poco a cada una, eso se sabía pero nada se podía hacer, pero era compresible, ese hombre era muy poco lo que ganaba, la verdad es que era un trabajo muy duro, no libraban ningún día, y todo el día estaban fuera de su casa. Al final nadie se quiso hacer cargo de las ovejas y cabras, poco a poco fueron desapareciendo, hoy he tenido la oportunidad de verlas y me lo he pasado muy bien, por el ambiente que había, es cierto lo que sé dice que las cosas bonitas las hacen las personas.
ROSARIO FAJARDO BLANCO
EL PASO DE LAS OVEJAS:
Hoy la Cibeles ha sido testigo de la gran cantidad de personas que hemos estado viendo pasar el ganado, se notaba los niños que no eran de pueblo, la ilusión que les hacía, los pequeños que estaban a mi lado, cuando las ovejas pasaban a su lado, daban saltos de alegría, le preguntaban a su padre si podían tocarlas, a mis nietos a pesar de que van mucho al pueblo y por tanto las conocen muy bien, les ha hecho mucha ilusión, esto me ha traído los recuerdos de mi infancia, por entonces en los pueblos casi todos los vecinos teníamos una oveja o cabra en casa, porque era la única forma de tomar leche por las mañanas, se las llevaba el pastor al campo y las devolvía al anochecer, pues no todos podíamos desayunar con leche,
Por entonces eran tiempos difíciles, y en las familias con más de un hijo la leche no llegaba para todos, las madres para que todos tomaran algo caliente, le ponían agua, con lo cual el alimento era muy deficiente, el único que tomaba leche sin agua era el pastor, y su familia porque antes de entregarlas las sacaba un poco a cada una, eso se sabía pero nada se podía hacer, pero era compresible, ese hombre era muy poco lo que ganaba, la verdad es que era un trabajo muy duro, no libraban ningún día, y todo el día estaban fuera de su casa. Al final nadie se quiso hacer cargo de las ovejas y cabras, poco a poco fueron desapareciendo, hoy he tenido la oportunidad de verlas y me lo he pasado muy bien, por el ambiente que había, es cierto lo que sé dice que las cosas bonitas las hacen las personas.
ROSARIO FAJARDO BLANCO