A punto de cerrar veo tu respuesta, ciudadana. Te agradezco esta intervención. Pero, ¿Puedes decirme en qué derecho fundamental está prohibido enseñar religión en las aulas? ¿No es la religión una dimensión humana de la persona para los creyentes?
Aclaremos lo que significa ACONFESIONAL. Significa que un Estado no está dependiendo de ninguna religión en su organización. Inglaterra es confesional, los países árabes, son confesionales, España es aconfesional, es decir no es confesional. Por tanto, la legislación no depende de ninguna religión: ni católica judía… Se aconfesional tampoco significa ser contrario a la religión. Al contrario, debe ser respetuoso con todas las filosofías, religiones, ideologías, etc. No sólo tolerándolas, sino apoyándolas para que puedan realizar sus aspiraciones y proyectos. TEMO MUCHO la pretensión de introducir en España el laicismo, porque, aunque los socialistas no lo sepan, o no lo quieran saber, o se lo callen, es una forma de confesionalidad que excluye a su contraria (confiesan que son ateos o agnósticos). Donde se organiza el laicismo no puede entrar otra confesión. Porque es excluyente. De hecho es a lo que tienden los socialistas, a desterrar la Iglesia. Ellos deberán explicar por qué pueden campar por sus anchas los laicistas y no los católicos. Por qué se concede el grado de derecho a una manifestación directamente ofensiva contra la Iglesia católica. ¿Es que ofender directamente a alguna persona o grupo es también un derecho? Podríamos organizar una manifestación para ofender a los socialistas o a los musulmanes? Otra cosa es el derecho a manifestarse públicamente, como ateos, hacer campañas ateas, etc., pero sin que su intención sea ofender a los creyentes, como no se debe permitir hacer manifestaciones de burla a los homosexuales o a los que llevan bigote. En un estado aconfesional debe haber lugar amplio para los laicos, los ateos, etc., y deben sentirse protegidos, amparados por las leyes y las disposiciones. Pero también cualquier para otra confesionalidad.
Una cosa comparto contigo, que en la escuela no se dé catequesis (lo adivino por tu expresión aunque no lo afirmas expresamente), pero no comparto que no se pueda aprender una religión, máxime la católica en España que desde siglos inmemoriales forma parte –se quiera o no- de nuestras raíces culturales. Eso no va en detrimento de nada. Al contrario, estudiar las propias raíces es una exigencia de una persona culta.
Conoces la carta del socialista ateo francés D. Jean Jaurés, diputado por el Partido Obrero Francés (entre los años 1889 y 1898), y que en 1905 fundó la Sección Francesa de la Internacional Obrera? Comienza así: < Querido hijo, me pides un justificante que te exima de cursar la religión,…… Este justificante, querido hijo, no te lo envío ni te lo enviaré jamás.
……. Dejemos a un lado la política y las discusiones, y veamos lo que se refiere a los conocimientos indispensables que debe tener un hombre de cierta posición. > Sigue la larga carta dando razones por la que debe asistir a la clase de religión.
Más adelante añade: < Querido hijo: convéncete de lo que te digo: muchos tienen interés en que los demás desconozcan la religión; pero todo el mundo desea conocerla. >
Luego termina con estas palabras: < Te sorprenderá esta carta, pero precisa, hijo mío, que un padre diga siempre la verdad a su hijo. Ningún compromiso podría excusarme de esa obligación. >
Lamentablemente algunos de nuestros políticos no pueden presumir ni de cultura, ni de moderación.
Respecto a la enseñanza PÚBLICA ¿Por qué no se puede explicar una materia cultural de máxima importancia? Cierto, si no hay presupuesto para dar enseñanza diferenciada, es lógico y justo que no se imponga una asignatura que no se conforma con la mayoría social de un centro. Como, por la misma razón, no se puede imponer una asignatura contra las convicciones de los creyentes.
Sigues diciendo: < Actualmente los profesores de religión los elige EL OBISPADO y los pagamos TODOS, eso es demencial, simplemente por justicia.> Estoy convencido de que cuando las falsedades se repiten mucho, calan en la mente y se asumen con toda normalidad. Tienes razón en que los profesores de religión católica los elige el obispado. Esto pertenece a los acuerdos Iglesia Estado, que siguen vigentes mientras no se reformen. Pero, además, parece lo más adecuado, como si las clases de Educación Física seleccionasen sus profesores de los que Propone la Federación Nacional de Profesores de Educación física. ¿Crees que un ministro o un alcalde estarán más preparados para designar un profesor de religión católica que un obispo? Más aún, si ese alcalde o ministro es ateo. ¿No sería demencial lo contrario? ¿Pondrías tú de profesor de matemáticas a uno cuyo máximo título es ser catador de vinos?
Otra falacia muy repetida es: “con los impuestos de todos…”. Lógico: las matemáticas son con los impuestos de todos, los viajes de los ministros y sus vacaciones son con los impuestos de todos, el desfile militar es con los impuestos de todos, las subvenciones a los sindicatos, con los impuestos de todos. La letanía es infinita. Sólo la clase de religión no puede se aceptada con los impuestos de todos.
Bien, pero te digo más. Cuando una asignatura es pedida en alto % por las familias, esas familias tienen derecho a que sus impuestos se destinen a la opción que tiene de solicitar la asignatura de religión. Lo contrario es demencial.
Estamos viviendo en un momento en que más sabe gritar o mejores altavoces tiene es el que tiene la verdad. Así se cuelan muchos sofismas y falacias, y todos, tan contentos, aplaudimos.
Aclaremos lo que significa ACONFESIONAL. Significa que un Estado no está dependiendo de ninguna religión en su organización. Inglaterra es confesional, los países árabes, son confesionales, España es aconfesional, es decir no es confesional. Por tanto, la legislación no depende de ninguna religión: ni católica judía… Se aconfesional tampoco significa ser contrario a la religión. Al contrario, debe ser respetuoso con todas las filosofías, religiones, ideologías, etc. No sólo tolerándolas, sino apoyándolas para que puedan realizar sus aspiraciones y proyectos. TEMO MUCHO la pretensión de introducir en España el laicismo, porque, aunque los socialistas no lo sepan, o no lo quieran saber, o se lo callen, es una forma de confesionalidad que excluye a su contraria (confiesan que son ateos o agnósticos). Donde se organiza el laicismo no puede entrar otra confesión. Porque es excluyente. De hecho es a lo que tienden los socialistas, a desterrar la Iglesia. Ellos deberán explicar por qué pueden campar por sus anchas los laicistas y no los católicos. Por qué se concede el grado de derecho a una manifestación directamente ofensiva contra la Iglesia católica. ¿Es que ofender directamente a alguna persona o grupo es también un derecho? Podríamos organizar una manifestación para ofender a los socialistas o a los musulmanes? Otra cosa es el derecho a manifestarse públicamente, como ateos, hacer campañas ateas, etc., pero sin que su intención sea ofender a los creyentes, como no se debe permitir hacer manifestaciones de burla a los homosexuales o a los que llevan bigote. En un estado aconfesional debe haber lugar amplio para los laicos, los ateos, etc., y deben sentirse protegidos, amparados por las leyes y las disposiciones. Pero también cualquier para otra confesionalidad.
Una cosa comparto contigo, que en la escuela no se dé catequesis (lo adivino por tu expresión aunque no lo afirmas expresamente), pero no comparto que no se pueda aprender una religión, máxime la católica en España que desde siglos inmemoriales forma parte –se quiera o no- de nuestras raíces culturales. Eso no va en detrimento de nada. Al contrario, estudiar las propias raíces es una exigencia de una persona culta.
Conoces la carta del socialista ateo francés D. Jean Jaurés, diputado por el Partido Obrero Francés (entre los años 1889 y 1898), y que en 1905 fundó la Sección Francesa de la Internacional Obrera? Comienza así: < Querido hijo, me pides un justificante que te exima de cursar la religión,…… Este justificante, querido hijo, no te lo envío ni te lo enviaré jamás.
……. Dejemos a un lado la política y las discusiones, y veamos lo que se refiere a los conocimientos indispensables que debe tener un hombre de cierta posición. > Sigue la larga carta dando razones por la que debe asistir a la clase de religión.
Más adelante añade: < Querido hijo: convéncete de lo que te digo: muchos tienen interés en que los demás desconozcan la religión; pero todo el mundo desea conocerla. >
Luego termina con estas palabras: < Te sorprenderá esta carta, pero precisa, hijo mío, que un padre diga siempre la verdad a su hijo. Ningún compromiso podría excusarme de esa obligación. >
Lamentablemente algunos de nuestros políticos no pueden presumir ni de cultura, ni de moderación.
Respecto a la enseñanza PÚBLICA ¿Por qué no se puede explicar una materia cultural de máxima importancia? Cierto, si no hay presupuesto para dar enseñanza diferenciada, es lógico y justo que no se imponga una asignatura que no se conforma con la mayoría social de un centro. Como, por la misma razón, no se puede imponer una asignatura contra las convicciones de los creyentes.
Sigues diciendo: < Actualmente los profesores de religión los elige EL OBISPADO y los pagamos TODOS, eso es demencial, simplemente por justicia.> Estoy convencido de que cuando las falsedades se repiten mucho, calan en la mente y se asumen con toda normalidad. Tienes razón en que los profesores de religión católica los elige el obispado. Esto pertenece a los acuerdos Iglesia Estado, que siguen vigentes mientras no se reformen. Pero, además, parece lo más adecuado, como si las clases de Educación Física seleccionasen sus profesores de los que Propone la Federación Nacional de Profesores de Educación física. ¿Crees que un ministro o un alcalde estarán más preparados para designar un profesor de religión católica que un obispo? Más aún, si ese alcalde o ministro es ateo. ¿No sería demencial lo contrario? ¿Pondrías tú de profesor de matemáticas a uno cuyo máximo título es ser catador de vinos?
Otra falacia muy repetida es: “con los impuestos de todos…”. Lógico: las matemáticas son con los impuestos de todos, los viajes de los ministros y sus vacaciones son con los impuestos de todos, el desfile militar es con los impuestos de todos, las subvenciones a los sindicatos, con los impuestos de todos. La letanía es infinita. Sólo la clase de religión no puede se aceptada con los impuestos de todos.
Bien, pero te digo más. Cuando una asignatura es pedida en alto % por las familias, esas familias tienen derecho a que sus impuestos se destinen a la opción que tiene de solicitar la asignatura de religión. Lo contrario es demencial.
Estamos viviendo en un momento en que más sabe gritar o mejores altavoces tiene es el que tiene la verdad. Así se cuelan muchos sofismas y falacias, y todos, tan contentos, aplaudimos.