Se mire como se mire, hoy en día, con toda la información y los medios a nuestro fácil alcance: tanto de preservativos (masculinos y femeninos) como la mal llamada pildora del día después, tener que recurrir al aborto (sin juzgar las motivaciones de cualquier tipo ya sean religiosas, morales, sociales, éticas, económicas, etc) resulta ser un total y absoluto FRACASO tanto personal como social.