Quiero expresar mi rechazo a las críticas y peticiones de dimisiones hechas hacia el colectivo que participo en el acto de apoyo al juez Garzón.
Doy por supuesto que en un país democrático, la libertad de pensamiento y de expresión son valores fundamentales que garantizan la solvencia de ese sistema, para alejarlo del autoritarismo y hacer que prevalezca el Estado de derecho. Cuando esos valores se pierden, en el horizonte de ese país aparecen nubarrones que ensombrecen cualquier posibilidad de credibilidad del mismo y se comienza a intuir un panorama de represión ideológica muy peligroso.
Con ello, y recuperando los momentos más oscuros de épocas que deberían estar superadas, se opta por "matar" al mensajero que denuncia una situación de flagrante violación y desconocimiento de los derechos humanos de miles de ciudadanos, en vez de poner los medios para remediarla, o denunciar la omisión
Parece claro que la acción del tribunal, que quiere cargarse de un plumazo al Garzón, es un ejemplo de debilidad interna, y que no conduce más que a la demostración de que la razón de la fuerza se ha impuesto por encima de la fuerza de la razón, además de la venganza y el resentimiento a si como una buena dosis de envidia se deja intuir en esta actuación.
Es así mismo llamativo que a esta postura, antes que criticarla, se hayan sumado ciertos políticos que se presume sean democráticos.
Por ello mi solidaridad con el juez Garzón
Un juez, el juez Garzón un adalid con la causa universal por los derechos humanos y con la rectitud jurídica y moral que lo han caracterizado por igual frente a Gobiernos de izquierda como de derecha.
Doy por supuesto que en un país democrático, la libertad de pensamiento y de expresión son valores fundamentales que garantizan la solvencia de ese sistema, para alejarlo del autoritarismo y hacer que prevalezca el Estado de derecho. Cuando esos valores se pierden, en el horizonte de ese país aparecen nubarrones que ensombrecen cualquier posibilidad de credibilidad del mismo y se comienza a intuir un panorama de represión ideológica muy peligroso.
Con ello, y recuperando los momentos más oscuros de épocas que deberían estar superadas, se opta por "matar" al mensajero que denuncia una situación de flagrante violación y desconocimiento de los derechos humanos de miles de ciudadanos, en vez de poner los medios para remediarla, o denunciar la omisión
Parece claro que la acción del tribunal, que quiere cargarse de un plumazo al Garzón, es un ejemplo de debilidad interna, y que no conduce más que a la demostración de que la razón de la fuerza se ha impuesto por encima de la fuerza de la razón, además de la venganza y el resentimiento a si como una buena dosis de envidia se deja intuir en esta actuación.
Es así mismo llamativo que a esta postura, antes que criticarla, se hayan sumado ciertos políticos que se presume sean democráticos.
Por ello mi solidaridad con el juez Garzón
Un juez, el juez Garzón un adalid con la causa universal por los derechos humanos y con la rectitud jurídica y moral que lo han caracterizado por igual frente a Gobiernos de izquierda como de derecha.