La actuación del juez Varela en el asunto del juez Garzón es insostenible, comprobado que actuó como juez y parte al asesorar a una de ellas como presentar su denuncia y ser esta casi una copia milimétrica de la presentada por el mismo Varela, no le ha quedado mas remedio que apartarse del caso.
Pero ha quedado demostrado que no es un asunto de justicia y si una vendetta entre algunos jueces, su comportamiento sí que está deteriorando la credibilidad en la justicia, esto es lo que hace daño y no las manifestaciones públicas, el problema es cuando esas manifestaciones reflejan la realidad, la manipulación de la justicia en beneficio de intereses espurios que en nada tienen que ver con la verdadera justicia.
Las familias de las víctimas del franquismo, que quieren recuperar sus muertos confiaban en el juez Garzón
Garzón es el vehículo de las familias que llevan años reclamando ese derecho. Hubo una amnistía en el año 1977, pero sabemos que los crímenes contra la Humanidad están por encima de cualquier amnistía. Sabemos también que los crímenes contra la Humanidad no prescriben. España sufrió una tragedia colectiva que no puede ocultarse por más tiempo. Hay diversas fuentes sobre los desaparecidos; unas estiman que fueron más de 130.000, otras suben la cifra a 150.000, de cualquier forma fueron muchas, muchísimas las personas desaparecidas y sus familias intentan recuperar sus restos; están en su derecho. La Corte Penal Internacional dictamina que la persecución colectiva por motivos políticos son crímenes contra la humanidad. El Franquismo cometió crímenes de forma generalizada contra la población civil por motivos políticos; intentó arrancar de cuajo todo lo que recordase a la República, deportó, exterminó y privó de libertad a cuantos no pensaran como ellos. La dictadura quiso arrancar cualquier signo diferenciador.
Esperemos que la cordura se imponga. Esperemos que el juez Garzón pueda hacer el trabajo que los familiares de las víctimas del Franquismo le han encomendado. Otros países lo han hecho y el nuestro también debe hacerlo. De no ser así, estaríamos ante la impunidad fragante de una etapa de nuestra historia donde fueron violados sistemáticamente los Derechos Humanos.
Pero ha quedado demostrado que no es un asunto de justicia y si una vendetta entre algunos jueces, su comportamiento sí que está deteriorando la credibilidad en la justicia, esto es lo que hace daño y no las manifestaciones públicas, el problema es cuando esas manifestaciones reflejan la realidad, la manipulación de la justicia en beneficio de intereses espurios que en nada tienen que ver con la verdadera justicia.
Las familias de las víctimas del franquismo, que quieren recuperar sus muertos confiaban en el juez Garzón
Garzón es el vehículo de las familias que llevan años reclamando ese derecho. Hubo una amnistía en el año 1977, pero sabemos que los crímenes contra la Humanidad están por encima de cualquier amnistía. Sabemos también que los crímenes contra la Humanidad no prescriben. España sufrió una tragedia colectiva que no puede ocultarse por más tiempo. Hay diversas fuentes sobre los desaparecidos; unas estiman que fueron más de 130.000, otras suben la cifra a 150.000, de cualquier forma fueron muchas, muchísimas las personas desaparecidas y sus familias intentan recuperar sus restos; están en su derecho. La Corte Penal Internacional dictamina que la persecución colectiva por motivos políticos son crímenes contra la humanidad. El Franquismo cometió crímenes de forma generalizada contra la población civil por motivos políticos; intentó arrancar de cuajo todo lo que recordase a la República, deportó, exterminó y privó de libertad a cuantos no pensaran como ellos. La dictadura quiso arrancar cualquier signo diferenciador.
Esperemos que la cordura se imponga. Esperemos que el juez Garzón pueda hacer el trabajo que los familiares de las víctimas del Franquismo le han encomendado. Otros países lo han hecho y el nuestro también debe hacerlo. De no ser así, estaríamos ante la impunidad fragante de una etapa de nuestra historia donde fueron violados sistemáticamente los Derechos Humanos.