Es una pena observar que en este pais, nuestro, tan querido, haya tanta incultura, tanta insensatez y tanto odio. La justicia ha sentado en el banquillo a un juez, por muy ilustre que sea, porque ha hecho motivos para ello. Y lo que no se puede admitir es que haya compatriotas que se manifiestan en contra de esta medida, simplemente porque consideran que esto es un linchamiento político. La justicia es imparcial, debe serlo, totalmente, y los ciudadanos hemos de acatar las decisiones de la misma, con respeto y con satisfacción, porque ella vela por el cumplimiento de las leyes que nos protejen a todos. Y a ver cuando nos olvidamos, totalmente, de la Guerra Civil, cuando acatamos, definitivamente, aquella reconciliación de la transición, que todos sellamos y que nos ha permitido vivir un periodo democtrático en nuestro país de 30 años. Luchemos por esa democracia, auténtica, luchemos todos unidos por España y por nuestro futuro, luchemos para salir de esta tremenda crisis, y codo con codo, como hermanos, seamos capaces de auyetar los odios y fomentar el respeto, ayuda mutua y un poquito de amor.