. Fieles en la misa en el
Valle de los Caídos,
Miles y miles de personas acudieron ayer a la llamada de la fe en el Valle de los Caídos. Nunca se había visto nada igual. No importó el frío (5 grados), ni la lluvia, ni la niebla... Una marabunta humana decidió levantarse pronto de la cama y desplazarse hasta El Escorial para demostrar, con su presencia, su rechazo a la —presunta— intención del
Gobierno de cerrar la basílica de Cuelgamuros. La riada de gente cogió por sorpresa a todo el mundo. A Patrimonio, a la Delegación del Gobierno, a Tráfico e, incluso, a la propia comunidad benedictina. No pudo resumirlo mejor un
hombre que acudía con su
mujer y sus tres hijos, nada más concluir la ceremonia