Sacas y fusilamientos en Paracuellos del Jarama
Las sacas se sucedían a velocidades vertiginosas. La primera, como hemos mencionado, tuvo lugar el 7 de noviembre. La segunda, del 8 al 17 de noviembre y a partir de aquí ya fueron verdaderas oleadas de sacas con los correspondientes asesinatos. Todo ello, bajo el mando y la responsabilidad del genocida Carrillo, durando estos asesinatos hasta que fue nombrado director de Prisiones, Melchor Rodríguez, quien prohibió terminantemente las sacas realizadas, expulsando de las cárceles a los milicianos de Vigilancia de la Retaguardia.
La última saca realizada por Segundo Serrano Poncela, inmediato subordinado de Carrillo, tuvo lugar el 3 de diciembre de 1936. Con la llegada de Melchor Rodríguez la carrera represiva de Carrillo y sus colaboradores sufrió un golpe de muerte. Santiago Carrillo, limitado en el ejercicio de sus funciones represoras, abandonó la Junta de Defensa a finales de diciembre de 1936, sustituyéndole José Cazorla.
El 1 de marzo de 1937, el anarquista Melchor Rodríguez, llamado “el ángel rojo”, fue destituido de su cargo de delegado general de Prisiones de Madrid.
Las sacas se sucedían a velocidades vertiginosas. La primera, como hemos mencionado, tuvo lugar el 7 de noviembre. La segunda, del 8 al 17 de noviembre y a partir de aquí ya fueron verdaderas oleadas de sacas con los correspondientes asesinatos. Todo ello, bajo el mando y la responsabilidad del genocida Carrillo, durando estos asesinatos hasta que fue nombrado director de Prisiones, Melchor Rodríguez, quien prohibió terminantemente las sacas realizadas, expulsando de las cárceles a los milicianos de Vigilancia de la Retaguardia.
La última saca realizada por Segundo Serrano Poncela, inmediato subordinado de Carrillo, tuvo lugar el 3 de diciembre de 1936. Con la llegada de Melchor Rodríguez la carrera represiva de Carrillo y sus colaboradores sufrió un golpe de muerte. Santiago Carrillo, limitado en el ejercicio de sus funciones represoras, abandonó la Junta de Defensa a finales de diciembre de 1936, sustituyéndole José Cazorla.
El 1 de marzo de 1937, el anarquista Melchor Rodríguez, llamado “el ángel rojo”, fue destituido de su cargo de delegado general de Prisiones de Madrid.