Magnífico mensaje Fernando, con una conclusión principal,...

Al que no da la cara. No le falta a usted razón. Pero no cargue contra la emigración la delincuencia. Cargue la delincuencia en el haber de la pobreza.
Cuando la emigración fue de puertas para dentro, allá por los años sesenta la delincuencia corría a cargo de Andaluces Extremeños y Gallegos que llegabamos a quitar el trabajo a Vascos, y Catalanes, y foráneos ya asentados. Nos establecíamos en casa y barrios que dejaban los trabajadores que iban progresando. Más tarde esta infravivienda a sido ocupada por los gitanos.
Ni que decir tiene que en estos barrios la delincuencia era superior al resto de la ciudad. Es decir el ciudadano cuando va progresando busca una mejor casa, y estas no se construyen en los barrios pobres con lo cual la separación por clases es evidente.
Tampoco ayuda que los ayuntamientos se olviden de mantener limpios ésos barrios. Dese usted una vuelta por un barrio pobre de Madrid y vea como estan sus calles y vea como están en un barrio rico.
Esto de la limpieza es muy importante porque las viviendas se devalúan, y hace que aumente el pobrerío en la zona y por consiguiente la delincuencia.
La delincuencia de baja intensidad TIENE QUE VER CON LA POBREZA. Hay emigrantes de alto nivel que se les acoge con mucho gusto. Hay delincuentes, por ejemplo traficantes de armas o drogas que viven, en mansiones donde no molestan a los pobres y son bien aceptados por la opulencia.
De siempre el delincuente es el pobre. Gitano. Moro. Negro o Blanco. Pero pobre. Estos colores destiñen de inmediato si son ricos.
Y en fin esta miseria social la sufrimos quienes vivimos en estas zonas de pobres, porque nuestra economía no nos ha dado para tener vivienda en otra parte de la ciudad.
Llevo muchos años viviendo en un pueblo que creció con la emigración interior y su población va en descenso. Parece que con la emigración foránea ha revivido algo. Veo a diario salir a los niños de una escuela que tengo frente a mi casa. Esta escuela llevaba cerrada unos cuantos años por falta de niños, y la emigración ha hecho necesario abrirla. Veo salir a niños de todos los colores bulliciosos y contentos, la discriminación no va con ellos. Veo a jóvenes madres tapadas de los pies a la cabeza hablando tranquilamente con otras exuberantes jóvenes negras o hispanas que muestran sus encantos sin problemas. Y veo que estos niños son el mañana, no hay otros. Estos trabajaran para labrarse un porvenir y lucharan por mantenerlo.
Pese a quien pese ellos hoy son soldados en las fuerzas armadas y mañana serán sus generales. Y seguramente que tendrán los mismos problemas con la delincuencia que nace en la pobreza.
De verdad que cuando veo salir a estos niños, recuerdo los versos de Machado ¡Al salir en desorden de la escuela llenan el aire de la plaza en sombra con la algazara de sus voces nuevas! No les estropeemos la fiesta.
Reconozco que el ayuntamiento está haciendo una muy buena politica de integración. No queda otra, mucho tiene que cambiar el mundo para cortar ese flujo migratorio que tiene como beneficiario a los ricos.
Y si colega esta delincuencia de baja intensidad es problema entre pobres en sus opulentos barrios no la tienen. Pero no caigamos en la trampa de caer en la guerra de los pobres. Hay que apuntar para arriba. O se ayuda a los países que generan la emigración o se arregla desde dentro. Y esto se resume en DINERO los ricos tienen que aflojar la faltriquera pero no interesa a ellos no los afecta.
Y que conste que los que vienen no son ni los mas pobres ni los mas tontos.

Magnífico mensaje Fernando, con una conclusión principal, la pobreza, es lo que separa a unos y otros.
No hay delincuencia en los ricos, ni raza, ni color el dinero todo lo puede y abre casi todas las puertas.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
El presunto Pacto Fiscal para Cataluña, es un claro ejemplo del precio que está pagando, el Gobierno Central, para seguir controlando España.
Tampoco es para exagerar que ha dicho para ese magnifico
los que entran tendran de todo mas malo que bueno las personas
tiradas por las calles sin un destino fijo son un problema.