Si estamos a la orilla de un río y no vamos a beber de él, debemos dejar que el agua siga su curso hasta que llegue a aquellos que sí la necesitan o quieren beber de ella. Si no, no haremos más que poner impedimentos a que el agua llegue allá donde debe; es decir, AGUA QUE NO HAS DE BEBER, PUES DÉJALA CORRER.
saludos
saludos