LOS TEBEOS...

LOS TEBEOS
Este título a a juventud de hoy día les puede parecer un partido político, una organización internacional o un sindicato, pero a ningún adolescente de hoy se le ocurriría pensar que esto en nuestra infancia era la biblioteca de la que recibíamos nuestros conocimientos sociales, deportivos y hasta eróticos, y el libro que nos hacia pasar los mejores ratos de aquella censurada y recatada existencia de la que teníamos que seguir padeciendo y hasta sufriendo una educación basada en el castigo y en la ocultación de todo aquello que pudiese despertar nuestros intereses políticos, sociales y sexuales.

Pues si el tebeo era un comic español que contaba historietas, a modo de viñetas que iban sacando de boca de los personajes el texto encerrado en un recuadro. Esta forma de lectura tenía, colorido, imágenes, dibujos en sus viñetas que hacían que su lectura fuese totalmente distinta a la de los libros de texto, los de aventuras, o las novelas, todos ellos tenían un formato poco atractivo, la fría y simple presencia de las palabras y de las letras, encaminadas unas detrás de otras,. página a página, con una apariencia monótona e interminable que te invitaba a cerrar el libro más que seguir leyéndolo hasta el final.

El tebeo era corto, encerraba historietas y episodios todos ellos atractivos para aquel tipo de lector te ofrecían un final inmediato, normalmente feliz y triunfando el bien sobre el mal, el bueno sobre el malo, la bondad, honestidad, la educación, el respeto a los mayores, y un exceso de valores, todos ellos ficticios, que de alguna manera iban preparando a seres poco protestantes, acomodaticios, conscientes de que la sociedad exigía de ellos mucho sacrificio y mucha generosidad. No era lo ideal, logicamente, pero a nosotros nos lo parecía de ahí que durante mucho tiempo tratábamos de ponerlos en práctica y de respetarlos.

Había tebeos de muy distintas historias: de aventuras, del oeste, de cuentos, de humor y hasta de amor, para que unos y otros, niños y niñas, y también muchos mayores, rellenasen sus horas de asueto, ya que no existía la televisión, sintiéndose un conquistador, un Boberto Alcazar un gran jefe indio o una princesita enamorada.

Esta era una educación adulterada, producto de un régimen dictatorial, los niños y las niñas iban separados a clase, hacían unos juegos que nunca compartían, las libertades estaban siendo cercenadas y no era ni mucho menos la mejor educación, pero eran tiempos muy difíciles, habíamos salido de una guerra que nunca debió existir, había hambre, y miseria en todo el país, había luto en el cuerpo y en el alma y tal vez, en aquellos momentos era,´necesario trabajar juntos, luchar juntos, por recuperar poco a poco todo lo perdido, incluidas las libertades y esa fue, aunque no nos gustara, la educación que nos tocó vivir.

Gracias a Dios llegaron todas esas libertades, ya no hay censuras ni tapujos, ahora los jóvenes son libres y su vida, su trabajo, sus ideas y sus amores lo deciden ellos, como debe ser, pero lo que si noto yo de esta nueva educación es que permite disfrutar de todos los derechos pero tal vez no obligue a nadie a cumplir con sus deberes. Y los derechos se consiguen con el cumplimiento de los deberes.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
MANUEL LARA LEMUS. Los tebeos en tiempos de la dictadura eran la salsa de la infancia y juventud. Por supuesto que tenia que pasar una licencia tanto civil como eclesiástica. Pero era lo que había. Muchos tebeos pasaron por mi mano. Tanto es así que todavía conservo encuadernada toda la colección del GUERRERO DEL ANTIFAZ. También tengo casi al completo la de Roberto Alcázar y Pedrín. Existían muchas colecciones: La del Jabato. El Capitán Trueno. La pandilla de los siete. Hazañas Bélicas. El Pequeño ... (ver texto completo)