LA PLAYA...

LA PLAYA

Llevamos ya muchos días, después de las vacaciones de Semana Santa, que está haciendo un tiempo por aquí más veraniego que primaveral. Y nosotros que somos unos enamorados de la playa y del sol, ya hace dos semanas que lo estamos disfrutando.

Tiene Estepona unas playas muy amplias, muy llanas, y muy bien cuidadas, aproximadamente unos 15 kms, que permiten disfrutar del baño con mucha tranquilidad pues aquí los agobios y estrecheces no se producen en todo el verano, ni siquiera en los meses más masivos de Julio y Agosto.

Nosotros tenemos una reunión de amigos en la que abundan las viudas y somos un total de una docena de personas que coincidimos y nos reunimos casi a diario en la arena y solemos estar bañándonos desde ahora hasta Noviembre e incluso Diciembre, hubo un año, concretamente el 2011 que estuvimos en la playa hasta el día 14 de Diciembre.

Aquí con las proximidades del estrecho y del Atlántico hay dos cosas que a tener en cuenta, los vientos y la temperatura del agua. Los vientos levante o poniente los capeamos bien porque los días que soplan buscamos los lugares idóneos para esquivarlos, lo de la temperatura del agua es más complicado porque cuando es levante está más templada pero más sucia y cuando el poniente, o sea que el agua viene del Atlántico el agua está más fría pero más limpia y transparente. A mi me encanta el poniente y por muy fría que esté el agua su limpieza me atrae y no puedo resistir el zambullirme en ella.

De todas las playas que hay en Estepona hay una que se llama la Playa del Cristo que tiene una pequeña bahía, casi circular, que impide que las olas lleguen la orilla y que permite, con poniente o con levante, que el agua este tranquila como si de una piscina se tratase. Es la ideal para los días en que la mar está un poco alterada.

Siempre se ha dicho”de cuarenta para arriba no te mojes la barriga” y la verdad es que yo ya voy para los 80 y no dejo de mojármela. Es muy bueno el sol para el organismo, para los huesos y el yodo del agua del mar y su temperatura son buenos para la piel y para la circulación.
Yo creo que nunca dejare de aprovechar esas ventajas hasta que me muera, empecé bañándome en la alberca del hotel, en Fuensanta, cuando tenía 7 y 8 años, y aquí en el Mediterráneo terminaré mis baños cuando Dios quiera. Si es posible que tarde mucho en acordarse de mi y que siga bañándome.