Y AHORA QUE
Cuando el fútbol, ese deporte que inventaron loa ingleses, ha llegado a comernos el coco de tal manera que los forofos del Real Madrid son enemigos totales del los del Barcelona, cuando hasta se llega a catalogar como de derechas a los madridistas y de izquierdas a los barcelonistas, cuando el Barsa se declara independentista y sus seguidores se quedan tan frescos, uno ya no sabe que pensar porque estos del balón pié no solo nos han comido el coco, nos han comido la moral, las ideas y hasta puede que ayude a los que sueñan con destruir la nación.
Todo se ha desmadrado, un futbolista cobra 80 millones de euros por su fichaje más su sueldo millonario todos los meses, más los derechos de la publicidad que pueda él hacer y eso que en pesetas podrían suponer 16,638,600,000 para el futbolista al año. (dieciseis mil seiscientos treinta, y ocho millones de las antiguas pesetas), si no me he equivocado, comparado con lo que cobra un trabajador medio que sería 14.000 €, ya me diréis si no es para mandarlos a todos los equipos a freir monas, a ellos, a los jugadores, a los directivos y dedicarnos ahora a practicar la petanca que es mucho más barata.
Porque luego sucede que al final, la liga la deciden, como este año, el Valladolid, al Málaga y el Elche que entre los tres no tienen de presupuesto lo que vale un solo jugador del Madtid o del Barcelona.
Yo nunca he sido muy futbolero pero ultimamente me había enganchado al Real Madrid, entre otras cosas, porque es el equipo de que acapara mayor número de éxitos en su historia, tanto nacionales como internacionales, y también porque por ser un equipo de la capital de España me parece a mi que representa con más fiabilidad al conjunto de los españoles. Pero al final me he convencido de que esto es simplemente un negocio que al multimillonario jugador, que hoy está aquí y mañana allá, y que nos viene de Brasil, de Portugal o de Argentina, le importa un bledo ganar o perder la liga, la champion o la copa del rey, y menos aún España. Así es que en esto me va a pasar como en la política que harto de que me engañen ya no tengo ni equipo, ni partido, y así cuando vea algo bueno, si es que lo veo, aplaudiré desde mi condición de humano nunca como forofo ni como militante, porque así, ademés, no seré de nadie seré libre.
Cuando el fútbol, ese deporte que inventaron loa ingleses, ha llegado a comernos el coco de tal manera que los forofos del Real Madrid son enemigos totales del los del Barcelona, cuando hasta se llega a catalogar como de derechas a los madridistas y de izquierdas a los barcelonistas, cuando el Barsa se declara independentista y sus seguidores se quedan tan frescos, uno ya no sabe que pensar porque estos del balón pié no solo nos han comido el coco, nos han comido la moral, las ideas y hasta puede que ayude a los que sueñan con destruir la nación.
Todo se ha desmadrado, un futbolista cobra 80 millones de euros por su fichaje más su sueldo millonario todos los meses, más los derechos de la publicidad que pueda él hacer y eso que en pesetas podrían suponer 16,638,600,000 para el futbolista al año. (dieciseis mil seiscientos treinta, y ocho millones de las antiguas pesetas), si no me he equivocado, comparado con lo que cobra un trabajador medio que sería 14.000 €, ya me diréis si no es para mandarlos a todos los equipos a freir monas, a ellos, a los jugadores, a los directivos y dedicarnos ahora a practicar la petanca que es mucho más barata.
Porque luego sucede que al final, la liga la deciden, como este año, el Valladolid, al Málaga y el Elche que entre los tres no tienen de presupuesto lo que vale un solo jugador del Madtid o del Barcelona.
Yo nunca he sido muy futbolero pero ultimamente me había enganchado al Real Madrid, entre otras cosas, porque es el equipo de que acapara mayor número de éxitos en su historia, tanto nacionales como internacionales, y también porque por ser un equipo de la capital de España me parece a mi que representa con más fiabilidad al conjunto de los españoles. Pero al final me he convencido de que esto es simplemente un negocio que al multimillonario jugador, que hoy está aquí y mañana allá, y que nos viene de Brasil, de Portugal o de Argentina, le importa un bledo ganar o perder la liga, la champion o la copa del rey, y menos aún España. Así es que en esto me va a pasar como en la política que harto de que me engañen ya no tengo ni equipo, ni partido, y así cuando vea algo bueno, si es que lo veo, aplaudiré desde mi condición de humano nunca como forofo ni como militante, porque así, ademés, no seré de nadie seré libre.