TRUJILLO
He estado hace unos días en Extremadura, tierras que quería haber conocido hace tiempo pero me había sido imposible, y he vuelto totalmente identificado con aquellas gentes y sorprendido muy gratamente de su historia, su paisaje, y su riqueza agrícola y ganadera, que han hecho que los extremeños estén saliendo de ese furgón de cola al que siempre se les había condenado y consiguiendo que su autonomía esté elevando las cotas de progreso y bienestar de todos sus habitantes. Eso unido a la gran ayuda que el turismo aporta a esta tierra tan cargada de monumentos y de historia auguran un futuro halagüeño a toda esta región.
Siempre fue esta una tierra, apartada del mar, en la que sus habitantes lo buscaron y lo recorrieron luchando por conquistar nuevas tierras y por ampliar por todo el mundo las fronteras y el dominio de su país. Tierra indiscutible de conquistadores Extremadura y el valor y la temeridad de sus hombres fueron los que nos dieron la gloria allá por las américas.
De todos ellos es el más importante fue Francisco de Pizarro González que nació en Trujillo (Cáceres) en 1478 y murió en Lima (Perú) en 1541. Este hombre era primo segundo de otro extremeño univelsal Hernán Cortés.. Picarro conquistaría el Perú, el imperio de los Incas y su primo haría lo mismo con Méjico, el imperio azteca.. Eran aquellos tiempos en los que España asombraba al mundo por su poder, su cultura y por arrojo y el valor de sus hombres.
Y hoy hemos ido a ver a Pizarro en esa maravillosa Plaza Mayor de su pueblo Tujillo, subido en su caballo triunfador, ofreciendo sus victorias y sus conquistas a todos sus paisanos y a toda España.
La estatua majestuosa junta la la Iglesia de Santa María y rodeada de palacios y de casas señoriales entre las que se encuentra, la mejor y más significativa, la casa de la familia Pizarro padres de ese valiente e ilustre conquistador. Impresionante conjunto arquitectónico que te hace retrotraer a aquellos tiempos tan gloriosos del siglo XV español.
Después un guía nos fue mostrando toda la ciudad, sus claustros, sus plazas, sus monumentos y quedamos asombrados de la conservación de aquellos edificios, de más de quinientos años, en los que se respiraba historia y en los que parecía que, en cualquier momento, iba a aparecer por alguna esquina un caballero con escudo y espada en mano o una dama de la nobleza con si cofia y sus vestidos de gala camino de la ermita del Castillo el más perfecto monumento de todos los que adornan y embellecen aquél pueblo tan noble y tan maravilloso.
España es tan rica en historia y en tradición que muchas veces ignoramos lo que tenemos en casa y nos vamos al extranjero a ver algo infinitamente peor que lo nuestro. Sería bueno conocer lo mucho y bueno que poseemos y después tal vez no nos quedaran ni ganas de ver lo que tienen los demás.
Visita Extremadura si aún no lo has hecho te va a encantar.
He estado hace unos días en Extremadura, tierras que quería haber conocido hace tiempo pero me había sido imposible, y he vuelto totalmente identificado con aquellas gentes y sorprendido muy gratamente de su historia, su paisaje, y su riqueza agrícola y ganadera, que han hecho que los extremeños estén saliendo de ese furgón de cola al que siempre se les había condenado y consiguiendo que su autonomía esté elevando las cotas de progreso y bienestar de todos sus habitantes. Eso unido a la gran ayuda que el turismo aporta a esta tierra tan cargada de monumentos y de historia auguran un futuro halagüeño a toda esta región.
Siempre fue esta una tierra, apartada del mar, en la que sus habitantes lo buscaron y lo recorrieron luchando por conquistar nuevas tierras y por ampliar por todo el mundo las fronteras y el dominio de su país. Tierra indiscutible de conquistadores Extremadura y el valor y la temeridad de sus hombres fueron los que nos dieron la gloria allá por las américas.
De todos ellos es el más importante fue Francisco de Pizarro González que nació en Trujillo (Cáceres) en 1478 y murió en Lima (Perú) en 1541. Este hombre era primo segundo de otro extremeño univelsal Hernán Cortés.. Picarro conquistaría el Perú, el imperio de los Incas y su primo haría lo mismo con Méjico, el imperio azteca.. Eran aquellos tiempos en los que España asombraba al mundo por su poder, su cultura y por arrojo y el valor de sus hombres.
Y hoy hemos ido a ver a Pizarro en esa maravillosa Plaza Mayor de su pueblo Tujillo, subido en su caballo triunfador, ofreciendo sus victorias y sus conquistas a todos sus paisanos y a toda España.
La estatua majestuosa junta la la Iglesia de Santa María y rodeada de palacios y de casas señoriales entre las que se encuentra, la mejor y más significativa, la casa de la familia Pizarro padres de ese valiente e ilustre conquistador. Impresionante conjunto arquitectónico que te hace retrotraer a aquellos tiempos tan gloriosos del siglo XV español.
Después un guía nos fue mostrando toda la ciudad, sus claustros, sus plazas, sus monumentos y quedamos asombrados de la conservación de aquellos edificios, de más de quinientos años, en los que se respiraba historia y en los que parecía que, en cualquier momento, iba a aparecer por alguna esquina un caballero con escudo y espada en mano o una dama de la nobleza con si cofia y sus vestidos de gala camino de la ermita del Castillo el más perfecto monumento de todos los que adornan y embellecen aquél pueblo tan noble y tan maravilloso.
España es tan rica en historia y en tradición que muchas veces ignoramos lo que tenemos en casa y nos vamos al extranjero a ver algo infinitamente peor que lo nuestro. Sería bueno conocer lo mucho y bueno que poseemos y después tal vez no nos quedaran ni ganas de ver lo que tienen los demás.
Visita Extremadura si aún no lo has hecho te va a encantar.