ALUMNOS DE 1965.
Aunque estoy ahora de vacaciones y me encuentro en época de descanso hoy no tengo más remedio que aparecer porque 50 alumnos míos, con sus correspondientes parejas, han tenido la feliz idea de reunirse, después de 35 años, para recordar su paso por el Colegio Público Virgen de la Fuensanta y rememorar aquellos años de su infancia, que tantos recuerdos y tantas vivencias encierran, y que sin duda todos ellos guardaban con mucho carñiño dentro de su corazón.
Fue un acto muy emotivo en el que todos hemos aprovechado para saludarnos, abrazarnos, contarnos nuestras cuitas y revivir hechos, anécdotas y acciones de aquellos años de infancia tan añorados y tan queridos porque estaban llenos de ilusión y de esperanza y al mismo tiempo de limpieza de espíritu, de inocencia y de bondad.
Y para nosotros los profesores, que invitados asistimos al acto, una satisfacción y un orgullo, no exento de gratitud, por comprobar que después de tantos años nosotros también tenemos un lugar en el recuerdo y en el afecto de aquellos niños que un día, entre llantos y pucheritos, fueron depositados por sus madres en nuestras manos para que tratásemos de inculcarles nuestros conocimientos, nuestras enseñanzas, con el respeto y la educación necesarias para que en el futuro pudiesen abrirse paso, dignamente, dentro de la sociedad.
La comida extraordinaria, el ambiente cariñoso, humano y familiar parecíamos una sola y gran familia de casi cien miembros, Las palabras del escritor e historiador, Bonilla Martos, uno de los alumnos, estuvieron llenas de un fino contenido literario y de una exposición muy acertada y puntual del ambiente del colegio, en aquella época, tanto de alumnos como del profesorado. Y no podemos olvidar que la promotora y realizadora de toda esta organización Mari Carmen Ortega Milla ha hecho un trabajo perfecto para conseguir que todo saliera a las mil maravillas. Gracias Mari Carmen, lo has logrado, nadie podría mejorar lo que tú has hecho y por eso nuestra gratitud y nuestro cariño.
No dudes que todos tus compañeros y tus maestros están muy orgullosos de ti y no olvidarán nunca que ayer a todos nos hiciste muy felices.
Un abrazo muy fuerte a todos y nuestra gratitud, de parte de los profesores, porque ayer todos merecisteis la nota de SOBRESALIENTE.
Aunque estoy ahora de vacaciones y me encuentro en época de descanso hoy no tengo más remedio que aparecer porque 50 alumnos míos, con sus correspondientes parejas, han tenido la feliz idea de reunirse, después de 35 años, para recordar su paso por el Colegio Público Virgen de la Fuensanta y rememorar aquellos años de su infancia, que tantos recuerdos y tantas vivencias encierran, y que sin duda todos ellos guardaban con mucho carñiño dentro de su corazón.
Fue un acto muy emotivo en el que todos hemos aprovechado para saludarnos, abrazarnos, contarnos nuestras cuitas y revivir hechos, anécdotas y acciones de aquellos años de infancia tan añorados y tan queridos porque estaban llenos de ilusión y de esperanza y al mismo tiempo de limpieza de espíritu, de inocencia y de bondad.
Y para nosotros los profesores, que invitados asistimos al acto, una satisfacción y un orgullo, no exento de gratitud, por comprobar que después de tantos años nosotros también tenemos un lugar en el recuerdo y en el afecto de aquellos niños que un día, entre llantos y pucheritos, fueron depositados por sus madres en nuestras manos para que tratásemos de inculcarles nuestros conocimientos, nuestras enseñanzas, con el respeto y la educación necesarias para que en el futuro pudiesen abrirse paso, dignamente, dentro de la sociedad.
La comida extraordinaria, el ambiente cariñoso, humano y familiar parecíamos una sola y gran familia de casi cien miembros, Las palabras del escritor e historiador, Bonilla Martos, uno de los alumnos, estuvieron llenas de un fino contenido literario y de una exposición muy acertada y puntual del ambiente del colegio, en aquella época, tanto de alumnos como del profesorado. Y no podemos olvidar que la promotora y realizadora de toda esta organización Mari Carmen Ortega Milla ha hecho un trabajo perfecto para conseguir que todo saliera a las mil maravillas. Gracias Mari Carmen, lo has logrado, nadie podría mejorar lo que tú has hecho y por eso nuestra gratitud y nuestro cariño.
No dudes que todos tus compañeros y tus maestros están muy orgullosos de ti y no olvidarán nunca que ayer a todos nos hiciste muy felices.
Un abrazo muy fuerte a todos y nuestra gratitud, de parte de los profesores, porque ayer todos merecisteis la nota de SOBRESALIENTE.