Lo que tu llamas amargura de ayer es agua pasada que...

Amigos: contemplo con desilusión que salvo algunas excepciones, se sigue hablando de lo mismo; lo mismo ya hay temas sobrados para tratarlos.
Creo escribía días atrás: ¿DONDE ESTA LA PAR HERMANOS? Solo pretendía decir: ¿DONDE ESTAMOS? ¿QUE TENEMOS?... ¿QUIENES SIEMBRAN DRAMAS Y QUINES LOS SUFREN. A partir de aquí. propias y de otros, podríamos contarnos muchos hechos de dramas que es. tan en cada esquina o cada ríncón. ¿Porque imponernos silencios, si del dolor y la alegrias, el mundo esta lleno de historias? Es evidente, que nos cansan las cosas tristes... Como evidente que algunos no quieren desvelar dichas penas o alegrís. en ellos o de otros...
Amigos, vosotros y yo sabemos, que las esquinas que menciono, que solitarios tincones, y que un largo pasado, de luchas contra el destino, trae enseñanzas en palabras de amistad o palabras opresoras. En estas últimas y en hechos, estamos
y en mitad de todo esto dramas de nuestros semejantes; de lo que sin gran esfuerzo, podríamos contarnos historia.
¿Alguien piensa que yo me avergüendo, diciendo que arrastré albarcas, por lo barbechos, para luego recoger cuatro espigas mal granadas, mientras otros llenaban su barriga, sin verter una gota de sudor?
No nos neguemos a contar verdades. Yo mismo he vertido mucho sudor en los caminos, y en cada recodo de este me encontré con una historia. hasta historias que flagelan. Esta semana misma, un drama de otra persona se me aproximo, pensé en muchas otras, y... visto lo visto, me las cuento a mi mismo... en la esperanza de que mis nietos conozcan tiempos de cordura, y no las vean repetidas.
Solo es necesario un pequeño esfuerzo, para ver que todos tenemos algo a contarnos: saldríamos de la rutina.
Saludos.

LIBERTAD. ¿De qué quieres hablar? Veo en la mayoría de tus relatos la amargura que tienes desde que corrías por las calles de tu pueblo. Verás amigo, de vez en cuando hay que cambiar el chip. Yo podría hablarte de los años 40, 50, 60 y 70. De vez en cuando si lo hago y me queda mucho por decir, mucho, tanto que escribiría un buen libro. ¿De qué quieres que hablemos? Aunque no estemos de acuerdo, yo estoy dispuesto a contar las cosas y casos de mi provincia, lógico, en los años 40 comienza mi escolaridad. ¿Hablamos de la escuela? ¿De la miseria que había en las ciudades? Mucho menos en los pueblos, de pura lógica, en los pueblos había gallinas, conejos, cerdo que matar, pan, huevos, leche... el hambre no era igual que en la ciudad que por aquellos tiempos no había nada y estaban con cartillas de racionamiento para poder llevarse algo a la boca. ¿Hablamos del estraperlo? ¿de la prostitución? ¿De qué quieres hablar? ¿Sabes lo que fue el estraperlo? Yo lo viví mientras duró. Ya te contaré, ya, no te preocupes, los demás también tenemos mucho que contar lo sucedido en España después de la guerra civil... POLÍTICA NO.

Un saludo.

Lo que tu llamas amargura de ayer es agua pasada que entonces combatía. observando a las gentes y me prometía entre tanto basurero encontrar una rosa: la encontraba, frente al futuro que me parecía sombrío: lo fue paro supe encontrar alegrías.! Vaya si las encontré! Y no pocas decepciones... muy parecidas a las presentes. Y como desde los catorce años, viví en ciudad, cartillas de racionamiento, falta de libertades, sudores tras del par, entre ricos y pobres, pues... protesto porque tengo la impresión de que hemos avanzado muy poco... Y no siempre he pasado calladamente. Y es que hay hohombres que:
NO SIEMPRE PASAN.
No siempre pasan calladamente
os hombres que no quieren olvidos
y tampoco siempre encarcelan sus nostalgia.
expresan su sed de justicia a gritos
y hasta chorrean en protesta sus gargantas.

No desean ser amigos de silencios
en esa región donde han nacido.
en ese pueblo (mundo) que asesía hasta el verso.

Desnudo: legó desnudo
el hombre que no quiso apuntarse a la espera.

Se puso a escuchar el llanto de las calles
y aprendió que otros hombres encadenan
libertades, y hasta torturan de hambre
en cualquier camino, en cualquier vereda
de su látigo siembran humedades
y canallescos gritos que desesperan.

Y es que hay hombres, pálido en recuerdos
de las mas duras soledades
pero capaces de uardar recuerdos bellos
que no desterrará, nada ni nadie...

Siempre hubo abuelos que contaron cuentos bellos
porque su experiencia los pintaba de colores.

No, no pasan siempre calladamente
los hombres que se guardan penas de siglos
porque saben de carretas chirriantes.
recorriendo caminos mil y heridos
a la vez que sucios de tanta podredumbre.

Desde su sed de justicia, captan olor a podrído
mundo, y el lamento de triste violines...
los que nunca son viajeros de olvidos.