Manuel Lara Lemus. Estoy de acuerdo con lo que dice. De todas formas tuvieron mucha suerte de vivir en una tierra donde el olivo se da y se cultiva. En los años que cita, en lugares donde no había -ni hay-, plantaciones de olivos, el aceite de oliva no llegaba a los hogares españoles. Tan solo el ejército español recibía aceite de oliva; en las tiendas: NO SE VENDÍA PORQUE NO HABÍA, fueron años muy difíciles. Había cierto estraperlo donde el aceite de oliva llegaba a manos de estraperlistas llegándose a pagar por un litro de aceite de oliva: CIEN PESETAS Y EN OCASIONES ALGO MÁS. Cien pesetas, en los años 40... eran muchas pesetas.
Un saludo.
Un saludo.