Yo no he ensalzado la faena de un torero he intentado premiar la actitud de un hombre, al que la suerte le cambió un día que toreaba en Pozoblanzo y que la muerte se ensañó con dos de los tres toreros y al Soro no fue alcanzado por ella pero si su salud que perdió toreando al año aproximadamente de este luctuoso hecho y que le ha tenido sumido en la desesperación y en la impotencia, tras treinta y tantas operaciones, y como no en la ruina, por no poder seguir toreando, como era su oficio y su mayor deseo. Y eso es lo que yo he valorado, eso es lo que yo considero un gran éxito y un fruto indiscutible de su empeño, su pundonor y su "locura", pero lo que no veo honesto, ni justo, ni siquiera humano es criticar esa actitud de un hombre que quería volver a la vida y a la normalidad y considerar grotesca, degradante, humillante ese intento y además descalificar a sus compañeros Ponce y Manzanares por haber consentido torear con él. Se le ha llamado tullido, encorvado, esperpéntico y macabro, a un hombre con limitaciones físicas que ha intentado dedicar gran parte de su vida a poder sentirse un hombre normal, sin ninguna tara y sin ningún obstáculo. Pero actitud, infinitamente peor es la de la prensa que ha tratado de semejante manera a este hombre por querer intentar volver a ser normal. Vaya una prensa que tenemos, así nos va.