ADIOS VERANO
Ya pasó el verano, gracias a Dios, este año hemos soportado un calor anormal. Un calor asfixiante, un calor reiterado y persistente, un calor que nunca jamás se había soportado en ningún verano anterior, porque según los centros oficiales de meteorología este ha sido el verano, y concretamente el mes de Julio, más caluroso de la historia.
Ha hecho calor en la playa, calor en la montaña, en la calle y en la casa, calor, calor, mucho calor, pero ya pasó y ahora lo que hace falta es que llueva, que todo vuelva a la normalidad y que esos campos sedientos recuperen su verdor y su fertilidad que tanto necesitan.
A mi que tanto me ha gustado siempre el verano me ha decepcionado de tal manera, este año, que ya tenía gana de que se marchara y que pudiera volver a coger el jersey y el paraguas para pasar un otoño, más fresquito y más relajado, en el que por la noche pudiera conciliar el sueño y cerrar la ventana que hasta ahora era imposible hacerlo.
Es que el calor es muy difícil de soportar cuando el aire acondicionado no te vale como solución, y ese es nuestro caso, en casa no lo utilizamos por motivos de incompatibilidad con la salud y solo tenemos el agua para hacerle frente, en la playa o en la piscina, pero no siempre puedes esta dentro de ese agua por tanto hay muchas horas en las que hacerle frente al calor es bastante penoso y a veces desesperante.
El verano también supone un paréntesis en casi todo en país que es preciso dejar atrás y retomar la actividad educativa, productiva. política, cultural y y social que es la que nos permite seguir evolucionando, seguir intentando solucionar nuestros problemas, alcanzar nuevas cotas y objetivos de trabajo, de empleo, y de normalidad que tanto necesitamos.
La verdad es que tenemos a la vista un otoño calentito que entre todos debemos de afrontar y solucionar con las mejores intenciones y con los mejores resultados posibles en beneficio de todos.
Primero Cataluña, su plebiscito y la intención de algunos políticos en pretender alcanzar lo imposible que es convencer a todos los catalanes de que en España ellos no deben estar. Que se evite, siguiendo la legislación vigente, una situación de alteración o enfrentamiento que a nadie podría beneficiar. Este problema parecen haberlo resuelto bien los catalanes.
Y luego unas elecciones generales en las que se pone en juego el seguir con Europa o el cuestionar si la UE es el mejor camino para nuestro futuro y nuestro bienestar. Que sepamos elegir, que nadie se deje engañar, y que entre todos mejoremos y allanemos nuestro futuro.
Ya pasó el verano, gracias a Dios, este año hemos soportado un calor anormal. Un calor asfixiante, un calor reiterado y persistente, un calor que nunca jamás se había soportado en ningún verano anterior, porque según los centros oficiales de meteorología este ha sido el verano, y concretamente el mes de Julio, más caluroso de la historia.
Ha hecho calor en la playa, calor en la montaña, en la calle y en la casa, calor, calor, mucho calor, pero ya pasó y ahora lo que hace falta es que llueva, que todo vuelva a la normalidad y que esos campos sedientos recuperen su verdor y su fertilidad que tanto necesitan.
A mi que tanto me ha gustado siempre el verano me ha decepcionado de tal manera, este año, que ya tenía gana de que se marchara y que pudiera volver a coger el jersey y el paraguas para pasar un otoño, más fresquito y más relajado, en el que por la noche pudiera conciliar el sueño y cerrar la ventana que hasta ahora era imposible hacerlo.
Es que el calor es muy difícil de soportar cuando el aire acondicionado no te vale como solución, y ese es nuestro caso, en casa no lo utilizamos por motivos de incompatibilidad con la salud y solo tenemos el agua para hacerle frente, en la playa o en la piscina, pero no siempre puedes esta dentro de ese agua por tanto hay muchas horas en las que hacerle frente al calor es bastante penoso y a veces desesperante.
El verano también supone un paréntesis en casi todo en país que es preciso dejar atrás y retomar la actividad educativa, productiva. política, cultural y y social que es la que nos permite seguir evolucionando, seguir intentando solucionar nuestros problemas, alcanzar nuevas cotas y objetivos de trabajo, de empleo, y de normalidad que tanto necesitamos.
La verdad es que tenemos a la vista un otoño calentito que entre todos debemos de afrontar y solucionar con las mejores intenciones y con los mejores resultados posibles en beneficio de todos.
Primero Cataluña, su plebiscito y la intención de algunos políticos en pretender alcanzar lo imposible que es convencer a todos los catalanes de que en España ellos no deben estar. Que se evite, siguiendo la legislación vigente, una situación de alteración o enfrentamiento que a nadie podría beneficiar. Este problema parecen haberlo resuelto bien los catalanes.
Y luego unas elecciones generales en las que se pone en juego el seguir con Europa o el cuestionar si la UE es el mejor camino para nuestro futuro y nuestro bienestar. Que sepamos elegir, que nadie se deje engañar, y que entre todos mejoremos y allanemos nuestro futuro.