JEREZ HUELE BIEN
Hay una ciudad en Andalucía, en la provincia de Cádiz, que tiene cierto aire inglés, con un sabor a señorío, unas raíces gitanas llenas de arte y de la más humilde y rancia esencia andaluza y folclórica, y un olor especial a vinos de excelente calidad, que llevan este estandarte de exquisitez y categoría, por todo el mundo. Si a todo esto le añadimos la belleza y la destreza de sus caballos y el espectáculo de su circuito de motociclismo tenemos todos los elementos que hacen de esta ciudad un emporio de finura, de arte, de belleza y de elegancia que la distingue y la diferencia indivisiblemente de las demás.
Está claro que esa ciudad es Jerez de la Frontera.
De toda esa amalgama de elementos, peculiaridades, esencias que han forjado su orígenes y su existencia, surge la mujer andaluza llena de gracia y belleza, de arte y salero y el hombre jerezano, mitad señorito y mitad gitano, que dan su imagen a lo que se conoce en el mundo entero como iconos del auténtico personaje, mujer y hombre, andaluces.
Lo más importante en el aspecto económico su producción vitivinícola en la que aquí los ingleses tienen mucho que ver apellidos como Domeq, Osborne o Byas, lo atestiguan, el Tío Pepe, el Fino La Ina lo garantiza y ese toro de Osborne que adorna nuestras carreteras lo corroboran.
Del arte para que hablar, Lola Flores, Curro Romero o la Paquera son ejemplos de jerezanos que llevaron por todo el mundo el estandarte y el orgullo de su Jerez natal.
Tiene Jerez 200.000 habitantes, es más grande que la capital Cádiz, pero allí no existen diferencias algunas ni rencillas en cuanto a quien es más, aquí cada uno es feliz en su lugar, unos con sus carnaval y con su Caleta, su Viña y su Mentidero, los otros con sus, vinos, sus caballos y su arte, pero todos ellos con mucha gracia y con mucho humor, porque esto es Andalucía pura y aquí aunque hay problemas no hay pena, aquí se sabe buscar la forma de ser feliz y eso amigos míos es algo fundamental que merece la pena aprender y practicar.
Hay una ciudad en Andalucía, en la provincia de Cádiz, que tiene cierto aire inglés, con un sabor a señorío, unas raíces gitanas llenas de arte y de la más humilde y rancia esencia andaluza y folclórica, y un olor especial a vinos de excelente calidad, que llevan este estandarte de exquisitez y categoría, por todo el mundo. Si a todo esto le añadimos la belleza y la destreza de sus caballos y el espectáculo de su circuito de motociclismo tenemos todos los elementos que hacen de esta ciudad un emporio de finura, de arte, de belleza y de elegancia que la distingue y la diferencia indivisiblemente de las demás.
Está claro que esa ciudad es Jerez de la Frontera.
De toda esa amalgama de elementos, peculiaridades, esencias que han forjado su orígenes y su existencia, surge la mujer andaluza llena de gracia y belleza, de arte y salero y el hombre jerezano, mitad señorito y mitad gitano, que dan su imagen a lo que se conoce en el mundo entero como iconos del auténtico personaje, mujer y hombre, andaluces.
Lo más importante en el aspecto económico su producción vitivinícola en la que aquí los ingleses tienen mucho que ver apellidos como Domeq, Osborne o Byas, lo atestiguan, el Tío Pepe, el Fino La Ina lo garantiza y ese toro de Osborne que adorna nuestras carreteras lo corroboran.
Del arte para que hablar, Lola Flores, Curro Romero o la Paquera son ejemplos de jerezanos que llevaron por todo el mundo el estandarte y el orgullo de su Jerez natal.
Tiene Jerez 200.000 habitantes, es más grande que la capital Cádiz, pero allí no existen diferencias algunas ni rencillas en cuanto a quien es más, aquí cada uno es feliz en su lugar, unos con sus carnaval y con su Caleta, su Viña y su Mentidero, los otros con sus, vinos, sus caballos y su arte, pero todos ellos con mucha gracia y con mucho humor, porque esto es Andalucía pura y aquí aunque hay problemas no hay pena, aquí se sabe buscar la forma de ser feliz y eso amigos míos es algo fundamental que merece la pena aprender y practicar.