Un apartado más.
Ni que decir tiene, el idioma catalán al llegar a Barcelona no entendía nada. Donde más se hablaba era en los pueblos y en las villas. Aunque estábamos en una dictadura, el catalán se hablaba, de ello doy fe porque poco a poco empecé a comprenderlo y hablarlo, tanto es así que en el primer mes ya chapurreaba muchas palabras, si a ello contribuía la chica del restaurante y posada donde yo estaba, pues cada día sacaba palabras nuevas y la muy agradecida me decía -en plan de broma-, que si no pedía las cosas en catalán no me las servía. Expresiones como: bona nit (no sé como se escribe), bona nit tingi, adeu siau, pasiu be, Mare de Deu, fins de ma... Después de un mes ya me lanzaba con frases y conversaciones más largas. Al cabo de medio año había solucionada el problema del catalán. No me pesa, todavía entiendo lo que hablan por la tele los catalanes. No voy a seguir relatando episodios de lo que al final me interesa comentar. Durante el tiempo que estuve en Cataluña, uno 7 años aprendí muchas cosas. Recorrí pueblos de Barcelona y de Gerona. Mi situación en cuanto a la parte laboral florecía, empecé ganando 3000 pesetas al mes y al cabo de los casi siete años que estuve en tierras catalanas ganaba cerca de 16000 Pta. Había que trabajar duro y así lo hice. También me divertía. Mañana termino. Es la parte más importante de mi relato cierto y verídico. Si me lee no se pierda mi última narración. Recuerde lo que dije al principio: NO PUEDO METER A TODOS EN EL MISMO SACO, PERO CASI, CASI.
Buenas tardes.
Ni que decir tiene, el idioma catalán al llegar a Barcelona no entendía nada. Donde más se hablaba era en los pueblos y en las villas. Aunque estábamos en una dictadura, el catalán se hablaba, de ello doy fe porque poco a poco empecé a comprenderlo y hablarlo, tanto es así que en el primer mes ya chapurreaba muchas palabras, si a ello contribuía la chica del restaurante y posada donde yo estaba, pues cada día sacaba palabras nuevas y la muy agradecida me decía -en plan de broma-, que si no pedía las cosas en catalán no me las servía. Expresiones como: bona nit (no sé como se escribe), bona nit tingi, adeu siau, pasiu be, Mare de Deu, fins de ma... Después de un mes ya me lanzaba con frases y conversaciones más largas. Al cabo de medio año había solucionada el problema del catalán. No me pesa, todavía entiendo lo que hablan por la tele los catalanes. No voy a seguir relatando episodios de lo que al final me interesa comentar. Durante el tiempo que estuve en Cataluña, uno 7 años aprendí muchas cosas. Recorrí pueblos de Barcelona y de Gerona. Mi situación en cuanto a la parte laboral florecía, empecé ganando 3000 pesetas al mes y al cabo de los casi siete años que estuve en tierras catalanas ganaba cerca de 16000 Pta. Había que trabajar duro y así lo hice. También me divertía. Mañana termino. Es la parte más importante de mi relato cierto y verídico. Si me lee no se pierda mi última narración. Recuerde lo que dije al principio: NO PUEDO METER A TODOS EN EL MISMO SACO, PERO CASI, CASI.
Buenas tardes.
VAMOS CON EL FINAL.
Estaba trabajando en una localidad cercana a Barcelona: Unos 40 Km. con una población de unos 3500 habitantes. Tenía trabajo fijo por un año, al término del mismo, si las partes lo veían bien, seguiríamos como estábamos. Mi contrato finalizaba en el mes de setiembre. Era julio y por si acaso empecé a buscar nuevo trabajo. Me levanté. Me aseé. Desayuné y eché una mirada al diario La Vanguardia. Encontré un anuncio que iba con mis características personales. Tomé nota y decidí ir al lugar de la oferta. Llevaba en el bolsillo como unas 60 pesetas. No había cobrado. Hacía mucho calor. El sol PICABA DE LO LINDO, se barruntaba tormenta. Las agujas del reloj marcaban las 10 de la mañana. Me puse una camisa de manga corta, el calor era terrible, me acerqué hacia la parada del coche de línea, esperé un rato. Allá al fondo de la calle apareció el autobús, monté, pagué mi billete, llegamos, bajé del autocar. El astro luminoso "arreaba de lo lindo".
Pregunté donde estaba la calle que ofertaban el trabajo. Allá me fui raudo y veloz después de haberme refrescado en la fuente del pueblo " el sol era fuego, el calor era insoportable. Pues bien, voy a la calle que gentilmente me dijo la buena señora. Toco el timbre, una y otra vez... nada, no responden. Un señor que pasaba por allí me dice que el dueño vive en Barcelona y que los sábados se va siempre para la capital. Primer intento fallido. Me voy ala estación de autobuses y pregunto: ¿A qué hora sale el autobús para el pueblo X? El pueblo donde yo estaba y trabajaba. Respuesta: LOS SÁBADOS POR LA TARDE NO HAY SERVICIO. ¡Ostras, Pedrín! ¿Qué hago? Bueno, busco un restaurante para comer y después Dios dirá. El calor seguía abrasando, se barruntaba tormenta. Termino de comer, compro un paquete de cigarrillos y emprendo "el viaje a pata" hasta llegar a la carretera comarcal, distando unos 5 Km. Pensé que haciendo autoestop alguien pararía. Empiezan a salir nubes oscuras. Al momento se cubre el cielo de un color negro, no hay sol, empieza el jaleo, empieza a llover, a granizar, por todas las partes hay rayos y truenos, ni que decir tiene que a los tres minutos estaba completamente mojado de la cabeza a los pies, la tormenta se extendió con furia por los cuatro costados, sentí frío, la temperatura había descendido y con la lluvia que recibía titiritaba de frío. Todo mojado y calado llegué a la carretera comarcal o regional, los coches con los faros encendidos -parecía que era de noche-. Empiezo a hacer autoestop, uno, dos, tres, cuatro... ninguna paraba, cinco, seis, siete y una ralea de autos unos detrás de otro y NI DIOS PARABA. Si a eso añadimos que la carretera tenía baches con agua, cuando pasaba un coche ME DUCHABA... que más da. Si tengo claro, ´no conocía a todos los que pasaban por allí, pero todos si me conocían. NO PARÓ NADIE. A duras penas llegué a un pueblo donde había taxis, cogí uno ante la mirada del taxista, ya que estaba chorreando agua por todas las partes. Llego al pueblo de mi destino, un amigo me deja dinero para pagar el taxi. Me voy a la cama... estuve ocho días con una media pulmonía. Maldije a muchos catalanes que iban al pueblo (la mayoría tenían una torre en el pueblo). Una torre es un chale. Y... no paró nadie: NO PUEDO METER A TODOS EN EL MISMO SACO, pero casi... casi. Entre los que iban al pueblo, con más de uno tomé un vino. APRENDÍ A NO FIARME NI DE MI PADRE. Y ME HA DADO RESULTADO.
Un cordial saludo.
Estaba trabajando en una localidad cercana a Barcelona: Unos 40 Km. con una población de unos 3500 habitantes. Tenía trabajo fijo por un año, al término del mismo, si las partes lo veían bien, seguiríamos como estábamos. Mi contrato finalizaba en el mes de setiembre. Era julio y por si acaso empecé a buscar nuevo trabajo. Me levanté. Me aseé. Desayuné y eché una mirada al diario La Vanguardia. Encontré un anuncio que iba con mis características personales. Tomé nota y decidí ir al lugar de la oferta. Llevaba en el bolsillo como unas 60 pesetas. No había cobrado. Hacía mucho calor. El sol PICABA DE LO LINDO, se barruntaba tormenta. Las agujas del reloj marcaban las 10 de la mañana. Me puse una camisa de manga corta, el calor era terrible, me acerqué hacia la parada del coche de línea, esperé un rato. Allá al fondo de la calle apareció el autobús, monté, pagué mi billete, llegamos, bajé del autocar. El astro luminoso "arreaba de lo lindo".
Pregunté donde estaba la calle que ofertaban el trabajo. Allá me fui raudo y veloz después de haberme refrescado en la fuente del pueblo " el sol era fuego, el calor era insoportable. Pues bien, voy a la calle que gentilmente me dijo la buena señora. Toco el timbre, una y otra vez... nada, no responden. Un señor que pasaba por allí me dice que el dueño vive en Barcelona y que los sábados se va siempre para la capital. Primer intento fallido. Me voy ala estación de autobuses y pregunto: ¿A qué hora sale el autobús para el pueblo X? El pueblo donde yo estaba y trabajaba. Respuesta: LOS SÁBADOS POR LA TARDE NO HAY SERVICIO. ¡Ostras, Pedrín! ¿Qué hago? Bueno, busco un restaurante para comer y después Dios dirá. El calor seguía abrasando, se barruntaba tormenta. Termino de comer, compro un paquete de cigarrillos y emprendo "el viaje a pata" hasta llegar a la carretera comarcal, distando unos 5 Km. Pensé que haciendo autoestop alguien pararía. Empiezan a salir nubes oscuras. Al momento se cubre el cielo de un color negro, no hay sol, empieza el jaleo, empieza a llover, a granizar, por todas las partes hay rayos y truenos, ni que decir tiene que a los tres minutos estaba completamente mojado de la cabeza a los pies, la tormenta se extendió con furia por los cuatro costados, sentí frío, la temperatura había descendido y con la lluvia que recibía titiritaba de frío. Todo mojado y calado llegué a la carretera comarcal o regional, los coches con los faros encendidos -parecía que era de noche-. Empiezo a hacer autoestop, uno, dos, tres, cuatro... ninguna paraba, cinco, seis, siete y una ralea de autos unos detrás de otro y NI DIOS PARABA. Si a eso añadimos que la carretera tenía baches con agua, cuando pasaba un coche ME DUCHABA... que más da. Si tengo claro, ´no conocía a todos los que pasaban por allí, pero todos si me conocían. NO PARÓ NADIE. A duras penas llegué a un pueblo donde había taxis, cogí uno ante la mirada del taxista, ya que estaba chorreando agua por todas las partes. Llego al pueblo de mi destino, un amigo me deja dinero para pagar el taxi. Me voy a la cama... estuve ocho días con una media pulmonía. Maldije a muchos catalanes que iban al pueblo (la mayoría tenían una torre en el pueblo). Una torre es un chale. Y... no paró nadie: NO PUEDO METER A TODOS EN EL MISMO SACO, pero casi... casi. Entre los que iban al pueblo, con más de uno tomé un vino. APRENDÍ A NO FIARME NI DE MI PADRE. Y ME HA DADO RESULTADO.
Un cordial saludo.
A nuestro querido, queridisimo, Angel le crecen los enanos. Se fue a Barcelona y desde su entrada hasta su salida no le pudieron ir peor las cosas.
Lo primero el taxista hablándole el catalán, al que Angel, no más subirse, le advierte que no tiene ni puñetera idea del idioma. Yo que llevo 55 años en Barcelona, no puedo decir lo mismo. El catalán, que se da cuenta que no eres nacido en Cataluña es tan educado que de seguida te habla el castellano para que lo entienda todo España, así que, querido Angel, por aquí no paso.
Lo del restaurante es más de lo mismo, ¿no había ningún letrero que dijera "RESTAURANTE VEGETARIANO?
No me extraña que nadie parara para subirte a su coche si todo lo catalán te da alergia.
Tu relato no tiene consistencia, eso sí, esta muy bien escrito, pero la historia es solo para que la lea alguien que no conozca, ni a Cataluña ni a los catalanes.
Lo siento, querido Angel, lo del lobo y la Caperucita es más creíble que tus vivencias en Cataluña.
Si algún día quieres volver yo te haré de cicerone, te hablare en bable, te enseñare restaurantes No vegetarianos y te arropare con un chubasquero y un paraguas. Será una aventura inolvidable.
Como siempre, te saludo, te quiero, pero no te creo. Juan.
Lo primero el taxista hablándole el catalán, al que Angel, no más subirse, le advierte que no tiene ni puñetera idea del idioma. Yo que llevo 55 años en Barcelona, no puedo decir lo mismo. El catalán, que se da cuenta que no eres nacido en Cataluña es tan educado que de seguida te habla el castellano para que lo entienda todo España, así que, querido Angel, por aquí no paso.
Lo del restaurante es más de lo mismo, ¿no había ningún letrero que dijera "RESTAURANTE VEGETARIANO?
No me extraña que nadie parara para subirte a su coche si todo lo catalán te da alergia.
Tu relato no tiene consistencia, eso sí, esta muy bien escrito, pero la historia es solo para que la lea alguien que no conozca, ni a Cataluña ni a los catalanes.
Lo siento, querido Angel, lo del lobo y la Caperucita es más creíble que tus vivencias en Cataluña.
Si algún día quieres volver yo te haré de cicerone, te hablare en bable, te enseñare restaurantes No vegetarianos y te arropare con un chubasquero y un paraguas. Será una aventura inolvidable.
Como siempre, te saludo, te quiero, pero no te creo. Juan.
juan fernández montes. Hombre puede ser que en el escrito de Ängel haya exageraciones. En tu respuesta las apuntas, describes y también exageras.
Conozco un poquitín Cataluña, Barcelona y su entorno un poquitín más.
No le salió todo tan mal. Dice que ganaba mucho dinero, las cantidades que cita, no eran moco de pavo.
Los taxistas. Como en todos los lugares, siempre hay algunos que dan el cante. Lo de hablarte en catalán sabiendo que no le entiendes, no lo he vivido ni conozco a nadie que le haya ocurrido, y lo he utilizado mucho; aunque siempre se puede llegar a tiempo.
Tengo muchas anécdotas que corraboran el respeto, educación y la buena atención hacia los usuarios en hoteles, restaurantes, médicos, ciudadanos en general. Si buscamos excepcicones, las encontramos.
Un restaurante vegetariano en los años sesenta, muy, muy difícil.
Lo demás... No tengo ninguna queja del comportamiento de los catalanes hacia mí en ninguna faceta de la vida en Cataluña y ha sido intensa en lo social, hasta hace cinco años.
Saludos
Conozco un poquitín Cataluña, Barcelona y su entorno un poquitín más.
No le salió todo tan mal. Dice que ganaba mucho dinero, las cantidades que cita, no eran moco de pavo.
Los taxistas. Como en todos los lugares, siempre hay algunos que dan el cante. Lo de hablarte en catalán sabiendo que no le entiendes, no lo he vivido ni conozco a nadie que le haya ocurrido, y lo he utilizado mucho; aunque siempre se puede llegar a tiempo.
Tengo muchas anécdotas que corraboran el respeto, educación y la buena atención hacia los usuarios en hoteles, restaurantes, médicos, ciudadanos en general. Si buscamos excepcicones, las encontramos.
Un restaurante vegetariano en los años sesenta, muy, muy difícil.
Lo demás... No tengo ninguna queja del comportamiento de los catalanes hacia mí en ninguna faceta de la vida en Cataluña y ha sido intensa en lo social, hasta hace cinco años.
Saludos
Querido Olimpio, lo de exagerado me viene dado por mi condición de andaluz, en este caso las exageraciones son muy discretas.
Me alegra saber que Cataluña te tratara bien, igual hizo conmigo.
Naturalmente que lo malo y lo bueno está en todos los lugares, parece pues poco creable que, a nuestro querido Angel CASI todo le saliera mal.
Un saludo. Juan El Pavelo.
Me alegra saber que Cataluña te tratara bien, igual hizo conmigo.
Naturalmente que lo malo y lo bueno está en todos los lugares, parece pues poco creable que, a nuestro querido Angel CASI todo le saliera mal.
Un saludo. Juan El Pavelo.
Juan Pavelo que gran razón tiene usted visite Cataluña en diversas ocasiones siendo tratado maravillosamente una cosa son su clase dirigente y otra sus gentes.
Me gusta su sentido del humor con finos mensajes inteligentes coordinados con otros serios es una forma de hacer muy acertada y divertida para este lugar que incita a leerle todos los días.
Cordialmente.
Me gusta su sentido del humor con finos mensajes inteligentes coordinados con otros serios es una forma de hacer muy acertada y divertida para este lugar que incita a leerle todos los días.
Cordialmente.