ELBAILE
A mi me ha gustado mucho el baile, yo diría a mi me ha gustado siempre mucho el ambiente de fiesta y como esa fiesta va acompañada de música pues el baile ha sido uno de los alicientes indispensables de mis fiestas., eso y unas copitas para animarte y ponerte en marcha. También en mi adolescencia una de las escasas formas de acercarse a las chicas era el baile y eso te obligaba a aprenderlo y practicarlo, porque si querías tener cerca, y rozarte con una muchacha, tenías que saber bailar.
El baile ha ido evolucionando a lo largo del tiempo y en aquella época nuestro baile era principalmente agarrado, que era el que permitía tener algún contacto con la pareja, eso si no te ponía la retranca que impedía tan impúdica pretensión. ¿Cómo cambian los tiempos?
Hay que tener en cuenta que entonces las fiestas y los bailes en un pueblo como el nuestro, Fuensanta, eran contados a lo largo del año, y entonces no había discotecas u otros establecimientos en los que poder bailar. Las fechas eran las fiestas de Septiembre, las Navidades o Semana Santa y ya a partir de los años 60 el verano en el Patio Andaluz y el resto del año solo podías organizar algún guateque.
Recuerdo los bailes de la feria que montaba el Casino en la plaza que eran muy particulares porque la gente se ponía alrededor de las vallas para ver desde fuera el espectáculo. Y era curioso comprobar que las personas que allí estaban porque al no ser socios del casino, no podían entrar, aceptaban aquello como una cosa normal porque la dictadura había convertido en aceptable algo tan aberrante como establecer diferencias sociales en un espectáculo que se celebraba en la plaza del pueblo. Claro que la solución fue hacer otro baile en el Patio Andaluz y así todo el mundo tenía su oportunidad.
Eran unos bailes intensivos, mañana, tarde y noche hasta casi el amanecer y todo el mundo se lo pasaba a lo grande. Qué gratos recuerdos tengo de tantas y tantas fiestas y sus bailes, en las que nunca faltaba y en la que he compartido con mi señora y mis amigos más de 70 ferias del Higo todas ellas inolvidables y divertidas.
Yo calculo que a lo largo de mi ya larga vida serán cientos de ferias y bailes en los que nosotros hemos participado, por los pueblos de alrededor, y por otros muchos repartidos por toda España y hasta en el extranjero, porque como decía en un principio el baile para mi ha sido, y aún sigue siendo, aunque ya en menor cuantía, una diversión y un ejercicio muy recomendables.
Todavía nos gusta mover el esqueleto. de vez en cuando. y pasamos algunas veladas por estas tierras Malagueñas bailando. Qué le vamos a hacer, nos gusta el baile.
A mi me ha gustado mucho el baile, yo diría a mi me ha gustado siempre mucho el ambiente de fiesta y como esa fiesta va acompañada de música pues el baile ha sido uno de los alicientes indispensables de mis fiestas., eso y unas copitas para animarte y ponerte en marcha. También en mi adolescencia una de las escasas formas de acercarse a las chicas era el baile y eso te obligaba a aprenderlo y practicarlo, porque si querías tener cerca, y rozarte con una muchacha, tenías que saber bailar.
El baile ha ido evolucionando a lo largo del tiempo y en aquella época nuestro baile era principalmente agarrado, que era el que permitía tener algún contacto con la pareja, eso si no te ponía la retranca que impedía tan impúdica pretensión. ¿Cómo cambian los tiempos?
Hay que tener en cuenta que entonces las fiestas y los bailes en un pueblo como el nuestro, Fuensanta, eran contados a lo largo del año, y entonces no había discotecas u otros establecimientos en los que poder bailar. Las fechas eran las fiestas de Septiembre, las Navidades o Semana Santa y ya a partir de los años 60 el verano en el Patio Andaluz y el resto del año solo podías organizar algún guateque.
Recuerdo los bailes de la feria que montaba el Casino en la plaza que eran muy particulares porque la gente se ponía alrededor de las vallas para ver desde fuera el espectáculo. Y era curioso comprobar que las personas que allí estaban porque al no ser socios del casino, no podían entrar, aceptaban aquello como una cosa normal porque la dictadura había convertido en aceptable algo tan aberrante como establecer diferencias sociales en un espectáculo que se celebraba en la plaza del pueblo. Claro que la solución fue hacer otro baile en el Patio Andaluz y así todo el mundo tenía su oportunidad.
Eran unos bailes intensivos, mañana, tarde y noche hasta casi el amanecer y todo el mundo se lo pasaba a lo grande. Qué gratos recuerdos tengo de tantas y tantas fiestas y sus bailes, en las que nunca faltaba y en la que he compartido con mi señora y mis amigos más de 70 ferias del Higo todas ellas inolvidables y divertidas.
Yo calculo que a lo largo de mi ya larga vida serán cientos de ferias y bailes en los que nosotros hemos participado, por los pueblos de alrededor, y por otros muchos repartidos por toda España y hasta en el extranjero, porque como decía en un principio el baile para mi ha sido, y aún sigue siendo, aunque ya en menor cuantía, una diversión y un ejercicio muy recomendables.
Todavía nos gusta mover el esqueleto. de vez en cuando. y pasamos algunas veladas por estas tierras Malagueñas bailando. Qué le vamos a hacer, nos gusta el baile.
Buenos Días Manuel, gracias por tus entretenidos relatos, a mi también me ha gustado y gusta bailar, en un pueblo tan pequeño como el mío, donde no había cine, la única forma de diversión era el baile, que lo pases bien.
En mi pueblo también había baile. Un señor tenía un local y allí -pagando-, podrías entrar siendo mayor de edad (o teniendo 16 años). Por supuesto, los pequeños dentro de los cuales estábamos una buena pandilla, como no teníamos la edad requerida, bailábamos en la calle al son de los discos que el dueño ponía. Todo esto en verano o en alguna fiesta importante.
Un saludo.
Un saludo.
A nosotros nos pasaba igual, bailábamos en la calle, nuestra juventud carecía de muchas cosa, los pequeños pueblos limitaban mucho, no como ahora que con los coches van a donde quieren, a mi me hubiera encantado vivir donde hubiera cine, y mi pueblo tenía cerca un pueblo grande que si lo tenía y ferrocarril para ir i venir, pero los padres, eran muy estrictos, sobre todo con las chicas, los muchachos tenían más libertad, en fin es lo que había, en fin Ángel, en otro espacio habláremos más.
ROSALÍ. Es verdad, carecíamos de muchas cosas pero la armonía entre los chicos y chicas del pueblo lo pasábamos muy bien. El baile que no faltara. En verano todos los domingos y fiestas por la tarde había un bar que ponía música y en la calle todos a bailar. Aprendí a bailar de esta forma. Además, ningunas chica te daba "calabazas" porque éramos todos del mismo pueblo y vecinos unos con otros. El pasodoble, el vals, el bolero... eran piezas obligadas y poco a poco las bailábamos bien. y, alguno de aquellos chicos y chicas de 10 años, en el baile, en la calle, SE HACÍAN NOVIOS DE VERDAD, con el paso de los años.
En fin, gratos recuerdos.
Un saludo.
En fin, gratos recuerdos.
Un saludo.