LA BICICLETA
Cuando yo tenia 10 años (1950), soñaba con tener un día una bicicleta, era como un deseo que dudaba llegara a conseguir porque había muy pocas bicicletas en mi pueblo, el precio nuevas era de 1000 pesetas, (seis, euros), y aquello era una cantidad que mis padres no podían dedicar para gastos superfluos.
Yo hacía aquel año el ingreso al bachiller y al aprobarlo mi padre me dijo: Ya tienes bicicleta. Le he comprado a mi amigo D. José el practicante, (Pepe el señorito), la suya que está casi nueva. Cuando yo fui a recogerla por la mañana, tuve uno de los momentos más felices de mi infancia. Estaba allí brillante, con un color rojo intenso, un manillar y unas llantas cromadas y relucientes, su faro, su, timbre, todo perfecto y como nuevo porque D. José era un hombre muy cuidadoso, la marca era Orbea, nunca se me olvidó. La cogí me monté en ella y en aquel momento yo era el niño más feliz del mundo.
Esto se lo cuento yo a mis nietos y no se lo creen porque su mundo, gracias a Dios, por lo menos en esto de los juguetes, de la atención de sus padres hacia su entretenimiento y su distracción ha cambiado una barbaridad en comparación a nuestros tiempos donde una muñeca de trapo o un caballo de cartón, el día de los Reyes era todo nuestro regalo al año,
Es cierto que cuanto más tenemos más queremos, o lo que es lo mismo cuanta más atención nos prestas y cuanto más nos consienten más inconformismo sentimos y menos aprecio e importancia le damos a todo aquello que recibimos.
Entonces es que no se podía y por tanto lo poco que se nos daba nos hacía inmensamente felices porque era nuestra manera de ir alcanzando, muy poco a poco, esos sueños que todo ser humano siente por mejorar lo que ya posee y ampliar, aunque lentamente, nuestros deseos, nuestros caprichos o nuestras necesidades. Tal vez aquello era mejor para nosotros porque nos hacía valorar y disfrutar plenamente lo poco que conseguíamos tener en nuestras manos.
Ahora en esto generalmente se ha pasado al otro extremo, los niños reciben regalos todo el año, por el santo, por el cumpleaños, por el verano, por los Reyes, y eso que además reciben sin dar nada a cambio, hace que ellos no puedan disfrutar plenamente de tanto elogio y tanta adulación. No es bueno esto, primero porque el derroche nunca es aconsejable, después porque se está acostumbrando al niño a no esforzarse en conseguir lo que recibe. Aunque se tenga una buena
situación económica los padres deberían criar a sus hijos, en el ahorro, en pedir lo que es más útil y necesario, evitando esas cosas superfluas que para nada necesita, y sobre todo el ganarse él con su esfuerzo, su mérito o su ahorro eso que sus padres le den.
Así cuando reciban un regalo pensarán primero que se lo han merecido, segundo que no ha sido un gasto excesivo para su familia y tercero que lo tienen que disfrutar a tope porque ha sido sobretodo el fruto de su esfuerzo y la recompensa de su familia.
Se sentirán como yo con mi Orbea, los amos del mundo, aunque fuera de segunda mano, pero lo más importante era que yo ya tenía mi bicicleta, para pasear, para hacer ejercicio y como no para chulearme un poco con las niñas que ya empezaba uno en conseguir su amistad y su afecto.
Eran otros tiempos pero también éramos felices con nuestras carencias y, sobretodo, soñábamos en un futuro más digno y más venturoso para todos.
Cuando yo tenia 10 años (1950), soñaba con tener un día una bicicleta, era como un deseo que dudaba llegara a conseguir porque había muy pocas bicicletas en mi pueblo, el precio nuevas era de 1000 pesetas, (seis, euros), y aquello era una cantidad que mis padres no podían dedicar para gastos superfluos.
Yo hacía aquel año el ingreso al bachiller y al aprobarlo mi padre me dijo: Ya tienes bicicleta. Le he comprado a mi amigo D. José el practicante, (Pepe el señorito), la suya que está casi nueva. Cuando yo fui a recogerla por la mañana, tuve uno de los momentos más felices de mi infancia. Estaba allí brillante, con un color rojo intenso, un manillar y unas llantas cromadas y relucientes, su faro, su, timbre, todo perfecto y como nuevo porque D. José era un hombre muy cuidadoso, la marca era Orbea, nunca se me olvidó. La cogí me monté en ella y en aquel momento yo era el niño más feliz del mundo.
Esto se lo cuento yo a mis nietos y no se lo creen porque su mundo, gracias a Dios, por lo menos en esto de los juguetes, de la atención de sus padres hacia su entretenimiento y su distracción ha cambiado una barbaridad en comparación a nuestros tiempos donde una muñeca de trapo o un caballo de cartón, el día de los Reyes era todo nuestro regalo al año,
Es cierto que cuanto más tenemos más queremos, o lo que es lo mismo cuanta más atención nos prestas y cuanto más nos consienten más inconformismo sentimos y menos aprecio e importancia le damos a todo aquello que recibimos.
Entonces es que no se podía y por tanto lo poco que se nos daba nos hacía inmensamente felices porque era nuestra manera de ir alcanzando, muy poco a poco, esos sueños que todo ser humano siente por mejorar lo que ya posee y ampliar, aunque lentamente, nuestros deseos, nuestros caprichos o nuestras necesidades. Tal vez aquello era mejor para nosotros porque nos hacía valorar y disfrutar plenamente lo poco que conseguíamos tener en nuestras manos.
Ahora en esto generalmente se ha pasado al otro extremo, los niños reciben regalos todo el año, por el santo, por el cumpleaños, por el verano, por los Reyes, y eso que además reciben sin dar nada a cambio, hace que ellos no puedan disfrutar plenamente de tanto elogio y tanta adulación. No es bueno esto, primero porque el derroche nunca es aconsejable, después porque se está acostumbrando al niño a no esforzarse en conseguir lo que recibe. Aunque se tenga una buena
situación económica los padres deberían criar a sus hijos, en el ahorro, en pedir lo que es más útil y necesario, evitando esas cosas superfluas que para nada necesita, y sobre todo el ganarse él con su esfuerzo, su mérito o su ahorro eso que sus padres le den.
Así cuando reciban un regalo pensarán primero que se lo han merecido, segundo que no ha sido un gasto excesivo para su familia y tercero que lo tienen que disfrutar a tope porque ha sido sobretodo el fruto de su esfuerzo y la recompensa de su familia.
Se sentirán como yo con mi Orbea, los amos del mundo, aunque fuera de segunda mano, pero lo más importante era que yo ya tenía mi bicicleta, para pasear, para hacer ejercicio y como no para chulearme un poco con las niñas que ya empezaba uno en conseguir su amistad y su afecto.
Eran otros tiempos pero también éramos felices con nuestras carencias y, sobretodo, soñábamos en un futuro más digno y más venturoso para todos.
sr manuel lara lemus
según sus datos soy dos ańos mayor que usted y que se conformaba con una bicicleta afortunada mente yo me conformaba con una comida si mis padres le daban algo de traer mas de cinco kilometros en las espaldas una carga de esparto ala romana para que podieramos comer una comida al dia esa misma propiedad de cinco kilometros la compre en el 2004 de 25 hectáreas las que boy mas o menos cada ańo boy y rezo brindándole que su hijo le a dado la gloria que es toque el deseaba pero no boy ala iglesia a rezar por nada me reporta asido por mi suerte o destino que mas satisfacion puedo yo tener que mis hijos y nietos tienen todo toque necesitan y mas porque yo mee movido para que ellos disfruten de lo que yo nunca e tenido de nińo y asta los quince años asin que un saludo
según sus datos soy dos ańos mayor que usted y que se conformaba con una bicicleta afortunada mente yo me conformaba con una comida si mis padres le daban algo de traer mas de cinco kilometros en las espaldas una carga de esparto ala romana para que podieramos comer una comida al dia esa misma propiedad de cinco kilometros la compre en el 2004 de 25 hectáreas las que boy mas o menos cada ańo boy y rezo brindándole que su hijo le a dado la gloria que es toque el deseaba pero no boy ala iglesia a rezar por nada me reporta asido por mi suerte o destino que mas satisfacion puedo yo tener que mis hijos y nietos tienen todo toque necesitan y mas porque yo mee movido para que ellos disfruten de lo que yo nunca e tenido de nińo y asta los quince años asin que un saludo
AUSIF no sabe cuánto me alegro de que sus hijos y nietos tengan ahora todo aquello que su padre no le pudo dar. Pero no me cabe la menor duda de que él no se lo diera no porque no supiera moverse e intentarlo como todo padre sino porque las circunstancias no eran las mismas y él no pudo darles todo lo que sin duda le hubiera encantado haber podido dárselas. Pero piense que todavía hay padres y hijos que lo están pasando muy mal, que tampoco tienen bicicleta y los que tenemos la suerte de poder darle a nuestros hijos muchas cosas tenemos que procurar que todos tengan su bicicleta. Vd. no reza en la Iglesia pero yo si porque aunque yo también he luchado y trabajado mucho por mi familia, como era mi obligación yo creo que todo no ha sido la suerte, creo que Dios, mi Dios, también ha puesto algo ahí y yo le expresó mi gratitud ayudando a los más necesitados. Porque yo no seré feliz hasta que todos tengan lo que necesitan, hasta qir todos tengamos bicicleta. Un cariñoso saludo y FELIZ NAVIDAD.
sr manuel
pues no culpo a mis padres que hicieran mas por que dio un salto a cataluya que es toque podia hacer referente ala relijion mi famili somos católicos y mi esposa va tododas las semanas sábado o domingo le digo que rece por mi que cuado yo boy ala iglesia es bautizos comuniones bodas y entierros por que yo considero que todas las religiones son iguales vivir con el cuento el papa reza por los pobres las guerras y ect.. ect.. es lo que da un saludo
pues no culpo a mis padres que hicieran mas por que dio un salto a cataluya que es toque podia hacer referente ala relijion mi famili somos católicos y mi esposa va tododas las semanas sábado o domingo le digo que rece por mi que cuado yo boy ala iglesia es bautizos comuniones bodas y entierros por que yo considero que todas las religiones son iguales vivir con el cuento el papa reza por los pobres las guerras y ect.. ect.. es lo que da un saludo