LA MADRE NATURALEZA...

LA MADRE NATURALEZA

Algo está fallando aquí porque estamos en los Santos y todavía llevamos la ropa de verano, estamos comiendo higos y hasta bañándonos en la playa. Cierto es que en los sitios de costeros el clima se dulcifica y sus temperaturas son más cálidas y moderadas pero lo de este año es algo anormal aquí y, por lo que me dicen mis hijos, también en el resto de España.
Se habla mucho del cambio climático, a se habló bastante de la capa de ozono, que decían haber solucionado, pero lo cierto es poco a poco nos estamos convirtiendo en un desierto y aquí en el sur será donde primero lleguen a cambiar los Land Rover por los camellos. Eso será dentro de unas cuantas décadas, tal vez siglos, pero indiscutiblemente si no se ponen remedios, que será difícil,
a eso vamos encaminados.

Decía yo antes lo de los higos porque toda la vida en Septiembre, por la feria de mi pueblo Fuensanta se terminaba la recogida de este fruto, que a mi Sra le encanta, pero es que ayer compré yo aquí en Estepona, en una frutería un kilo de higos esteponeros y me dijo el frutero que si no llueve a lo mejor todo el mes de noviembre los va a poder vender porque precisamente la ausencia de lluvia y las altas temperaturas en estas época del año han hecho que las higueras produzcan otra nueva cosecha de este dulce y jugoso fruto.

O sea que al paso que vamos lo de que Navidad cayó en agosto perece ser que podría convertir se en una auténtica realidad. A mi me encanta eso, yo soy amante del calor y el sol pero reconozco que tampoco se puede cambiar el orden de la naturaleza porque entonces se producirían una serie de desajustes y de desequilibrios que podrían poner en peligro la vida y la seguridad de nuestro planeta.

Así que aunque haya cosas que nos agraden, si no son naturales, más vale conformarse con las auténticas, las de siempre, las de toda la vida y hacer lo posible por conservarlas, transmitirlas y mejorarlas para el futuro porque nuestra felicidad, la de nuestros hijos y nietos, y la de las futuras generaciones, dependen de que ese futuro esté basado en el orden y el equilibrio de la madre naturaleza. Por tanto el calor para verano, el frío para el invierno, las rebeca y las flores en primavera y por los santos las mangas largas y el chaleco, los buñuelos y las castañas....