LA VIEJA ESTACIÓN.
En1890 se iniciaron las obras de primer tramo del ferrocarril Salamanca Ávila; dicho tramo llegó hasta Peñaranda de Bracamonte, este se inauguró en 1906 las obras tardaron más de 30 años en realizarse en su totalidad, la concesión de dichas obras se la llevó una empresa de capital británico, que solo llegó a construir 40 k. las obras quedaron paradas bastantes años hasta que el estado se hizo cargo de su construcción; ante la incapacidad de la empresa británica. Dicha línea, en su totalidad se inauguró en 1926.
El estilo es modernista (dice la Vikipedia) aunque recuerda mucho el estilo de las construcciones inglesas, en fabrica de ladrillo visto, con torretas y relieves enmarcando las puertas, y ventanas, no es de extrañar ya que el ingeniero era de dicha nacionalidad.
Debió de ser un salto importante para la zona, ya que hasta entonces se tenían que trasladar a la capital en carros, nuestra estación constaba del edificio principal con un departamento para el público, con unos bancos de madera, pegados a las paredes, una bascula de gran tamaño, y la ventanilla por donde nos despachaban los billetes, otro departamento desde donde se atendía al público y otro anexo para oficina, en invierno tenían una estufa de carbón, que si hacía mucho frio como éramos niños nos dejaban calentarnos, en el segundo piso estaba la vivienda para el jefe de estación.
En la fachada principal, un hermoso reloj, ya desaparecido. y una campana que agitando una cadena sonaba para avisar eso de “viajeros al tren”
A unos metros de distancia un pequeño edificio, del mismo estilo, albergaba los servicios, de esos tan incómodos, con un agujero en el suelo, no recuerdo como resolverían el problema del agua, seguramente tendrían algún depósito.
Esta estación era atendida, como digo, por el jefe de estación, un factor, que no sé qué papel desempeñaba, el guardagujas para el cambio de vías, y él, guardabarrera, (yo la que conocí era mujer) encargada de poner y quitar una cadena para dejar expedita la carretera cuando no pasaba el tren, y que pudieran pasar los demás vehículos, el guarda agujas a cierta distancia de la estación disponía de una casetita pequeña, sin puerta, sería para refugiarse en días de lluvia, dicha casita era nuestra preferida para jugar, y nos gustaba poner monedas en la vía para que al pasar el tren las “planchara” también andar por los raíles para ver quién aguantaba más rato sin perder el equilibrio; ahora siento vértigo de pensar, en lo peligroso de esos juegos, antes los padres no estaban tan pendientes de nosotros, nos dirían que no fuéramos a dichos sitios, pero es sabido que de niños no se ve el peligro. Por suerte nunca pasó nada.
En época de ferias, en la capital, ponían un tren especial para que las personas que iban a ver la corrida de toros pudiera volver en él, se le conocía como tren torero, como llegaba de noche, los jóvenes iban a esperarlo como divertimiento, dando lugar a bromas, ya que había una pequeña distancia, como 700 metros, y escasa luz, por lo que los chicos gustaban de asustar a las chicas.
En la actualidad, dicha estación ya no tiene personal que la atienda, sigue funcionando para distancias cortas, creo que todavía para algún tren que llega hasta Madrid, pero los trenes de alta velocidad no paran, la estación se está deteriorando, la han arreglado varias veces, pero el vandalismo acabará con ella.
Como dato curioso en Nador y Celuaán Marruecos, hay dos estaciones esxactamente iguales, bueno, estas revocadas en blanco, no se como se pasan, si alguno tiene curiosidad, que busque en internet, tienen hasta los "autos"esperando, de la época en que fueron construidas.
En1890 se iniciaron las obras de primer tramo del ferrocarril Salamanca Ávila; dicho tramo llegó hasta Peñaranda de Bracamonte, este se inauguró en 1906 las obras tardaron más de 30 años en realizarse en su totalidad, la concesión de dichas obras se la llevó una empresa de capital británico, que solo llegó a construir 40 k. las obras quedaron paradas bastantes años hasta que el estado se hizo cargo de su construcción; ante la incapacidad de la empresa británica. Dicha línea, en su totalidad se inauguró en 1926.
El estilo es modernista (dice la Vikipedia) aunque recuerda mucho el estilo de las construcciones inglesas, en fabrica de ladrillo visto, con torretas y relieves enmarcando las puertas, y ventanas, no es de extrañar ya que el ingeniero era de dicha nacionalidad.
Debió de ser un salto importante para la zona, ya que hasta entonces se tenían que trasladar a la capital en carros, nuestra estación constaba del edificio principal con un departamento para el público, con unos bancos de madera, pegados a las paredes, una bascula de gran tamaño, y la ventanilla por donde nos despachaban los billetes, otro departamento desde donde se atendía al público y otro anexo para oficina, en invierno tenían una estufa de carbón, que si hacía mucho frio como éramos niños nos dejaban calentarnos, en el segundo piso estaba la vivienda para el jefe de estación.
En la fachada principal, un hermoso reloj, ya desaparecido. y una campana que agitando una cadena sonaba para avisar eso de “viajeros al tren”
A unos metros de distancia un pequeño edificio, del mismo estilo, albergaba los servicios, de esos tan incómodos, con un agujero en el suelo, no recuerdo como resolverían el problema del agua, seguramente tendrían algún depósito.
Esta estación era atendida, como digo, por el jefe de estación, un factor, que no sé qué papel desempeñaba, el guardagujas para el cambio de vías, y él, guardabarrera, (yo la que conocí era mujer) encargada de poner y quitar una cadena para dejar expedita la carretera cuando no pasaba el tren, y que pudieran pasar los demás vehículos, el guarda agujas a cierta distancia de la estación disponía de una casetita pequeña, sin puerta, sería para refugiarse en días de lluvia, dicha casita era nuestra preferida para jugar, y nos gustaba poner monedas en la vía para que al pasar el tren las “planchara” también andar por los raíles para ver quién aguantaba más rato sin perder el equilibrio; ahora siento vértigo de pensar, en lo peligroso de esos juegos, antes los padres no estaban tan pendientes de nosotros, nos dirían que no fuéramos a dichos sitios, pero es sabido que de niños no se ve el peligro. Por suerte nunca pasó nada.
En época de ferias, en la capital, ponían un tren especial para que las personas que iban a ver la corrida de toros pudiera volver en él, se le conocía como tren torero, como llegaba de noche, los jóvenes iban a esperarlo como divertimiento, dando lugar a bromas, ya que había una pequeña distancia, como 700 metros, y escasa luz, por lo que los chicos gustaban de asustar a las chicas.
En la actualidad, dicha estación ya no tiene personal que la atienda, sigue funcionando para distancias cortas, creo que todavía para algún tren que llega hasta Madrid, pero los trenes de alta velocidad no paran, la estación se está deteriorando, la han arreglado varias veces, pero el vandalismo acabará con ella.
Como dato curioso en Nador y Celuaán Marruecos, hay dos estaciones esxactamente iguales, bueno, estas revocadas en blanco, no se como se pasan, si alguno tiene curiosidad, que busque en internet, tienen hasta los "autos"esperando, de la época en que fueron construidas.