LAS BIZCOTELAS DE ENCARNA...

LAS BIZCOTELAS DE ENCARNA

Hubo en nuestro pueblo una confitería que regentaban dos hermanas Mercedes y Encarna Santiago, (la gorda) ubicada en la calle Real, en el edificio que construcción hace unos años Javier Marchal, y que elaboraban unos dulces extraordinarios que venían a comprar los vecinos de los pueblos limítrofes y que uno en especial, las famosas bizcotelas de Encarna, eran el producto estrella famoso por toda la provincia de Jaén porque eran imposibles de imitar y de elaborar con la textura, el sabor, y la perfección con que las hacían estas confiteras en Fuensanta.

Era de las dos Encarna la directora y ejecutora de aquel negocio que ellas heredaron de su padre y, que al ser solteras ambas, se dedicaron de lleno a la fabricación y venta de los dulces en nuestro pueblo y en otros de la zona. Eran unas bizcotelas que se deshacían en la boca y que cuando se las introducía en un vaso de leche o de chocolate absorbían casi totalmente el líquido y se convertían en un auténtico manjar. Encarna las vendía para fuera y yo creo que ya en aquella época hasta fueron a venderse en Barcelona donde estas mujeres tenían un hermano llamado D. Fidel, que fue profesor muchos años en nuestro pueblo, su pueblo natal, por cierto mi primer Maestro, y que marcharía de traslado a Barcelona para buscar mejor futuro a sus cuatro hijos, dos varones y dos hembras, de los que solo quedan 3 porque el mayor de los hermanos Fidel falleció ya hace muchos años. Aprovecho y desde aquí a todos ellos les envío un abrazo muy fuerte y el reconocimiento de mi más sincera amistad y recuerdo para todos,

Elaboraba encarna toda clase de dulces, roscos, piononos, pestiños, peladillas y turrón de almendra este junto con las bizcotelas eran de una calidad extraordinaria. Cuando llegaba la feria del pueblo Encarna ponía un puesto en la Plaza de Arriba para competir con los turroneros que de Torredelcampo y otros pueblos acudían a la feria a vender sus productos y yo recuerdo que la barras de turrón que presentaba Encarna tenían un grosor de al menos 10 ctms de ancho, de forma totalmente cuadrada, y de una longitud de 60 ó 70 ctms. que ella cortaba con un cuchillo especial y que vendía al peso según quisiera el cliente. Era siempre turrón de almendra duro o blando que era imposible encontrar algo igual en el mercado.

Fue Encarna una mujer muy luchadora y emprendedora, era muy amiga de mi padre, y recuerdo que ella tal vez fuera la primera mujer de Fuensanta que se sacó el carnet de conducir y se compró un coche Renault Daufine que ella paseaba orgullosa por su pueblo recuerdo que la cochera la tenía al lado de la tienda de Anselmo y junto también al callejón del chorrillo.

Tuvo Encarna un empleado que aprendió el oficio y se estableció en Martos donde todavía al menos sus hijos tienen negocio de confitería se trata de Manuel Martín Camacho, pariente mío, hijo de José Antonio el municipal y de Estrella Camacho, que copió las recetas de sus dulces pero yo no se si en las bizcotelas también la consiguió, a mi me dijeron que esa receta Encarna y su hermana no quisieron que nadie la copiara. Fuensanta siempre fue un pueblo emprendedor y diferente a los que nos rodean y aunque pequeño siempre dio muestras de su saber hacer y de sus iniciativas que le hacían distinto a los demás. Y es que los fuensanteños seguramente que estamos protegidos por nuestra Virgen de la Fuensanta y por el agua bendita de nuestra sin par Fuente de la Negra.