EL RÍO
Casi todos los pueblos tienen su río, o arroyo, que le cruza de arriba a abajo y el mío también lo tiene aunque este de vez en cuando, a lo largo del tiempo, nos ha venido demostrando que cuando se enfada nos hace pasar un gran susto aunque hasta ahora, que yo sepa, siempre respetó a sus habitantes ya que nunca que hubo inundaciones se produjo ningún daño a un fuensanteño en su físico aunque si, y muchos, en su vivienda, en su coche finca o en sus propiedades.
El río que antiguamente era el que solucionaba, por si solo, muchos servicios públicos sin gasto alguno para el contribuyente, también tenía sus inconvenientes pero como estos se producían muy de tarde en tarde a nosotros siempre nos parecía muy útil y hasta beneficioso.
Era nuestro río el recogedor de la basura, el lavadero para nuestras madres, la lección de ciencias naturales constante para los niños, la playa imaginaria que nos permitía bañarnos en sus pozas y chilancos y hasta el lago donde por donde paseaban los patos de los vecinos a lo largo del día.
Los juncos, las cañas, las ovas, los cabezorros, las ranas, las libélulas, las ratas, las lagartijas eran nuestra particular flora y fauna municipal.
Era tan importante nuestro río que hasta en el verano, cuando el calor apretaba, por la noche refrescaba el entorno de su cauce y hacía que las noches de Agosto, a lo largo del paseo de la Fuente de la Negra, fuesen tan agradables, se llenaban de familias que bajaban con su botijo para pasar allí unas horas de “ gratuito aire acondicionado” y llevarse hacia la cama el agua del “particular frigorífico” de los caños de nuestra fuente.
El río de la Virgen, nuestro río, en aquella época estaba natural, no había nada que le cubriera y se paseaba gozoso por todo nuestro pueblo como si se sintiera orgulloso de ser el río de los fuensanteños y de formar parte importante del paisaje local.
Pero vino el progreso, se empezó cubriendo primero un trozo y después todo el tramo que va desde el puente a la Vadera y posteriormente se fue canalizando, recubriendo de cemento todo el cauce y las paredes y se perdió todo aquel encanto primitivo y natural que tenía, los niños ya no pueden jugar en él, los animales ya perdieron su hábitat, el frescor se transformó en calor y este ya no es mi río, me lo han cambiado.
Estoy de acuerdo que en base a protegernos, ante una de sus peligrosas crecidas y desbordamientos, había que hacerlo, había que modernizarlo, había que adaptarlo al progreso pues ya no servía de lavadero, ya no servía de basurero, ya no servía de depósito de agua para el uso doméstico y ni siquiera la fuente servía ya de frigorífico porque el frio ya lo teníamos en casa. Pero que queréis que os diga a mi me gustaba más aquél río creo que era un rio más güai..
Casi todos los pueblos tienen su río, o arroyo, que le cruza de arriba a abajo y el mío también lo tiene aunque este de vez en cuando, a lo largo del tiempo, nos ha venido demostrando que cuando se enfada nos hace pasar un gran susto aunque hasta ahora, que yo sepa, siempre respetó a sus habitantes ya que nunca que hubo inundaciones se produjo ningún daño a un fuensanteño en su físico aunque si, y muchos, en su vivienda, en su coche finca o en sus propiedades.
El río que antiguamente era el que solucionaba, por si solo, muchos servicios públicos sin gasto alguno para el contribuyente, también tenía sus inconvenientes pero como estos se producían muy de tarde en tarde a nosotros siempre nos parecía muy útil y hasta beneficioso.
Era nuestro río el recogedor de la basura, el lavadero para nuestras madres, la lección de ciencias naturales constante para los niños, la playa imaginaria que nos permitía bañarnos en sus pozas y chilancos y hasta el lago donde por donde paseaban los patos de los vecinos a lo largo del día.
Los juncos, las cañas, las ovas, los cabezorros, las ranas, las libélulas, las ratas, las lagartijas eran nuestra particular flora y fauna municipal.
Era tan importante nuestro río que hasta en el verano, cuando el calor apretaba, por la noche refrescaba el entorno de su cauce y hacía que las noches de Agosto, a lo largo del paseo de la Fuente de la Negra, fuesen tan agradables, se llenaban de familias que bajaban con su botijo para pasar allí unas horas de “ gratuito aire acondicionado” y llevarse hacia la cama el agua del “particular frigorífico” de los caños de nuestra fuente.
El río de la Virgen, nuestro río, en aquella época estaba natural, no había nada que le cubriera y se paseaba gozoso por todo nuestro pueblo como si se sintiera orgulloso de ser el río de los fuensanteños y de formar parte importante del paisaje local.
Pero vino el progreso, se empezó cubriendo primero un trozo y después todo el tramo que va desde el puente a la Vadera y posteriormente se fue canalizando, recubriendo de cemento todo el cauce y las paredes y se perdió todo aquel encanto primitivo y natural que tenía, los niños ya no pueden jugar en él, los animales ya perdieron su hábitat, el frescor se transformó en calor y este ya no es mi río, me lo han cambiado.
Estoy de acuerdo que en base a protegernos, ante una de sus peligrosas crecidas y desbordamientos, había que hacerlo, había que modernizarlo, había que adaptarlo al progreso pues ya no servía de lavadero, ya no servía de basurero, ya no servía de depósito de agua para el uso doméstico y ni siquiera la fuente servía ya de frigorífico porque el frio ya lo teníamos en casa. Pero que queréis que os diga a mi me gustaba más aquél río creo que era un rio más güai..
Sr. Lara: ¿. Cómo se llama su río?. ¿De quién es afluente?
Mi querido río es muy pequeño, más que río arroyo, ahora solo lleva agua en parte del otoño, invierno y parte de primavera, aunque a veces puede sorprender y tras una tormenta producida kilómetros arriba del municipio, que está enclavado en un valle encajado entre terreno montañoso puede producir, y de hecho ha habido varias riadas a lo largo de la historia, que han hecho destrozos materiales importantísimos aunque también es verdad que los fuensanteños no sufrieron en ellas el menor daño, gracias a Dios. Este rió-arroyo llamado de la Virgen va a desembocar en el rió Bívoras y este a su vez es un afluente del río de Jaén, o sea del maravilloso Guadalquivir. Saludos Sr. Angel
Sr. Lara. Le he preguntado por el. nomre de su río porque no es normal que se llam La VIRGEN' Es curioso
GRACIAS
GRACIAS