TRADICION DEL CORPUS
PEGALAJAR
El Corpus Christi es una fiesta religiosa en la que como tantas otras, han convivido elementos mágicos, muy presentes en la cultura popular. En España comenzó a extenderse por el siglo XIV y, ya en el siglo XV,
Desde la baja Edad Media, el elemento vegetal estaba muy presente en esta fiesta. Los suelos se cubrían con juncias y otras hierbas, las macetas festonean el recorrido de la procesión y su vegetación adornaba las puertas y balcones de las casas. En Pegalajar durante el recorrido de la procesión, la gente hacía "porras" con la juncia que alfombra el suelo, una especie de arma con un sentido exorcista para defender lo divino frente a las fuerzas del mal..
En la Edad Moderna, los danzarines pegalajeños del Corpus -especie de diablillos con máscara y cascabeles- eran requeridos a otras poblaciones por lo vistoso de su danza, acompañada por música de laúd y tambor[33]. Sin embargo, lo que más caracterizaba al Corpus pegalajeño eran los "mondinguillos", muñecos hechos de trapo o paja, de tamaño natural, que se colocaban en los altares del Corpus. Solían ser la imagen de dos viejos de ambos sexos que, en principio, representarían a elementos del mal.
Los "mondinguillos" eran aprovechados también como instrumentos de crítica popular. Tal fue el caso del Corpus de 1944, cuando en el altar de la Plaza de La Laguna se colocaron dos "mondinguillos", un abuelo y una abuela. El abuelo, conocido como "Tío La Ricia" -quizás un elemento tradicional en el antiguo Corpus pegalajeño- portaba una estaca con la que amenazaba a la abuela y en la que podía leerse: "El lunes me lío con ella".
Era una crítica encubierta a las autoridades municipales en referencia a las obras del estanque de La Charca,, tan importante para los agricultores porque regaban sus huertas con ella, ya que siempre prometían que empezarían el lunes siguiente, pero nunca ese lunes llegaba..
PEGALAJAR
El Corpus Christi es una fiesta religiosa en la que como tantas otras, han convivido elementos mágicos, muy presentes en la cultura popular. En España comenzó a extenderse por el siglo XIV y, ya en el siglo XV,
Desde la baja Edad Media, el elemento vegetal estaba muy presente en esta fiesta. Los suelos se cubrían con juncias y otras hierbas, las macetas festonean el recorrido de la procesión y su vegetación adornaba las puertas y balcones de las casas. En Pegalajar durante el recorrido de la procesión, la gente hacía "porras" con la juncia que alfombra el suelo, una especie de arma con un sentido exorcista para defender lo divino frente a las fuerzas del mal..
En la Edad Moderna, los danzarines pegalajeños del Corpus -especie de diablillos con máscara y cascabeles- eran requeridos a otras poblaciones por lo vistoso de su danza, acompañada por música de laúd y tambor[33]. Sin embargo, lo que más caracterizaba al Corpus pegalajeño eran los "mondinguillos", muñecos hechos de trapo o paja, de tamaño natural, que se colocaban en los altares del Corpus. Solían ser la imagen de dos viejos de ambos sexos que, en principio, representarían a elementos del mal.
Los "mondinguillos" eran aprovechados también como instrumentos de crítica popular. Tal fue el caso del Corpus de 1944, cuando en el altar de la Plaza de La Laguna se colocaron dos "mondinguillos", un abuelo y una abuela. El abuelo, conocido como "Tío La Ricia" -quizás un elemento tradicional en el antiguo Corpus pegalajeño- portaba una estaca con la que amenazaba a la abuela y en la que podía leerse: "El lunes me lío con ella".
Era una crítica encubierta a las autoridades municipales en referencia a las obras del estanque de La Charca,, tan importante para los agricultores porque regaban sus huertas con ella, ya que siempre prometían que empezarían el lunes siguiente, pero nunca ese lunes llegaba..