SEPTIEMBRE YA LLEGÓ
Bueno, este año no podemos hablar de incorporación a nuestro trabajo, después de las vacaciones, porque el trabajo ha sido incierto y esas vacaciones, quien las ha disfrutado, ha sido de una forma poco atípica, ya que el Cobi 19 se ha encargado de trastornarlo todo, primero nuestra salud, después nuestro trabajo, nuestra vida, nuestras diversiones, nuestro ocio, nuestra sociedad, nuestra economía y nuestra seguridad y estabilidad futura, porque visto lo visto este viene para quedarse, para hacernos la vida imposible y para acabar con la tranquilidad, la paz y la normalidad del mundo mundial.
Ya se ha llevado la vida de al menos 30,000 españoles, y sigue con sus rebrotes arrebatándosela a muchos más día tras día.
Aquí al parecer nadie lo estamos haciendo bien, primero el gobierno que es el number one en todo el mundo en cuanto a datos desfavorables, después las autonomías a las que se han hecho responsables en la segunda fase, cuando si difícil es acertar unidos todos, como lo intentó el gobierno, mucho más difícil será hacerlo bien entre 17 gobiernos autonómicos. Y antes y siempre se nos culpa a nosotros, los ciudadanos, que después de haber estado confinados encasa durante 3 meses, al salir todo desorientados, hemos tenido que acatar mascarillas, lavados de manos, no poder tener espectáculos multitudinarios, las vacaciones de playa o de montaña, no celebrar las comuniones, las bodas, las fiestas y hasta los entierros como siempre se hacían toda la vida, y aunque una inmensa mayoría lo hemos cumplido, por esa minoría que no lo ha hecho, también somos todos los culpables de tanto mal. O sea que entre todos lo intentamos matar y el sigue a sus anchas sin que hayamos podido ni siquiera herir.
Lo que está claro es que visto lo visto nosotros no tenemos más remedio que intentar vivir con este enemigo invisible y traidor que que nos quiere aniquilar. Con mucho cuidado y cumpliendo todas las normas y las limitaciones que nos impongan tenemos que empezar a vivir, asumiendo el riesgo, pero no abandonando nuestra actividad, nuestro trabajo y nuestra vida, porque si nó estamos perdidos. Esperemos esa salvadora vacuna cuanto antes y pensemos que tal vez en lo que nos queda de año podamos avanzar y recuperar mucho de lo perdido y llegar al 2021 con un nuevo horizonte de esperanza y de normalidad. Y los creyentes que se lo pidan a su dios, porque eso nos viene bien a todos al menos en el ánimo, en el espíritu y en la relajación.
Yo cuando llega Septiembre, este Septiembre, no puedo menos que acordarme de los niños, de mis compañeros, y de los padres de los alumnos, porque las aulas abren sus puertas en un nuevo curso complicado, difícil, arriesgado e incierto, que todos tenemos que iniciar con tesón, con ilusión, con medidas de protección y de seguridad que permitan volver a la enseñanza de siempre, a la educación y la instrucción de nuestros niños para que su futuro sea todo lo feliz y lo maravilloso que todos deseamos.
Adelante todos contra este vicho, adelante sobre todo con nuestra "normalidad "vital y nuestra victoria final contra esta pandemia y con la recuperación total que tanto esperamos y deseamos.
Aquí yo como he venido haciendo años atrás empiezo mi particular curso, yo estaré en pantalla los lunes, los miércoles y los viernes con mis escritos y mis poesías, los fines de semana con unas frases que trataran de transmitir alguna enseñanza o consejo, y como siempre os envío mi gratitud y mi respeto a todos los que me lean y me sigan, les guste o no, porque a todos os tengo un gran aprecio.
Bueno, este año no podemos hablar de incorporación a nuestro trabajo, después de las vacaciones, porque el trabajo ha sido incierto y esas vacaciones, quien las ha disfrutado, ha sido de una forma poco atípica, ya que el Cobi 19 se ha encargado de trastornarlo todo, primero nuestra salud, después nuestro trabajo, nuestra vida, nuestras diversiones, nuestro ocio, nuestra sociedad, nuestra economía y nuestra seguridad y estabilidad futura, porque visto lo visto este viene para quedarse, para hacernos la vida imposible y para acabar con la tranquilidad, la paz y la normalidad del mundo mundial.
Ya se ha llevado la vida de al menos 30,000 españoles, y sigue con sus rebrotes arrebatándosela a muchos más día tras día.
Aquí al parecer nadie lo estamos haciendo bien, primero el gobierno que es el number one en todo el mundo en cuanto a datos desfavorables, después las autonomías a las que se han hecho responsables en la segunda fase, cuando si difícil es acertar unidos todos, como lo intentó el gobierno, mucho más difícil será hacerlo bien entre 17 gobiernos autonómicos. Y antes y siempre se nos culpa a nosotros, los ciudadanos, que después de haber estado confinados encasa durante 3 meses, al salir todo desorientados, hemos tenido que acatar mascarillas, lavados de manos, no poder tener espectáculos multitudinarios, las vacaciones de playa o de montaña, no celebrar las comuniones, las bodas, las fiestas y hasta los entierros como siempre se hacían toda la vida, y aunque una inmensa mayoría lo hemos cumplido, por esa minoría que no lo ha hecho, también somos todos los culpables de tanto mal. O sea que entre todos lo intentamos matar y el sigue a sus anchas sin que hayamos podido ni siquiera herir.
Lo que está claro es que visto lo visto nosotros no tenemos más remedio que intentar vivir con este enemigo invisible y traidor que que nos quiere aniquilar. Con mucho cuidado y cumpliendo todas las normas y las limitaciones que nos impongan tenemos que empezar a vivir, asumiendo el riesgo, pero no abandonando nuestra actividad, nuestro trabajo y nuestra vida, porque si nó estamos perdidos. Esperemos esa salvadora vacuna cuanto antes y pensemos que tal vez en lo que nos queda de año podamos avanzar y recuperar mucho de lo perdido y llegar al 2021 con un nuevo horizonte de esperanza y de normalidad. Y los creyentes que se lo pidan a su dios, porque eso nos viene bien a todos al menos en el ánimo, en el espíritu y en la relajación.
Yo cuando llega Septiembre, este Septiembre, no puedo menos que acordarme de los niños, de mis compañeros, y de los padres de los alumnos, porque las aulas abren sus puertas en un nuevo curso complicado, difícil, arriesgado e incierto, que todos tenemos que iniciar con tesón, con ilusión, con medidas de protección y de seguridad que permitan volver a la enseñanza de siempre, a la educación y la instrucción de nuestros niños para que su futuro sea todo lo feliz y lo maravilloso que todos deseamos.
Adelante todos contra este vicho, adelante sobre todo con nuestra "normalidad "vital y nuestra victoria final contra esta pandemia y con la recuperación total que tanto esperamos y deseamos.
Aquí yo como he venido haciendo años atrás empiezo mi particular curso, yo estaré en pantalla los lunes, los miércoles y los viernes con mis escritos y mis poesías, los fines de semana con unas frases que trataran de transmitir alguna enseñanza o consejo, y como siempre os envío mi gratitud y mi respeto a todos los que me lean y me sigan, les guste o no, porque a todos os tengo un gran aprecio.