EL VERANILLO DE SAN MARTÍN...

EL VERANILLO DE SAN MARTÍN

Hoy he querido distinguir a esta denominación popular, “veranillo de San Martín,” porque este año está siendo bastante generoso con nosotros, los enamorados de la playa y del baño en el mar, ya que estamos disfrutando, aquí en la Costa del Sol, de una prolongación muy gratificante de ese Verano que ya dio paso a su vecino Otoño hace unos días.
Siempre suele suceder, por estas fechas, que hay un aumento inesperado de las temperaturas que nos hace seguir utilizando las ropas de verano como si nos resistiéramos a meter en el armario todas las buenas sensaciones y recuerdos de esos días de vacaciones o de relax, disfrutados estos últimos meses, con nuestros seres queridos. Y es muy normal que un día caiga un chaparrón que nos sorprende con las chanclas o con el pantalón corto y que nos hace comprender que pasó la canícula pero, ¡oh! Sorpresa, al día siguiente sale el sol con una fuerza tremenda y nos da el respiro tan deseado de que todavía tenemos que aprovecharnos del sol de los membrillos o veranillo de San Martín.
Yo recuerdo que en mis años jóvenes cuando terminaba la feria de Fuensanta nos quedaban todavía las de los Villares y las de Jaén y procurábamos, si el tiempo nos lo permitía, seguir utilizando los atuendos veraniegos para alargar al máximo ese mini otoñal verano. Sería nuestra fuerza de juventud, seguramente, pero un simple jersey nos servía para justificar nuestra ilusoria convicción.
Y este año tan atípico y tan desgraciado donde nuestra vida se ha visto atacada y mermada en tantas cosas, además de la muerte de decenas de miiles de españoles esto del veranillo no se lo ha llevado el Void 19, aquí en Estepona estamos gozando sobremanera de él, ya que el agua, normalmente aquí fría, ahora en Septiembre-Octubre está limpia, transparente y menos fría.. Lo que pasa es que ya está desierta, ya no hay agobios, tan solo cuarenta o cincuenta enamorados de la mar que permanecemos fieles hasta el final, que hace unos cuantos veranos, fue el 16 de Diciembre el último día del año que nos bañamos. Y a mi me parece que esta año, con las limitaciones de este bicho y el tiempo que hace, puede que nos comamos los mantecados junto al mar. Aquí os espero.