MOHAMED
He de empezar diciendo que los árabes en general y los marroquíes en particular, no son santos de mi devoción porque los considero una raza rencorosa, traicionera, y excluyente, hasta el punto de que eliminan la vida de los demás pensando que esa acción, tan ignominiosa, en vez de merecerle un castigo les supone el premio de conseguir el cielo prometido por su dios.
Si ellos no respetan lo más sagrado que es la vida y integridad física de los demás no pueden contar con mi aplauso, ni mi complacencia, aunque yo si que los acepto y los respeto como seres humanos que conviven con nosotros en este mundo tan englobado y tan multirracial.
Sin embargo hay cosas entre los árabes que si que les convierten en un pueblo unido, en un pueblo defensor a ultranza de sus principios, de sus obligaciones y de su religión. Ahí si que nos llevan una gran y enorme distancia.
Veréis, el otro día entré yo en un locutorio de un moro, de los muchos que hay por aquí, porque necesitaba hacer unas fotocopia, era domingo y las demás fotocopiadoras del pueblo estaban cerradas, Entro y no veo al muchacho que lleva el negocio y, al acercarme al mostrador, había allí un moro mayor, posiblemente su padre, y yo le pregunto:
¿Donde está el chico?
Y el me respondió:
Está rezando.
Y efectivamente allí detrás del mostrador, tras un biombo, estaba Mohamed, un muchacho árabe de unos 20 años, cumpliendo con las obligaciones de su religión.
No me imagino yo a ningún ciudadano español, joven o mayor, rezando en la calle o en su puesto de trabajo rezando cada día u hora que se lo mande su religión, si es que la tiene, porque los moros son todos mahometanos pero los españoles somos católicos, ateos, evangelistas o protestantes, y hacemos lo que nos da la gana menos lo que nos manden.
Los moros no comen cerdo, no beben vino, ¿seríamos nosotros capaces de cumplir con preceptos similares a estos, durante toda la vida? Evidentemente no porque los católicos teníamos el ayuno y abstinencia de la cuaresma y ya eso ha desaparecido.
¿Quiere decir esto que los moros son estupendos y que teníamos que se como ellos? En absoluto, son tantas las barbaridades que a mi modo de entender encierra su religión que por nada del mundo
yo quisiera parecerme a ellos, en todo, pero lo que si está claro que ellos llevan sus obligaciones religiosas, culturales o patrióticas, a rajatabla, todo eso, nosotros nos lo pasamos por las narices.
Y así vamos, yo pienso, con mucha pena, que así nosotros no tenemos remedio..
He de empezar diciendo que los árabes en general y los marroquíes en particular, no son santos de mi devoción porque los considero una raza rencorosa, traicionera, y excluyente, hasta el punto de que eliminan la vida de los demás pensando que esa acción, tan ignominiosa, en vez de merecerle un castigo les supone el premio de conseguir el cielo prometido por su dios.
Si ellos no respetan lo más sagrado que es la vida y integridad física de los demás no pueden contar con mi aplauso, ni mi complacencia, aunque yo si que los acepto y los respeto como seres humanos que conviven con nosotros en este mundo tan englobado y tan multirracial.
Sin embargo hay cosas entre los árabes que si que les convierten en un pueblo unido, en un pueblo defensor a ultranza de sus principios, de sus obligaciones y de su religión. Ahí si que nos llevan una gran y enorme distancia.
Veréis, el otro día entré yo en un locutorio de un moro, de los muchos que hay por aquí, porque necesitaba hacer unas fotocopia, era domingo y las demás fotocopiadoras del pueblo estaban cerradas, Entro y no veo al muchacho que lleva el negocio y, al acercarme al mostrador, había allí un moro mayor, posiblemente su padre, y yo le pregunto:
¿Donde está el chico?
Y el me respondió:
Está rezando.
Y efectivamente allí detrás del mostrador, tras un biombo, estaba Mohamed, un muchacho árabe de unos 20 años, cumpliendo con las obligaciones de su religión.
No me imagino yo a ningún ciudadano español, joven o mayor, rezando en la calle o en su puesto de trabajo rezando cada día u hora que se lo mande su religión, si es que la tiene, porque los moros son todos mahometanos pero los españoles somos católicos, ateos, evangelistas o protestantes, y hacemos lo que nos da la gana menos lo que nos manden.
Los moros no comen cerdo, no beben vino, ¿seríamos nosotros capaces de cumplir con preceptos similares a estos, durante toda la vida? Evidentemente no porque los católicos teníamos el ayuno y abstinencia de la cuaresma y ya eso ha desaparecido.
¿Quiere decir esto que los moros son estupendos y que teníamos que se como ellos? En absoluto, son tantas las barbaridades que a mi modo de entender encierra su religión que por nada del mundo
yo quisiera parecerme a ellos, en todo, pero lo que si está claro que ellos llevan sus obligaciones religiosas, culturales o patrióticas, a rajatabla, todo eso, nosotros nos lo pasamos por las narices.
Y así vamos, yo pienso, con mucha pena, que así nosotros no tenemos remedio..