EL TEATRO
Es el teatro un espectáculo cultural que su origen se remonta a la historia de los tiempos, los griegos y los romanos ya nos dejaron sus circos y teatros que corroboran que ya en aquella época el teatro era una representación importantísima en aquella cultura.
En los años 1950, mi adolescencia en Fuensanta, ya disfrutábamos con la presencia de compañías de teatro que aparecían por el pueblo, en la época de la recolección de la aceituna, y nos deleitaban con aquellos sainetes graciosísimos y con aquellas obras de teatro tradicionales que nos elevaban unos cuantos grados por encima en nuestra casi inexistente cultura pueblerina tan necesaria de nuevos conocimientos, de nuevas experiencias que te ponían en contacto con el mundo intelectual que solo podíamos beber entonces en los libros y en las novelas por entregas, que capítulo a capítulo, te iban dejando en casa previo pago de su importe.
Entonces cuando la televisión no existía los cómicos tenían que hacer sus giras por los pueblos y ciudades para dar a conocer su arte y para poder asegurar su sustento. En Fuensanta existía un teatro del que aún quedan restos que era el que hay en la casa de Marcial que luego sus hijos convirtieron y explotaron como Pub.
Allí venían compañías de teatro y de cante flamenco que hacían las delicias de aquellos espectadores tan deseosos de diversión y de cultura que empleaban parte de sus jornales de la cosecha para enriquecer sus escasas vivencias de diversión y de ocio.
Han pasado muchos años, hemos avanzado en muchas cosas, y en esta campo de los teatros ya hay instalaciones de mucha categoría en todas las ciudades importantes de nuestro país, yo diría que de sobra porque no solo estas ciudades tienen un gran teatro, tienen también palacios de exposiciones y congresos, polideportivos y otras instalaciones que pueden servir para estos fines como casetas municipales y centros de usos múltiples, como pasa en pueblos pequeños como el nuestro. pero ya no hay cómicos que van de pueblo en pueblo, la televisión ha absorbido esta realidad y si se utiliza el teatro es, normalmente, en representaciones de aficionados noveles del pueblo de algún colegio, instituto u organización local. Esto a veces no justifica la inversión de grandes sumas de dinero público para tener unas instalaciones que luego no cumplen la misión fundamenta para la que fueron creadas.
Los ayuntamientos deberían hacer una apuesta por este tipo de cultura y dedicar alguna partida para facilitar el teatro profesional, en vivo y en directo, en sus instalaciones buscando a esas compañías, que todavía existen, y acercando el pueblo al escenario porque así es como se mastica la cultura y
la cultura es la mejor inversión para un municipio, y un país...
Es el teatro un espectáculo cultural que su origen se remonta a la historia de los tiempos, los griegos y los romanos ya nos dejaron sus circos y teatros que corroboran que ya en aquella época el teatro era una representación importantísima en aquella cultura.
En los años 1950, mi adolescencia en Fuensanta, ya disfrutábamos con la presencia de compañías de teatro que aparecían por el pueblo, en la época de la recolección de la aceituna, y nos deleitaban con aquellos sainetes graciosísimos y con aquellas obras de teatro tradicionales que nos elevaban unos cuantos grados por encima en nuestra casi inexistente cultura pueblerina tan necesaria de nuevos conocimientos, de nuevas experiencias que te ponían en contacto con el mundo intelectual que solo podíamos beber entonces en los libros y en las novelas por entregas, que capítulo a capítulo, te iban dejando en casa previo pago de su importe.
Entonces cuando la televisión no existía los cómicos tenían que hacer sus giras por los pueblos y ciudades para dar a conocer su arte y para poder asegurar su sustento. En Fuensanta existía un teatro del que aún quedan restos que era el que hay en la casa de Marcial que luego sus hijos convirtieron y explotaron como Pub.
Allí venían compañías de teatro y de cante flamenco que hacían las delicias de aquellos espectadores tan deseosos de diversión y de cultura que empleaban parte de sus jornales de la cosecha para enriquecer sus escasas vivencias de diversión y de ocio.
Han pasado muchos años, hemos avanzado en muchas cosas, y en esta campo de los teatros ya hay instalaciones de mucha categoría en todas las ciudades importantes de nuestro país, yo diría que de sobra porque no solo estas ciudades tienen un gran teatro, tienen también palacios de exposiciones y congresos, polideportivos y otras instalaciones que pueden servir para estos fines como casetas municipales y centros de usos múltiples, como pasa en pueblos pequeños como el nuestro. pero ya no hay cómicos que van de pueblo en pueblo, la televisión ha absorbido esta realidad y si se utiliza el teatro es, normalmente, en representaciones de aficionados noveles del pueblo de algún colegio, instituto u organización local. Esto a veces no justifica la inversión de grandes sumas de dinero público para tener unas instalaciones que luego no cumplen la misión fundamenta para la que fueron creadas.
Los ayuntamientos deberían hacer una apuesta por este tipo de cultura y dedicar alguna partida para facilitar el teatro profesional, en vivo y en directo, en sus instalaciones buscando a esas compañías, que todavía existen, y acercando el pueblo al escenario porque así es como se mastica la cultura y
la cultura es la mejor inversión para un municipio, y un país...