LONDRES
Es Londres, para mi, la ciudad Europea más especial y más distinta de todas cuantas he visitado porque tiene unas peculiaridades y unas características propias que la distinguen y le dan un atractivo muy particular no exento de algo de rancio y de anticuado aspecto por su forma de edificar, de conducir, de vestir, y por esa manera tan especial que tienen los ingleses de querer ser en todo distintos a los demás. Pero lo que si está claro es que esta ciudad atrae y marca, que la primera vez que la ves te parece un tanto rara y hasta antipática, pero que en la, medida que la vas conociendo y la vas recorriendo, en sucesivas ocasiones, cada vez te gusta más y llega a encantarte.
Nosotros hemos estado allí ya tres veces y la verdad es que no descartamos hacer alguna otra escapada a la ciudad del Támesis.
Es muy señorial, tiene muchos monumentos, plazas, jardines, museos, toda la belleza que le da el río, sus puentes, y la magnificencia del Palacio Real (Buckingham) de visita obligada, la catedral de San Pablo, o el parlamento con el Big Ben, o el puente de Londres. Plazas zomo Picadilly Circus, Trafalgar Scuare o la Abadía de Weshminster que uno no puede dejar de ver y admirar.
El Museo de Ciencias Naturales British Museum, y la Galería Nacional de pintura (The National Galery) son también lugares para enriquecer nuestros conocimientos artísticos o culturales.
La verdad es que uno se siente muy bien en una ciudad que por rara y por distinta parece que nos invita a valorarla y a sentir una cierta envidia de eso que ellos llevan como gala ser pulcros, ser altivos, ser arrogantes aunque la verdad es que en el fondo son más feos que nosotros, más antipáticos, más orgullosos y más engreídos y eso desde luego ya les hace no ser ellos, los ciudadanos, tan valorados y admirados como la ciudad, porque lo que si se les ve, por encima del hombro, es que a nosotros los españoles nos menosprecian y nos tratan con poco respeto y con ninguna simpatía.
Una de las cosas que no toleran es que vayas allí y no les hables en inglés, porque desde luego en un bar, en la calle o con un taxista tu tienes problemas a la hora de que te atiendan y te escuchen si no les hablas en su idioma. Eso es una falta de educación que dice muy mal de ellos que se creen los dueños del mundo.
Mira si son indeseables que aquí en España cuando ellos vienen o cuando ellos viven por muchos años nunca aprenden el castellano, nunca se dignan aprenderlo ellos te siguen hablando en inglés y quieren que tú lo aprendas parta atenderlos a ellos. Yo veo aquí en Estepona donde vivo que en los supermercados las cajeras tienen que hablarles en inglés a ellos porque manifiestan no entender nada del español.
Sirva esta anécdota que os voy a contar ahora para que veáis que poco respeto y aprecio merecen los ingleses. Habíamos ido a un hotel durante una semana y nosotros observamos que allí había dos comedores uno bueno y otro peor. Logicamente nosotros desayunábamos y comíamos en el peor porque nuestro viaje era de lo más económico. Pero sucedió que un día por la mañana al desayunar no estaba abierto nada más que el comedor bueno y allí nos dijeron que desayunáramos. Aquello era una maravilla había de todo, buen jamón. buen queso, buenos embutidos, dulces, fruta y todo cuanto pudieras desear. Y logicamente nosotros dijimos hoy lo vamos a disfrutar, cogimos cuanto quisimos, lo llevamos a nuestra mesa y al momento viene una camarera, que además era de Albacete, y nos dice que nosotros no podíamos comer de todo sino que había al fondo una mesa que era la que nos correspondía coger los alimentos que hubiera allí. No me negaréis que la poca vergüenza y la humillación hacia nosotros era totalmente inaceptable porque nosotros en España hubiéramos sido incapaces en ningún hotel de hacer eso con un cliente máxime cuando la culpa fue de ellos por juntarnos a todos en un único comedor. Y entonces yo muy enfadado le dije la chica: Niña vas y le dices a tu jefe que he dicho yo que venga él a quitarme la comida. Sabéis que pasó que desayunamos tan ricamente porque allí no tuvo narices ningún ingles para venir a quitárnosla.
En definitiva si vas a Londres disfruta de la ciudad, de todo lo bonito que ella te ofrece pero pasa de los ingleses porque ellos van a pasar de ti y porque desde luego es lo que ellos se merecen. Y de paso que se vayan de Gibraltar y nos dejen aquí tranquilos.
Es Londres, para mi, la ciudad Europea más especial y más distinta de todas cuantas he visitado porque tiene unas peculiaridades y unas características propias que la distinguen y le dan un atractivo muy particular no exento de algo de rancio y de anticuado aspecto por su forma de edificar, de conducir, de vestir, y por esa manera tan especial que tienen los ingleses de querer ser en todo distintos a los demás. Pero lo que si está claro es que esta ciudad atrae y marca, que la primera vez que la ves te parece un tanto rara y hasta antipática, pero que en la, medida que la vas conociendo y la vas recorriendo, en sucesivas ocasiones, cada vez te gusta más y llega a encantarte.
Nosotros hemos estado allí ya tres veces y la verdad es que no descartamos hacer alguna otra escapada a la ciudad del Támesis.
Es muy señorial, tiene muchos monumentos, plazas, jardines, museos, toda la belleza que le da el río, sus puentes, y la magnificencia del Palacio Real (Buckingham) de visita obligada, la catedral de San Pablo, o el parlamento con el Big Ben, o el puente de Londres. Plazas zomo Picadilly Circus, Trafalgar Scuare o la Abadía de Weshminster que uno no puede dejar de ver y admirar.
El Museo de Ciencias Naturales British Museum, y la Galería Nacional de pintura (The National Galery) son también lugares para enriquecer nuestros conocimientos artísticos o culturales.
La verdad es que uno se siente muy bien en una ciudad que por rara y por distinta parece que nos invita a valorarla y a sentir una cierta envidia de eso que ellos llevan como gala ser pulcros, ser altivos, ser arrogantes aunque la verdad es que en el fondo son más feos que nosotros, más antipáticos, más orgullosos y más engreídos y eso desde luego ya les hace no ser ellos, los ciudadanos, tan valorados y admirados como la ciudad, porque lo que si se les ve, por encima del hombro, es que a nosotros los españoles nos menosprecian y nos tratan con poco respeto y con ninguna simpatía.
Una de las cosas que no toleran es que vayas allí y no les hables en inglés, porque desde luego en un bar, en la calle o con un taxista tu tienes problemas a la hora de que te atiendan y te escuchen si no les hablas en su idioma. Eso es una falta de educación que dice muy mal de ellos que se creen los dueños del mundo.
Mira si son indeseables que aquí en España cuando ellos vienen o cuando ellos viven por muchos años nunca aprenden el castellano, nunca se dignan aprenderlo ellos te siguen hablando en inglés y quieren que tú lo aprendas parta atenderlos a ellos. Yo veo aquí en Estepona donde vivo que en los supermercados las cajeras tienen que hablarles en inglés a ellos porque manifiestan no entender nada del español.
Sirva esta anécdota que os voy a contar ahora para que veáis que poco respeto y aprecio merecen los ingleses. Habíamos ido a un hotel durante una semana y nosotros observamos que allí había dos comedores uno bueno y otro peor. Logicamente nosotros desayunábamos y comíamos en el peor porque nuestro viaje era de lo más económico. Pero sucedió que un día por la mañana al desayunar no estaba abierto nada más que el comedor bueno y allí nos dijeron que desayunáramos. Aquello era una maravilla había de todo, buen jamón. buen queso, buenos embutidos, dulces, fruta y todo cuanto pudieras desear. Y logicamente nosotros dijimos hoy lo vamos a disfrutar, cogimos cuanto quisimos, lo llevamos a nuestra mesa y al momento viene una camarera, que además era de Albacete, y nos dice que nosotros no podíamos comer de todo sino que había al fondo una mesa que era la que nos correspondía coger los alimentos que hubiera allí. No me negaréis que la poca vergüenza y la humillación hacia nosotros era totalmente inaceptable porque nosotros en España hubiéramos sido incapaces en ningún hotel de hacer eso con un cliente máxime cuando la culpa fue de ellos por juntarnos a todos en un único comedor. Y entonces yo muy enfadado le dije la chica: Niña vas y le dices a tu jefe que he dicho yo que venga él a quitarme la comida. Sabéis que pasó que desayunamos tan ricamente porque allí no tuvo narices ningún ingles para venir a quitárnosla.
En definitiva si vas a Londres disfruta de la ciudad, de todo lo bonito que ella te ofrece pero pasa de los ingleses porque ellos van a pasar de ti y porque desde luego es lo que ellos se merecen. Y de paso que se vayan de Gibraltar y nos dejen aquí tranquilos.
Como siempre Sr. Lemus, genial en sus escritos, me gustan y me asombra la lucidez y habilidad que Vd. tiene para plasmar todas las vivencias, hace que las sintamos como nuestras.
Nosotros también viajamos en su día a Londres, maravillosa ciudad y ddebo decir para ser honesta, que íbamos con ese "miedo" de ser un poco "víctimas" de la antipatía de los ingleses, pues bien, nos llevamos una grata sorpresa, salimos a ver la ciudad y nos perdimos, sin saber nada de inglés y diluviando como casi siempre, solo sabíamos la calle del hotel, pues bien, preguntamos a un par de chicos jóvenes y ambos se volvieron locos, para ubicarnos, sacaron sus móviles y nos indicaron donde estábamos y que dirección coger.
Sin lugar a dudas tuvimos suerte, porque esa no debe ser la tónica general.
Buenas noches.
Nosotros también viajamos en su día a Londres, maravillosa ciudad y ddebo decir para ser honesta, que íbamos con ese "miedo" de ser un poco "víctimas" de la antipatía de los ingleses, pues bien, nos llevamos una grata sorpresa, salimos a ver la ciudad y nos perdimos, sin saber nada de inglés y diluviando como casi siempre, solo sabíamos la calle del hotel, pues bien, preguntamos a un par de chicos jóvenes y ambos se volvieron locos, para ubicarnos, sacaron sus móviles y nos indicaron donde estábamos y que dirección coger.
Sin lugar a dudas tuvimos suerte, porque esa no debe ser la tónica general.
Buenas noches.