VALMOJADO
Aunque estaba de vacaciones, y mi atalaya estaba descansando, hay momentos en los que la pluma no puede callar, y este es uno de ellos, por tanto lo aprovecho, lo recojo y lo guardo y lo sacaré cuando llegue el momento para todos vosotros. Y hoy llegó el momento, esto pasó hace ya 5 años.
Estoy en Valmojado un pueblecito de Toledo de unos 2500 habitantes en el que la proximidad a Madrid le ha convertido en un pueblo dormitorio donde sus calles de antiguas y viejas casas se han visto remozadas y modernizadas con chalets de edificios recientes y bonitas construcciones que dan nueva vida al ambiente y un cierto futuro más halagüeño para todos sus habitantes.
Pueblo castellano manchego muy tranquilo, muy acogedor, donde la gente te saluda al cruzarse contigo, y donde te tratan como uno más, aunque no te conozcan, demostrando aún ese respeto y esa educación que antaño era el orgullo y la norma de todos los ciudadanos de este maravilloso país.
Vine al nacimiento de una nieta mía y como he estado aquí unos 20 días he tomado nota de algunas peculiaridades que creo interesante resaltar porque pueden servirnos de referencia, y tal vez de ejemplo, de convivencia y de relaciones humanas, tan en desuso, que hablan de amistad, acercamiento y de unión, no de enfrentamiento y rencor.
El primer día que fui a tomar una copa en un bar del centro al entrar me sorprendió una gran bandera de España llena de firmas y de comentarios, de los clientes que por allí pasan, extendida sobre una pared. Y al adentrarme y acercarme al mostrador mi sorpresa fue aun mayor al ver estampado sobre el frigorífico un retrato de Franco.
Pido una caña observó el ambiente y veo al lado mío un cliente joven muy alto que pensaría al menos 200 kilos y justo a su lado otro más mayor, muy bajito que no pensaría ni 40. Un poco más allá un negro dominicano, un moro tomando te y un gitano joven, muy generoso que invitaba a varios clientes del pueblo con pinta de pudientes o al menos de empresarios locales Observo sus conversaciones y veo que todos se conocen, que todos se respetan, que se gastan bromas y que se respira un sano y agradable ambiente.
En días sucesivos me afianzó en el convencimiento de que la gente de este pueblo se encuentra allí muy a gusto y le digo al barman, un joven de unos 35 años que era el dueño del establecimiento: ¿Oiga me extraña ver que Vd no oculta su opción política y que al parecer eso no merma la buena marcha de su negocio. No es habitual ver esto por nuestro país?
Y él de forma amable y hasta orgullosa me contestó: Mire Vd aquí no tenemos ningún enfrentamiento político, todos nos conocemos y sabemos de qué pié cojea cada uno. Y por tanto no tenemos por qué ocultar nuestras ideas. Además como está el patio con respecto a los políticos que no se acuerdan de España sino de ellos mismos, menos aún.
Pues así seguimos y ultimamnete por desgracia mucho peor, a consecuencia de este maldito virus que nos ha arrebatado la vida, el tabajo, la alegría, las fiestas, diversiones y el bienestar, A ver si Dios y las vacunas nos devuelven ltodo lo perdido..
Aunque estaba de vacaciones, y mi atalaya estaba descansando, hay momentos en los que la pluma no puede callar, y este es uno de ellos, por tanto lo aprovecho, lo recojo y lo guardo y lo sacaré cuando llegue el momento para todos vosotros. Y hoy llegó el momento, esto pasó hace ya 5 años.
Estoy en Valmojado un pueblecito de Toledo de unos 2500 habitantes en el que la proximidad a Madrid le ha convertido en un pueblo dormitorio donde sus calles de antiguas y viejas casas se han visto remozadas y modernizadas con chalets de edificios recientes y bonitas construcciones que dan nueva vida al ambiente y un cierto futuro más halagüeño para todos sus habitantes.
Pueblo castellano manchego muy tranquilo, muy acogedor, donde la gente te saluda al cruzarse contigo, y donde te tratan como uno más, aunque no te conozcan, demostrando aún ese respeto y esa educación que antaño era el orgullo y la norma de todos los ciudadanos de este maravilloso país.
Vine al nacimiento de una nieta mía y como he estado aquí unos 20 días he tomado nota de algunas peculiaridades que creo interesante resaltar porque pueden servirnos de referencia, y tal vez de ejemplo, de convivencia y de relaciones humanas, tan en desuso, que hablan de amistad, acercamiento y de unión, no de enfrentamiento y rencor.
El primer día que fui a tomar una copa en un bar del centro al entrar me sorprendió una gran bandera de España llena de firmas y de comentarios, de los clientes que por allí pasan, extendida sobre una pared. Y al adentrarme y acercarme al mostrador mi sorpresa fue aun mayor al ver estampado sobre el frigorífico un retrato de Franco.
Pido una caña observó el ambiente y veo al lado mío un cliente joven muy alto que pensaría al menos 200 kilos y justo a su lado otro más mayor, muy bajito que no pensaría ni 40. Un poco más allá un negro dominicano, un moro tomando te y un gitano joven, muy generoso que invitaba a varios clientes del pueblo con pinta de pudientes o al menos de empresarios locales Observo sus conversaciones y veo que todos se conocen, que todos se respetan, que se gastan bromas y que se respira un sano y agradable ambiente.
En días sucesivos me afianzó en el convencimiento de que la gente de este pueblo se encuentra allí muy a gusto y le digo al barman, un joven de unos 35 años que era el dueño del establecimiento: ¿Oiga me extraña ver que Vd no oculta su opción política y que al parecer eso no merma la buena marcha de su negocio. No es habitual ver esto por nuestro país?
Y él de forma amable y hasta orgullosa me contestó: Mire Vd aquí no tenemos ningún enfrentamiento político, todos nos conocemos y sabemos de qué pié cojea cada uno. Y por tanto no tenemos por qué ocultar nuestras ideas. Además como está el patio con respecto a los políticos que no se acuerdan de España sino de ellos mismos, menos aún.
Pues así seguimos y ultimamnete por desgracia mucho peor, a consecuencia de este maldito virus que nos ha arrebatado la vida, el tabajo, la alegría, las fiestas, diversiones y el bienestar, A ver si Dios y las vacunas nos devuelven ltodo lo perdido..