LA MODA
Es la moda un invento de la sociedad de consumo que a través de los medios de comunicación, la propaganda y los anuncios, han conseguido extender una gran red que de alguna manera a todos nos atrapa, a todos nos enreda y a todos afecta.
, Siempre existió la propaganda, en cada época a su manera, que trataba de influenciar a la gente para que se compraran, se pusieran o lucieran, aquello que ellos previamente habían exhibido como
la moda de la temporada, y además cuádruple: primavera, verano, otoño e invierno.
Esto que afecta mucho más a los jóvenes que a los mayores, mucho más a las mujeres que a los hombres, indiscutiblemente donde tiene su financiación es en el bolsillo de las familias que son las que pagan esa casi impuesta, indirectamente, moda, todos los desfiles de modelos, las cuñas de radio o los anuncios de prensa y televisión porque el precio del producto en moda se eleva considerablemente, a pesar de lo cual, la gente prefiere comprar las marcas conocidas aunque su precio sea el más alto.
Claro que la moda, como todo, tiene sus altos y bajos y como en ello influye la situación de la economía y el poder adquisitivo de los ciudadanos, cuando hay una recesión una crisis como la que hemos atravesado y seguimos padeciendo la moda también se resiente, el consumidor baja considerablemente su listón y entonces no queda más remedio que acudir al mercadillo, o comercios de más bajo coste, para poder buscar, a otro nivel, la tendencia que la moda marca en ese momento.
A nosotros los mayores esto nos afecta bien poco, me refiero a los varones, porque a nuestras mujeres, aunque mayores también, siempre le seguirán atrayendo los escaparates.
De cualquier forma yo si que vengo observando que la moda cada vez va desapareciendo más de la calle, de las fiestas, de las celebraciones, ahora se prescinde mucha más que antes del traje, y la sociedad se confunde en un atuendo diverso y más ligero, que diluye bastante esa moda o aspecto que antes se lucía más colectivamente impregnando del mismo color o del mismo corte los atuendos de los individuos. Claro que yo creo que esto es totalmente beneficioso porque significa que la gente tiene su criterio propio, que se aleja de esa dirección aborregada que antes la moda le imprimía y que se atreve a llevar la prenda más cómoda, más barata y más funcional elegida por uno mismo y no por el escaparate de la tienda de la esquina.
Esto se llama libertad, también en el ámbito de la moda, y todo lo que aumente esa independencia del individuo es no solo bueno sino muy plausible y muy loable.
Es la moda un invento de la sociedad de consumo que a través de los medios de comunicación, la propaganda y los anuncios, han conseguido extender una gran red que de alguna manera a todos nos atrapa, a todos nos enreda y a todos afecta.
, Siempre existió la propaganda, en cada época a su manera, que trataba de influenciar a la gente para que se compraran, se pusieran o lucieran, aquello que ellos previamente habían exhibido como
la moda de la temporada, y además cuádruple: primavera, verano, otoño e invierno.
Esto que afecta mucho más a los jóvenes que a los mayores, mucho más a las mujeres que a los hombres, indiscutiblemente donde tiene su financiación es en el bolsillo de las familias que son las que pagan esa casi impuesta, indirectamente, moda, todos los desfiles de modelos, las cuñas de radio o los anuncios de prensa y televisión porque el precio del producto en moda se eleva considerablemente, a pesar de lo cual, la gente prefiere comprar las marcas conocidas aunque su precio sea el más alto.
Claro que la moda, como todo, tiene sus altos y bajos y como en ello influye la situación de la economía y el poder adquisitivo de los ciudadanos, cuando hay una recesión una crisis como la que hemos atravesado y seguimos padeciendo la moda también se resiente, el consumidor baja considerablemente su listón y entonces no queda más remedio que acudir al mercadillo, o comercios de más bajo coste, para poder buscar, a otro nivel, la tendencia que la moda marca en ese momento.
A nosotros los mayores esto nos afecta bien poco, me refiero a los varones, porque a nuestras mujeres, aunque mayores también, siempre le seguirán atrayendo los escaparates.
De cualquier forma yo si que vengo observando que la moda cada vez va desapareciendo más de la calle, de las fiestas, de las celebraciones, ahora se prescinde mucha más que antes del traje, y la sociedad se confunde en un atuendo diverso y más ligero, que diluye bastante esa moda o aspecto que antes se lucía más colectivamente impregnando del mismo color o del mismo corte los atuendos de los individuos. Claro que yo creo que esto es totalmente beneficioso porque significa que la gente tiene su criterio propio, que se aleja de esa dirección aborregada que antes la moda le imprimía y que se atreve a llevar la prenda más cómoda, más barata y más funcional elegida por uno mismo y no por el escaparate de la tienda de la esquina.
Esto se llama libertad, también en el ámbito de la moda, y todo lo que aumente esa independencia del individuo es no solo bueno sino muy plausible y muy loable.