LA ACEITUNA DE CORNEZUELO.
Nosotros los de Jaén, y en concreto los de la zona de Martos, que es la capital mundial del aceite de oliva, en la que se encuentra nuestro querido pueblo Fuensanta, nos sentimos privilegiados en todo lo que a la aceituna se refiere porque es algo, tan nuestro, que forma parte de nuestro paisaje, de nuestra economía y de nuestra vida. Así lo atestigua ese mar de olivos que adornan nuestros campos
y los bañan de ese verdor tan peculiar y característico.
Esos olivos no solo nos brindan su oro líquido, pilar económico fundamental de la economía de nuestro pueblo, y millones de jornales para la recolección, sino que nos permiten utilizar algunas variedades específicas para su consumo como aceituna de mesa.
En muchas fincas es corriente encontrar uno o varios olivos de aceituna de cornezuelo, gordal o manzanilla que son los que se utilizan para este fin.
Hoy yo voy a ocuparme de la aceituna de cornezuelo que, para los que no sean de nuestra tierra, es una aceituna larga, delgada y puntiaguda, que se asemeja algo a un cuerno, de ahí su nombre, y que es la primera que por nuestro pueblo se endulza precisamente, por ahora, la fecha de las fiestas de Septiembre al objeto de poderla disfrutar, en las comidas familiares, en las mesas de los fuensanteños esos días de nuestra maravillosa” fiesta del higo”.
Yo recuerdo como mi madre machacaba las aceitunas con un mazo de madera, sobre un pinete, también de madera, y después las ponía en una orza llena de agua y le iba cambiando el agua, muy a menudo, durante varios días hasta que perdían el amargor. Posteriormente les añadía los aliños necesarios, tomillo, orégano, ajo, cáscara de naranja y sal y ya esperar a que estuviesen sazonadas para su consumo.
Es la primera que se endulza aunque tiene casi más hueso que pulpa esta aceituna de mesa es muy sabrosa y muy preciada por toda la provincia de Jaén que es donde más se consume este tipo de aceituna. Hay que tener mucho cuidado, y mucha destreza, para preparar y conservar este alimento que hay que consumir cuanto antes, porque se suele ablandar en poco tiempo, pero lo que si es cierto es su sabor exquisito que la convierten en un auténtico manjar. Teniendo en cuenta esto es conveniente no preparar de una vez mucha cantidad y así evitar que se estropee.
Bueno pues a disfrutar de esas aceitunas caseras de cornezuelo y sobre todo de esas maravillosa feria en honor a nuestra patrona la Virgen de la Fuensanta..
Nosotros los de Jaén, y en concreto los de la zona de Martos, que es la capital mundial del aceite de oliva, en la que se encuentra nuestro querido pueblo Fuensanta, nos sentimos privilegiados en todo lo que a la aceituna se refiere porque es algo, tan nuestro, que forma parte de nuestro paisaje, de nuestra economía y de nuestra vida. Así lo atestigua ese mar de olivos que adornan nuestros campos
y los bañan de ese verdor tan peculiar y característico.
Esos olivos no solo nos brindan su oro líquido, pilar económico fundamental de la economía de nuestro pueblo, y millones de jornales para la recolección, sino que nos permiten utilizar algunas variedades específicas para su consumo como aceituna de mesa.
En muchas fincas es corriente encontrar uno o varios olivos de aceituna de cornezuelo, gordal o manzanilla que son los que se utilizan para este fin.
Hoy yo voy a ocuparme de la aceituna de cornezuelo que, para los que no sean de nuestra tierra, es una aceituna larga, delgada y puntiaguda, que se asemeja algo a un cuerno, de ahí su nombre, y que es la primera que por nuestro pueblo se endulza precisamente, por ahora, la fecha de las fiestas de Septiembre al objeto de poderla disfrutar, en las comidas familiares, en las mesas de los fuensanteños esos días de nuestra maravillosa” fiesta del higo”.
Yo recuerdo como mi madre machacaba las aceitunas con un mazo de madera, sobre un pinete, también de madera, y después las ponía en una orza llena de agua y le iba cambiando el agua, muy a menudo, durante varios días hasta que perdían el amargor. Posteriormente les añadía los aliños necesarios, tomillo, orégano, ajo, cáscara de naranja y sal y ya esperar a que estuviesen sazonadas para su consumo.
Es la primera que se endulza aunque tiene casi más hueso que pulpa esta aceituna de mesa es muy sabrosa y muy preciada por toda la provincia de Jaén que es donde más se consume este tipo de aceituna. Hay que tener mucho cuidado, y mucha destreza, para preparar y conservar este alimento que hay que consumir cuanto antes, porque se suele ablandar en poco tiempo, pero lo que si es cierto es su sabor exquisito que la convierten en un auténtico manjar. Teniendo en cuenta esto es conveniente no preparar de una vez mucha cantidad y así evitar que se estropee.
Bueno pues a disfrutar de esas aceitunas caseras de cornezuelo y sobre todo de esas maravillosa feria en honor a nuestra patrona la Virgen de la Fuensanta..