ACADEMIA DE BAILE
El baile era en los pueblos como una necesidad imprescindible para poder asistir a una fiesta con los amigos, para poder ligar y en definitiva para acercarte a las mujeres que en aquella época era poco menos que imposible. De ahí que procurásemos todos aprender a bailar y llegar a interpretarlo de forma suficiente como para que fueses preferido como pareja con cualquier chavala a la que te acercaras a sacar a bailar. Era el baile además el más fácil de los caminos para llegar a tocar a una mujer, cogerle la mano y con un poco de suerte hasta rozar los cuerpos porque eso si que era difícil en aquella época.
Así es que el que no aprendiera a bailar quedaba fuera de todo este ambiente social necesario, y yo diría que imprescindible, para poder contar con el género femenino y poder emprender el camino de las relaciones amorosas con alguna posibilidades de éxito.
Era el baile entonces imprescindible en cualquier lugar, aldea, pueblo o terruño, porque había que fomentar de aquella manera el único evento que olía a. acercamiento de la juventud. Se celebraba con la presencia de las madres o carabinas que eran las que vigilaban y aseguraban la cuasi total pureza de los participantes y además había que ir a pedir a la pareja si quería bailar contigo y soportar que te diera calabazas y se negara a querer hacerlo. Se bailaba con acordeón, con organillo o con orquesta y ha veces había que recorrer kms andando para poder asistir a un baile.
Ahora todo ha cambiado en este aspecto de una forma absoluta, ahora hay discotecas en las que cada uno puede bailar solo o en pareja, agarrado o suelto, y no hay que pedir a nadie que baile, todo el que lo desea lo hace pero eso si, sin acordeón, sin músicos y pagando una entrada y unas consumiciones elevadas de precio.. El nuestro era un baile más económico y más excitante.
Y además ahora, entre la gente mayor, hay un cierto empeño por bailar mejor que el vecino, la pareja amiga o el grupo de nuestra reunión, y para eso surgieron las academias de baile que son esos sitios de todo el que va aprende a bailar igual, y resulta monótono, un tanto repetitivo y hasta cansino, que en la pista las parejas utilicen por separado idéntica coreografía cuando lo bonito, lo natural y lo auténtico, sería que cada cual utilice su propia manera de interpretar la melodía incorporando a sus movimientos su particular forma de concebirla.
Yo que quieren que les diga, que estoy totalmente en favor del baile, que es bueno que la gente baile y si a ellos les parece bien que lo hagan a través de una academia. Que haya muchas discotecas y salones de baile en las ciudades, pero para mi como aquel baile “agarrao” de mi juventud, donde uno solo necesitaba una baldosa para realizarlo, no hay otro, Y donde esté aquel que se quiten todos los demás.
El baile era en los pueblos como una necesidad imprescindible para poder asistir a una fiesta con los amigos, para poder ligar y en definitiva para acercarte a las mujeres que en aquella época era poco menos que imposible. De ahí que procurásemos todos aprender a bailar y llegar a interpretarlo de forma suficiente como para que fueses preferido como pareja con cualquier chavala a la que te acercaras a sacar a bailar. Era el baile además el más fácil de los caminos para llegar a tocar a una mujer, cogerle la mano y con un poco de suerte hasta rozar los cuerpos porque eso si que era difícil en aquella época.
Así es que el que no aprendiera a bailar quedaba fuera de todo este ambiente social necesario, y yo diría que imprescindible, para poder contar con el género femenino y poder emprender el camino de las relaciones amorosas con alguna posibilidades de éxito.
Era el baile entonces imprescindible en cualquier lugar, aldea, pueblo o terruño, porque había que fomentar de aquella manera el único evento que olía a. acercamiento de la juventud. Se celebraba con la presencia de las madres o carabinas que eran las que vigilaban y aseguraban la cuasi total pureza de los participantes y además había que ir a pedir a la pareja si quería bailar contigo y soportar que te diera calabazas y se negara a querer hacerlo. Se bailaba con acordeón, con organillo o con orquesta y ha veces había que recorrer kms andando para poder asistir a un baile.
Ahora todo ha cambiado en este aspecto de una forma absoluta, ahora hay discotecas en las que cada uno puede bailar solo o en pareja, agarrado o suelto, y no hay que pedir a nadie que baile, todo el que lo desea lo hace pero eso si, sin acordeón, sin músicos y pagando una entrada y unas consumiciones elevadas de precio.. El nuestro era un baile más económico y más excitante.
Y además ahora, entre la gente mayor, hay un cierto empeño por bailar mejor que el vecino, la pareja amiga o el grupo de nuestra reunión, y para eso surgieron las academias de baile que son esos sitios de todo el que va aprende a bailar igual, y resulta monótono, un tanto repetitivo y hasta cansino, que en la pista las parejas utilicen por separado idéntica coreografía cuando lo bonito, lo natural y lo auténtico, sería que cada cual utilice su propia manera de interpretar la melodía incorporando a sus movimientos su particular forma de concebirla.
Yo que quieren que les diga, que estoy totalmente en favor del baile, que es bueno que la gente baile y si a ellos les parece bien que lo hagan a través de una academia. Que haya muchas discotecas y salones de baile en las ciudades, pero para mi como aquel baile “agarrao” de mi juventud, donde uno solo necesitaba una baldosa para realizarlo, no hay otro, Y donde esté aquel que se quiten todos los demás.