AQUÍ TE ESPERO......
Cualquiera que lea este título puede pensar que estoy planteando alguna cita amorosa o tal vez algún desafío conflictivo o de enfrentamiento con alguien, pero nada más lejos de la realidad, porque lo único que pretendo con él es expresar mi conformidad, sin miedo ni desesperanza, con esa realidad vital y general, que a todos no afecta, y que es el momento en que tengamos que abandonar esta vida, y partir para siempre a ese futuro un tanto incierto y dramático para unos, y de esperanza y recompensa para otros, según sea el sentimiento espiritual de cada cual.
Hoy en mi caminata diaria de ejercicio me ha venido a mi mente el problema de la muerte, eso que a todos nos espera y que no todos lo aceptamos de la misma manera. La verdad es que cuando se es joven no produce inquietud hablar de la muerte porque lógicamente todo el mundo la ve como muy lejos. Pero cuando uno tiene ya casi 82 años la muerte es algo que uno sabe que está muy cerca y entonces es cuando uno se tiene que plantear cual es su actitud hacia ese momento que sin duda va a llegar.
Yo tengo que decir que la muerte para mí nunca fue un problema que me quitara el sueño. Yo he tenido la gran suerte de haber vivido una vida feliz, desde mi nacimiento hasta ahora, y por tanto yo lo que si he mantenido siempre, dada mi condición de creyente, es una gratitud constante a ese Dios que es mi guía y al que yo creo debo, en primer lugar, el haber podido disfrutar de una vida muy larga y muy placentera. Después a mis padres, a mi esposa, y a mis hijos, que ayudaron a que esa vida fuese cada vez mejor, y como no a mis amigos, mis compañeros, y todos los seres humanos que me acompañaron todos esos años y con los que juntos hemos podido vivir en paz y con tranquilidad nuestras vidas.
A todo esto está la suerte y ese “ángel de la guarda” en el que todos hemos confiado, para hacer que todo haya sido posible y normal.
Y cuando esto te ha sucedido a tti, en todos esos años, uno no puede menos que decir: VEN CUANDO QUIERAS, QUE AQUÍ TE ESPERO. Y desde esa gratitud que uno debe sentir por todo el bien recibido uno debe estar tranquilo, sosegado y convencido de que ha llegado su final y dejar al aire un adiós de despedida pidiendo, abiertamente, perdón a todo el mundo, por lo malo que uno haya podido cometer.
Y como final, es muy importante haber sabido buscar a lo largo de tu vida la felicidad, la paz, la tranquilidad y el amor, y así poder estar preparado, para esperar a la muerte también de una forma feliz
Cualquiera que lea este título puede pensar que estoy planteando alguna cita amorosa o tal vez algún desafío conflictivo o de enfrentamiento con alguien, pero nada más lejos de la realidad, porque lo único que pretendo con él es expresar mi conformidad, sin miedo ni desesperanza, con esa realidad vital y general, que a todos no afecta, y que es el momento en que tengamos que abandonar esta vida, y partir para siempre a ese futuro un tanto incierto y dramático para unos, y de esperanza y recompensa para otros, según sea el sentimiento espiritual de cada cual.
Hoy en mi caminata diaria de ejercicio me ha venido a mi mente el problema de la muerte, eso que a todos nos espera y que no todos lo aceptamos de la misma manera. La verdad es que cuando se es joven no produce inquietud hablar de la muerte porque lógicamente todo el mundo la ve como muy lejos. Pero cuando uno tiene ya casi 82 años la muerte es algo que uno sabe que está muy cerca y entonces es cuando uno se tiene que plantear cual es su actitud hacia ese momento que sin duda va a llegar.
Yo tengo que decir que la muerte para mí nunca fue un problema que me quitara el sueño. Yo he tenido la gran suerte de haber vivido una vida feliz, desde mi nacimiento hasta ahora, y por tanto yo lo que si he mantenido siempre, dada mi condición de creyente, es una gratitud constante a ese Dios que es mi guía y al que yo creo debo, en primer lugar, el haber podido disfrutar de una vida muy larga y muy placentera. Después a mis padres, a mi esposa, y a mis hijos, que ayudaron a que esa vida fuese cada vez mejor, y como no a mis amigos, mis compañeros, y todos los seres humanos que me acompañaron todos esos años y con los que juntos hemos podido vivir en paz y con tranquilidad nuestras vidas.
A todo esto está la suerte y ese “ángel de la guarda” en el que todos hemos confiado, para hacer que todo haya sido posible y normal.
Y cuando esto te ha sucedido a tti, en todos esos años, uno no puede menos que decir: VEN CUANDO QUIERAS, QUE AQUÍ TE ESPERO. Y desde esa gratitud que uno debe sentir por todo el bien recibido uno debe estar tranquilo, sosegado y convencido de que ha llegado su final y dejar al aire un adiós de despedida pidiendo, abiertamente, perdón a todo el mundo, por lo malo que uno haya podido cometer.
Y como final, es muy importante haber sabido buscar a lo largo de tu vida la felicidad, la paz, la tranquilidad y el amor, y así poder estar preparado, para esperar a la muerte también de una forma feliz
Le envidio sinceramente.
Verdaderamente envidiable, admirada Mari, la actitud del Sr. Lara Lemus. De verdad que yo no me tomo con esa tranquilidad pasmosa la llegada de ese momento al que tengo muy claro que me llegará, y que espero sea dentro de muchos años aunque dada mi proximidad a los años que nos descubre el Sr. Lara esos muchos años que yo pido son una utopía.
Saludos.
Saludos.