ALUMBRADO NAVIDEÑO
Es la Navidad, una fiesta muy especial que para los cristianos, significa la celebración del nacimiento de Cristo que, con tal motivo, se extendió por todo el mundo llevando los belenes a nuestras casas y convirtiendo este evento en el centro de todo el mes de Diciembre, para lo cual, en nuestros hogares lucían adornos y figuras que impregnaban nuestro entrono de ese espíritu cristiano y navideño.
Ha cambiado mucho la forma de celebrar la Navidad en nuestro país. Yo recuerdo la Navidad de mi infancia en la que todo era escaso, y a lo mejor una Virgen, San José y el Niño, hechos de cartón o en figuritas de barro, fabricadas por nosotros, eran todo lo que representaba nuestra humilde Navidad. En lo musical no podía faltar la zambomba, la pandereta, y aquella botella de anís vacía que rasgada con un cuchara acompañaba tan original orquesta. Unos mantecados hechos en casa y cocidos en el horno del panadero eran todo nuestro ágape para endulzar aquellas fiestas.
Ahora lo primero que nos hace pensar en la Navidad son los alumbrados que para tal fin se instalan en todos los pueblos y ciudades de España. Ya a primeros de Diciembre empiezan a verse esas coloristas y luminosas bombillas que nos anuncian le inminente llagada de esa celebración.
Esto que tiene un carácter indudablemente comercial va calentando el ambiente y concienciando al personal de que es hora de empezar a consumir, a gastar, las ropas, los dulces, el turrón, las comidas, los regalos y, por supuesto, esos juguetes para los más pequeños que son el broche final de toda esa retahíla de fiestas y celebraciones que acompañan siempre la Navidad.
Es todo marketing que está haciendo tambalearse el verdadero sentido de paz, de amor, de generosidad y de humildad, que es lo que encierra el nacimiento de Cristo y los pilares esenciales en los que se fundamenta nuestra religión.
Hay que recuperar esa esencia, hay que pensar en estas fechas en los que más necesitan. En los menos favorecidos para que ellos puedan sentir una Navidad digna y justa y para que en todos los hogares, brille la paz, la felicidad y la esperanza, que como hermanos seamos capaces de generar para que nadie se sienta desfavorecido o abandonado, esos días, en los que un Niño vino al mundo, desnudo en un pesebre, para enseñarnos que el amor es la solución de todos nuestros problemas.
Ese debería ser el mejor alumbrado y el mejor anuncio de nuestra Navidad. FELICES FIESTAS NAVIDEÑAS Y MEJOR AÑO NUEVO A TODOS
Es la Navidad, una fiesta muy especial que para los cristianos, significa la celebración del nacimiento de Cristo que, con tal motivo, se extendió por todo el mundo llevando los belenes a nuestras casas y convirtiendo este evento en el centro de todo el mes de Diciembre, para lo cual, en nuestros hogares lucían adornos y figuras que impregnaban nuestro entrono de ese espíritu cristiano y navideño.
Ha cambiado mucho la forma de celebrar la Navidad en nuestro país. Yo recuerdo la Navidad de mi infancia en la que todo era escaso, y a lo mejor una Virgen, San José y el Niño, hechos de cartón o en figuritas de barro, fabricadas por nosotros, eran todo lo que representaba nuestra humilde Navidad. En lo musical no podía faltar la zambomba, la pandereta, y aquella botella de anís vacía que rasgada con un cuchara acompañaba tan original orquesta. Unos mantecados hechos en casa y cocidos en el horno del panadero eran todo nuestro ágape para endulzar aquellas fiestas.
Ahora lo primero que nos hace pensar en la Navidad son los alumbrados que para tal fin se instalan en todos los pueblos y ciudades de España. Ya a primeros de Diciembre empiezan a verse esas coloristas y luminosas bombillas que nos anuncian le inminente llagada de esa celebración.
Esto que tiene un carácter indudablemente comercial va calentando el ambiente y concienciando al personal de que es hora de empezar a consumir, a gastar, las ropas, los dulces, el turrón, las comidas, los regalos y, por supuesto, esos juguetes para los más pequeños que son el broche final de toda esa retahíla de fiestas y celebraciones que acompañan siempre la Navidad.
Es todo marketing que está haciendo tambalearse el verdadero sentido de paz, de amor, de generosidad y de humildad, que es lo que encierra el nacimiento de Cristo y los pilares esenciales en los que se fundamenta nuestra religión.
Hay que recuperar esa esencia, hay que pensar en estas fechas en los que más necesitan. En los menos favorecidos para que ellos puedan sentir una Navidad digna y justa y para que en todos los hogares, brille la paz, la felicidad y la esperanza, que como hermanos seamos capaces de generar para que nadie se sienta desfavorecido o abandonado, esos días, en los que un Niño vino al mundo, desnudo en un pesebre, para enseñarnos que el amor es la solución de todos nuestros problemas.
Ese debería ser el mejor alumbrado y el mejor anuncio de nuestra Navidad. FELICES FIESTAS NAVIDEÑAS Y MEJOR AÑO NUEVO A TODOS