Día gris, tarde de Otoño
en Hoyo de Manzanares,
a la fuga el sentimiento;
seco, sin vida, el paisaje.
Nuestras manos separadas
sabían del oleaje
que agitaba el corazón,
que ha convertido en cadáver
lo que existió entre nosotros,
vacío ya el equipaje
solo nos queda el adiós
en paz, sin ruidos de sables.
Pareciera que el camino
gritara nuestra tristeza
plagado de cementerios
que amparan bajo su tierra
personas que en otros tiempos
también sufrieron de penas.
A veces la vida azota
como si fuera una fiera,
con zarpazos que hacen daño
y que nuestros ojos riegan,
Mirándonos frente a frente
bajo el manto de la niebla
nos hablamos con dulzura
más con enorme franqueza:
“Termina aquí nuestra historia
ya no hay fuego, no alimenta,
lo mejor es separarnos
cada cual tome la senda
que le lleve a conseguir
un amor con dicha plena”
Emprendimos el camino
alegres, con la conciencia
tranquila, de habernos dicho
ya, lo que cada uno piensa.
Corrimos a nuestra casa
a contar la buena nueva,
agarrados de la mano
por el camino de vuelta.
Bueno CANTALAPIEDRA, he intentado hacer un poema muy sencillo en dos partes una en asonante (a e) en sus veros impares y la otra lo mismo, pero en asonante e a, justo al revés que la primera parte.
Creo que he logrado plasmar con fidelidad tu historia, cuando la pareja va para allá va con tristeza con el terrible dilema de afrontar la realidad, no se cogen la mano, no están bien, sin embargo, cuando ya se sinceran, en el camino de vuelta, ya van alegres y cogidos de la mano, porque ya se quitaron ese peso de encima y lo han hecho bien, con franqueza y sin "voces" (ruido de sables).
Buenas noches y hasta otra.
en Hoyo de Manzanares,
a la fuga el sentimiento;
seco, sin vida, el paisaje.
Nuestras manos separadas
sabían del oleaje
que agitaba el corazón,
que ha convertido en cadáver
lo que existió entre nosotros,
vacío ya el equipaje
solo nos queda el adiós
en paz, sin ruidos de sables.
Pareciera que el camino
gritara nuestra tristeza
plagado de cementerios
que amparan bajo su tierra
personas que en otros tiempos
también sufrieron de penas.
A veces la vida azota
como si fuera una fiera,
con zarpazos que hacen daño
y que nuestros ojos riegan,
Mirándonos frente a frente
bajo el manto de la niebla
nos hablamos con dulzura
más con enorme franqueza:
“Termina aquí nuestra historia
ya no hay fuego, no alimenta,
lo mejor es separarnos
cada cual tome la senda
que le lleve a conseguir
un amor con dicha plena”
Emprendimos el camino
alegres, con la conciencia
tranquila, de habernos dicho
ya, lo que cada uno piensa.
Corrimos a nuestra casa
a contar la buena nueva,
agarrados de la mano
por el camino de vuelta.
Bueno CANTALAPIEDRA, he intentado hacer un poema muy sencillo en dos partes una en asonante (a e) en sus veros impares y la otra lo mismo, pero en asonante e a, justo al revés que la primera parte.
Creo que he logrado plasmar con fidelidad tu historia, cuando la pareja va para allá va con tristeza con el terrible dilema de afrontar la realidad, no se cogen la mano, no están bien, sin embargo, cuando ya se sinceran, en el camino de vuelta, ya van alegres y cogidos de la mano, porque ya se quitaron ese peso de encima y lo han hecho bien, con franqueza y sin "voces" (ruido de sables).
Buenas noches y hasta otra.
Me alegro que hayas entendido la historia como yo la escribí, Todo el paisaje es realidad, y la Cabilda es el Parque que es la continuación de dicho lugar, bastante dramático, pero que es todo como yo lo veo. Gracias por tu poema. un saludo. G X Cantalapiedra.
Gracias a ti, por dejarme escribir sobre tu historia.
Buenas noches.
Buenas noches.