LADRAN.
Ellos son unos seres especiales, ellos son para nosotros algo muy querido, ellos nos entregan su atención, su cariño y su protección, con una fidelidad y sumisión total, por eso se merecen ese calificativo tan conocido y tan popular:”el mejor amigo del hombre”
Y son muchas las ayudas y las prestaciones que el hombre y la sociedad reciben de este animal que tanto significa para nosotros y que tanto queremos. Es un perro el que acompaña a un invidente con la precisión, la seguridad y la protección que pudiera hacer el ser humano, se convierte en los ojos de su amo y le sirve acompañante y como guía. Es un perro el que se convierte en especializado policía para detectar donde ocultan las drogas los traficantes aportando esta importante servicio a la sociedad. Es un perro el que en un terremoto o cualquier otro accidente indica donde están los siniestrados y ayuda a encontrarlos con vida. Es un perro quien acompaña a los ancianos, en su soledad y les da el cariño y la atención que a lo mejor le han negado sus propios familiares y es un perro, como no, el que en casa se convierte en un miembro más juguete de los niños, defensor de la vivienda ante ataque externos y acompañante y criado fiel de sus amos.
Todo esto y mucho más podríamos decir de el perro pero tiene un defecto, todos los tenemos, y es que a veces ladra de una manera incontenida, con un ritmo, una intensidad y una duración insoportables haciendo imposible aguantarlo por los vecinos que pierden los nervios y el sueño cada vez que esto sucede. Esto que es totalmente controlable por sus dueños se produce cuando el animal es trasladado a un nuevo lugar de residencia, por ejemplo en vacaciones, y le dejan solo en ese sitio para ellos totalmente desconocido o cuando se deja solo durante mucho tiempo en su propio lugar de residencia es reprochable y denunciable a sus dueños que no pueden jugar con la tranquilidad y la paz de su vecindad. ¿Quién de nosotros no ha tenido que soportar una situación de este tipo? Y ¿Cómo ha reaccionado el dueño del perro? A veces hasta se pierde la amistad y el respeto por una situación como esta sobre todo si se repite con alguna frecuencia. Por tanto aunque ladran el animal no es el perro es más bien el que le deja en situación de ladrar y no sabe respetar y comportarse con los demás.
Y hay cosas peores que sus dueños hacen, por ejemplo, abandonarlos en un momento determinado dejándolos tirados en la calle o en la carretera cuando ya no les sirven o no les interesan, esos si que merecen ser castigados en firme por la Sociedad Protectora de Animales.
Yo tengo un hijo veterinario, adoptó un perro abandonado enfermo, cojo, tuerto, y con una serie de problemas psicológicos y afectivos y después de curarle y de darle mucho cariño el animal se convirtió en un perro sano, alegre, feliz, y lleva ya muchos años en la casa. Por su avanzada edad ahora le falla un poco la vista, el oído y algunas otras cosas más pero los niños, mis nietos y toda la familia no quieren ni pensar que un día morirá y ellos lo van a llorar eternamente. Timi encontró un hogar que nunca había tenido y si pudiera hablar nos diría cuanto bien recibió de sus últimos dueños. Evitemos que un perro ladre porque es su protesta merece que le hagamos caso y asumamos sus ladridos incontrolados como culpa nuestra.
Ellos son unos seres especiales, ellos son para nosotros algo muy querido, ellos nos entregan su atención, su cariño y su protección, con una fidelidad y sumisión total, por eso se merecen ese calificativo tan conocido y tan popular:”el mejor amigo del hombre”
Y son muchas las ayudas y las prestaciones que el hombre y la sociedad reciben de este animal que tanto significa para nosotros y que tanto queremos. Es un perro el que acompaña a un invidente con la precisión, la seguridad y la protección que pudiera hacer el ser humano, se convierte en los ojos de su amo y le sirve acompañante y como guía. Es un perro el que se convierte en especializado policía para detectar donde ocultan las drogas los traficantes aportando esta importante servicio a la sociedad. Es un perro el que en un terremoto o cualquier otro accidente indica donde están los siniestrados y ayuda a encontrarlos con vida. Es un perro quien acompaña a los ancianos, en su soledad y les da el cariño y la atención que a lo mejor le han negado sus propios familiares y es un perro, como no, el que en casa se convierte en un miembro más juguete de los niños, defensor de la vivienda ante ataque externos y acompañante y criado fiel de sus amos.
Todo esto y mucho más podríamos decir de el perro pero tiene un defecto, todos los tenemos, y es que a veces ladra de una manera incontenida, con un ritmo, una intensidad y una duración insoportables haciendo imposible aguantarlo por los vecinos que pierden los nervios y el sueño cada vez que esto sucede. Esto que es totalmente controlable por sus dueños se produce cuando el animal es trasladado a un nuevo lugar de residencia, por ejemplo en vacaciones, y le dejan solo en ese sitio para ellos totalmente desconocido o cuando se deja solo durante mucho tiempo en su propio lugar de residencia es reprochable y denunciable a sus dueños que no pueden jugar con la tranquilidad y la paz de su vecindad. ¿Quién de nosotros no ha tenido que soportar una situación de este tipo? Y ¿Cómo ha reaccionado el dueño del perro? A veces hasta se pierde la amistad y el respeto por una situación como esta sobre todo si se repite con alguna frecuencia. Por tanto aunque ladran el animal no es el perro es más bien el que le deja en situación de ladrar y no sabe respetar y comportarse con los demás.
Y hay cosas peores que sus dueños hacen, por ejemplo, abandonarlos en un momento determinado dejándolos tirados en la calle o en la carretera cuando ya no les sirven o no les interesan, esos si que merecen ser castigados en firme por la Sociedad Protectora de Animales.
Yo tengo un hijo veterinario, adoptó un perro abandonado enfermo, cojo, tuerto, y con una serie de problemas psicológicos y afectivos y después de curarle y de darle mucho cariño el animal se convirtió en un perro sano, alegre, feliz, y lleva ya muchos años en la casa. Por su avanzada edad ahora le falla un poco la vista, el oído y algunas otras cosas más pero los niños, mis nietos y toda la familia no quieren ni pensar que un día morirá y ellos lo van a llorar eternamente. Timi encontró un hogar que nunca había tenido y si pudiera hablar nos diría cuanto bien recibió de sus últimos dueños. Evitemos que un perro ladre porque es su protesta merece que le hagamos caso y asumamos sus ladridos incontrolados como culpa nuestra.