LAS HABAS
Son las habas (Vici faba) una planta herbácea trepadora, oriunda de extremo oriente que por nuestros campos y huertos, por esta época, tienen su cosecha y su recogida..
He observado yo por mis viajes a distintos lugares de nuestro país que no en todos los sitios se considera esta legumbre un alimento exquisito, cuando está tierno y verde, pero en nuestro pueblo siempre se ha considerado un auténtico manjar. Tal vez sea porque nosotros disponemos más, que en otras regiones o autonomías, con una gran calidad de aceite de oliva virgen que es indispensable para poder cocinar este plato con garantías de agradar al paladar más exigente.
En Fuensanta su preparación más frecuente es disponer de unas habas muy tiernas y pequeñas, recogidas directamente de las plantas, y luego freírlas con una buena cantidad de aceite de oliva del nuestro, unos trozos de jamón y acompañadas de un huevo, bien entero o revuelto, según el gusto de cada uno.
El secreto de este plato está sobretodo en la materia prima. Las habas tienen que recogerse escrupulosamente muy tiernas y que vayan directamente a la sartén.
Pero he de deciros que las mejores que yo he comido en mi vida fue en la Mindola, la finca de mi buen amigo´ Manuel Castro por desgracia ya fallecido hace varios años. Fuimos allí un domingo por estas fechas varios amigos precisamente a comernos un buena fritada de habas y fue su suegro Rogelio el cocinero que nos las preparó.
Primero fuimos todos a cogerlas y la recomendación fue que todas las jarugas o vainas fuesen tan pequeñas que a la hora de prepararlas para echarlas a la sartén no se separasen las habas de la cáscara de manera que se le cortara la brizna que tienen al rededor y se echasen las vainas junto con las habas tan pequeñas y por tanto ternísimas. Echarlas después al aceite y nada más, ni jamón, ni huevos, solo el aceite y esas habas con su jaruga o vaina. Os puedo asegurar que esa es la mejor forma de comer y saboreas unas habas fritas. Si nunca las has cocinado así, y tienes la posibilidad de hacerlo, pruébalas y ya verás que es verdad cuanto te digo, esas son las auténticas habas fritas que deben tener bastante aceite, comerlas a sopas con una navaja y saboreando esa salsa tan especial de un aceite magnífico y unas habas y jarugas ternísimas que hacen una mezcla sublime de sabor. A disfrutar este plato tan nuestro y tan auténtico.
Son las habas (Vici faba) una planta herbácea trepadora, oriunda de extremo oriente que por nuestros campos y huertos, por esta época, tienen su cosecha y su recogida..
He observado yo por mis viajes a distintos lugares de nuestro país que no en todos los sitios se considera esta legumbre un alimento exquisito, cuando está tierno y verde, pero en nuestro pueblo siempre se ha considerado un auténtico manjar. Tal vez sea porque nosotros disponemos más, que en otras regiones o autonomías, con una gran calidad de aceite de oliva virgen que es indispensable para poder cocinar este plato con garantías de agradar al paladar más exigente.
En Fuensanta su preparación más frecuente es disponer de unas habas muy tiernas y pequeñas, recogidas directamente de las plantas, y luego freírlas con una buena cantidad de aceite de oliva del nuestro, unos trozos de jamón y acompañadas de un huevo, bien entero o revuelto, según el gusto de cada uno.
El secreto de este plato está sobretodo en la materia prima. Las habas tienen que recogerse escrupulosamente muy tiernas y que vayan directamente a la sartén.
Pero he de deciros que las mejores que yo he comido en mi vida fue en la Mindola, la finca de mi buen amigo´ Manuel Castro por desgracia ya fallecido hace varios años. Fuimos allí un domingo por estas fechas varios amigos precisamente a comernos un buena fritada de habas y fue su suegro Rogelio el cocinero que nos las preparó.
Primero fuimos todos a cogerlas y la recomendación fue que todas las jarugas o vainas fuesen tan pequeñas que a la hora de prepararlas para echarlas a la sartén no se separasen las habas de la cáscara de manera que se le cortara la brizna que tienen al rededor y se echasen las vainas junto con las habas tan pequeñas y por tanto ternísimas. Echarlas después al aceite y nada más, ni jamón, ni huevos, solo el aceite y esas habas con su jaruga o vaina. Os puedo asegurar que esa es la mejor forma de comer y saboreas unas habas fritas. Si nunca las has cocinado así, y tienes la posibilidad de hacerlo, pruébalas y ya verás que es verdad cuanto te digo, esas son las auténticas habas fritas que deben tener bastante aceite, comerlas a sopas con una navaja y saboreando esa salsa tan especial de un aceite magnífico y unas habas y jarugas ternísimas que hacen una mezcla sublime de sabor. A disfrutar este plato tan nuestro y tan auténtico.