A TODOS LOS QUE NO ESTÁN
Hoy festividad de todos los Santos, desde esta atalaya, no puedo menos que dedicar estas líneas a todos los familiares, amigos y conocidos que ya no están entre nosotros y como a todos ellos no puedo ponerles flores le pongo mi recuerdo, mi sentimiento, mi corazón y el consuelo de imaginar que cuando llegue mi momento, estarán esperándome, en el más allá, para recibirme con los brazos abiertos.
Hay una competencia de esta festividad, llamada Halloween, que nos invadió hace ya años procedente do otros países, de otras religiones, de otras culturas, que yo acepto y respeto pero que no comparto, de la cual hablé aquí hace unos días. Pero yo me quedo con mis Santos y mis Difuntos que son los míos de toda la vida.
Y desde aquí sí quiero decirle a todos los que ya no están que lo estamos pasando muy mal, hay millones de personas que no tienen trabajo, que no tienen dinero, que solo les queda la hipoteca de aquella vivienda que un día fue suya. Y unos políticos que no piensan en los ciudadanos ni en el país, sino en ellos y en ayudar a los que quieren destrozarlo, decidle a Ël que todo lo puede, qué estará con vosotros, que nos eche una mano, que nos libre de tanto político, de tanto ladrón, de tanta injusticia y que mande trabajo, bienestar y dinero para esos que más lo necesitan.
Que nos haga la vida un poco más agradable a todos y que nos espere, cuanto más tiempo mejor, porque "más vale malo conocido que bueno por conocer", perdona la irreverencia Señor, pero que morir no le gusta a nadie.
Y a vosotros, a los de Halloveen y a los míos, deciros que los que aquí quedamos no os olvidamos nunca y os seguimos queriendo estéis donde estéis.
Hoy festividad de todos los Santos, desde esta atalaya, no puedo menos que dedicar estas líneas a todos los familiares, amigos y conocidos que ya no están entre nosotros y como a todos ellos no puedo ponerles flores le pongo mi recuerdo, mi sentimiento, mi corazón y el consuelo de imaginar que cuando llegue mi momento, estarán esperándome, en el más allá, para recibirme con los brazos abiertos.
Hay una competencia de esta festividad, llamada Halloween, que nos invadió hace ya años procedente do otros países, de otras religiones, de otras culturas, que yo acepto y respeto pero que no comparto, de la cual hablé aquí hace unos días. Pero yo me quedo con mis Santos y mis Difuntos que son los míos de toda la vida.
Y desde aquí sí quiero decirle a todos los que ya no están que lo estamos pasando muy mal, hay millones de personas que no tienen trabajo, que no tienen dinero, que solo les queda la hipoteca de aquella vivienda que un día fue suya. Y unos políticos que no piensan en los ciudadanos ni en el país, sino en ellos y en ayudar a los que quieren destrozarlo, decidle a Ël que todo lo puede, qué estará con vosotros, que nos eche una mano, que nos libre de tanto político, de tanto ladrón, de tanta injusticia y que mande trabajo, bienestar y dinero para esos que más lo necesitan.
Que nos haga la vida un poco más agradable a todos y que nos espere, cuanto más tiempo mejor, porque "más vale malo conocido que bueno por conocer", perdona la irreverencia Señor, pero que morir no le gusta a nadie.
Y a vosotros, a los de Halloveen y a los míos, deciros que los que aquí quedamos no os olvidamos nunca y os seguimos queriendo estéis donde estéis.