LAS SETAS DE CARDO
Es la Micología la ciencia que estudia las distintas clases de setas, su valor gastronómico y alimenticio, el peligro de intoxicación de algunas de las especies y todo lo referente al tema de los hongos que en definitiva son todo el contenido y el origen de esta ciencia.
Yo no entiendo para nada de este mundo de las setas, aunque si que es verdad que tengo un hijo que si entiende algo de esto y que las busca y le gusta salir al campo a recogerlas, pero lo que a mi si me gusta mucho es comerlas, disfrutarlas en distintas formas de preparación porque desde luego son un autentico manjar
Hay infinidad de clases de setas pero para nosotros los fuensanteños y para los habitantes en general
de la Sierra Sur la clase más referida y más apreciada es la que se da por aquí o sea la seta de cardo.
Esa seta es la más deliciosa para nosotros, la más segura y la preferida.
Además de esta existe otra especie que es más propia de la primavera, totalmente distinta en su constitución y en su forma, que es la cagarria para nosotros y la colmenilla para otras latitudes. Esta también es riquísima pero para evitar cualquier peligro de intoxicación hay que consumirla siempre frita y nunca a la plancha.
Se pueden comer, la seta la plancha que está jugosa y deliciosa, se prepara también enharinada y frita y para mi la preparación mejor es frita con unos taquitos de jamón, un aceite de oliva virgen y unos huevos.
La cagarria como ya he dicho nunca a la plancha siempre frita, enharinada y sobre todo frita con jamón y huevo, que es como está mejor.
En Fuensanta, de toda la vida, llegada la época otoñal, que es cuando aparecen estos hongos, con las primeras lluvias, y también en primavera, había personas que las recogían y luego las rifaban por el pueblo. Tú comprabas una o unas papeletas y esperabas el sorteo a ver si salías agraciado porque tanto la seta como la cagarria son muy caras y no estaban al alcance de todos los bolsillos. Tampoco existía cantidad suficiente de este alimento como para poder comprarlo en las tiendas.
A mí en una ocasión me tocó una cesta de setas que rifaba Antonio Rivera (Regino), y la verdad es que en mi casa disfrutamos entonces de la riquísima seta de cardo y de las distintas formas de cocinarla. Ahora en Valdepeñas de Jaén, ese pueblo vecino, donde tanto abundan, los que estáis ahí podéis disfrutarlas cuando queráis. Si es que han salido ya este año con la sequía que estamos padeciendo.
Es la Micología la ciencia que estudia las distintas clases de setas, su valor gastronómico y alimenticio, el peligro de intoxicación de algunas de las especies y todo lo referente al tema de los hongos que en definitiva son todo el contenido y el origen de esta ciencia.
Yo no entiendo para nada de este mundo de las setas, aunque si que es verdad que tengo un hijo que si entiende algo de esto y que las busca y le gusta salir al campo a recogerlas, pero lo que a mi si me gusta mucho es comerlas, disfrutarlas en distintas formas de preparación porque desde luego son un autentico manjar
Hay infinidad de clases de setas pero para nosotros los fuensanteños y para los habitantes en general
de la Sierra Sur la clase más referida y más apreciada es la que se da por aquí o sea la seta de cardo.
Esa seta es la más deliciosa para nosotros, la más segura y la preferida.
Además de esta existe otra especie que es más propia de la primavera, totalmente distinta en su constitución y en su forma, que es la cagarria para nosotros y la colmenilla para otras latitudes. Esta también es riquísima pero para evitar cualquier peligro de intoxicación hay que consumirla siempre frita y nunca a la plancha.
Se pueden comer, la seta la plancha que está jugosa y deliciosa, se prepara también enharinada y frita y para mi la preparación mejor es frita con unos taquitos de jamón, un aceite de oliva virgen y unos huevos.
La cagarria como ya he dicho nunca a la plancha siempre frita, enharinada y sobre todo frita con jamón y huevo, que es como está mejor.
En Fuensanta, de toda la vida, llegada la época otoñal, que es cuando aparecen estos hongos, con las primeras lluvias, y también en primavera, había personas que las recogían y luego las rifaban por el pueblo. Tú comprabas una o unas papeletas y esperabas el sorteo a ver si salías agraciado porque tanto la seta como la cagarria son muy caras y no estaban al alcance de todos los bolsillos. Tampoco existía cantidad suficiente de este alimento como para poder comprarlo en las tiendas.
A mí en una ocasión me tocó una cesta de setas que rifaba Antonio Rivera (Regino), y la verdad es que en mi casa disfrutamos entonces de la riquísima seta de cardo y de las distintas formas de cocinarla. Ahora en Valdepeñas de Jaén, ese pueblo vecino, donde tanto abundan, los que estáis ahí podéis disfrutarlas cuando queráis. Si es que han salido ya este año con la sequía que estamos padeciendo.