DESDE MI ATALAYA...

DESDE MI ATALAYA
Hace ya 55 años que yo hice mi servicio militar, los más jóvenes no saben que antes todos los varones tenían que ir a la mili, y cumplir con esta obligación de servir a la patria, como soldado, por un periodo corto de tiempo. Esto que ya ha desaparecido opino yo que era una buena forma de que los jóvenes conocieran disciplina, obediencia, orden y sacrificio fuera del domicilio familiar y como colofón a su formación integral.
Yo decidí hacer las Milicias Universitarias porque así podía alternar la mili con mi trabajo ya que yo había aprobado las oposiciones y tenía mi plaza como Maestro.
Era otra forma de hacer la mili, dos campamentos de 3 meses de verano, muy duros, y unas prácticas de 4 meses de Alférez o de Sargento.
Yo guardo gratísimos recuerdos de aquella experiencia y hace unos años que todos mis compañeros de tienda nos reunimos en Madrid para conmemorar los 40 años del evento.
Fue muy emotivo el encuentro y la comida que celebramos y en ese acto yo leí estos versos que había escrito como regalo a todos mis compañeros y como homenaje a lo que significaban aquellas milis. He de añadir, desgraciadamente, que dos de mis compañeros Fernando Lara, el organizador del encuentro, y Federico García ya no están entre nosotros. Dn. E. P.
El ENCUENTRO.
Llamados a una guerra imaginaria,
en abruptos paisajes rondeños,
llegamos los doce a Monte jaque
henchidos de ilusiones y de sueños.
Una lona fue nuestro hospedaje,
la paja el colchón de cada día,
mosquetón y petate, el equipaje,
el resto juventud y valentía.
El Masca y el Maxi,! Qué cabrones!
El potro y la soga ¡Qué agonía!
La "guerra", la instrucción y la revista
eran nuestro norte y nuestro guía.
El tiro, las bombas y las marchas,
las clases, el retén y la apatía
completaban la formación castrense
y lo hacían más "ameno" todavía...
Si no hubiese sido por los baños,
la presa, los conejos y la sandía
hubiéramos cogido una endeblez
que estaríamos arrastrando todavía.
Allí pasamos dos veranos
en busca de la estrella prometida
y aunque solo algunos la lograron
todos sentimos la misión cumplida.
Después cada uno en su destino
cumplió con las prácticas previstas,
vivió su vida lo mejor que pudo
y fundó un hogar y una familia.
Al final el más empecinado
consiguió reunirnos un 11S,
solo 40 años han pasado
y estamos aquí sin que nos pese.
Gracias Fernando por tu empeño.
Gracias compañeros por venir.
Un abrazo muy fuerte para todos.
Y gracias a Dios que nos dejó vivir.
M. Lara
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Yo hace unos pocos mas soy voluntario del 61 para no ir a Africa
o Canarias incluso Al Sahara, El Aiiun o Sidi Ifni que en aquellos
dias estaba en guerra.
Los sargentos y los alferez de complemento universitarios eran casi
todos profesores y eran los que enseñaban a los reclutas a leer eran
muy buenas personas no como los chusqueros hartos de mili.
Ya lo dice la canción.
LA MUERTE NO ES EL FINAL
AUNQUE LA MUERTE LE ALCANCE
DEL COMPAÑERO PERDIDO ... (ver texto completo)