HOY SIGO RECORDANDO
Hoy he seguido recordando aquel cardo al ajoarriero, aquel pollo tomatero, aquella escarola con granada, y aquel amor de familia numerosa, donde los villancicos los cantábamos con tanta alegría, sin esperar demasiado a medianoche, porque los más pequeños se quedaban dormidos. Eran tiempos de salir adelante lo mejor que se podía, con muy pocos medios, pero con un cariño de familia que siempre lo he vivido, el otro día lo volví a vivir con todos mis hermanos juntos, solo una ausencia de una hermana que se marchó a lo desconocido, pero que tuvo su silla y su pan colocado toda la comida, con los platos incluidos. La camarera preguntó, falta ahí en esa silla alguien, le dijimos que sí, una hermana que no la olvidaremos nunca, y no retiro ni silla ni platos, Recorrimos todo el itinerario familiar, sin dejar a nadie fuera, fue una comida de tres horas, saboreando los recuerdos de infancia y juventud, en una armonía perfecta. Nadie soltó lagrimas ni lamentos, todo en la sintonía de la Navidad, con poesía incluida, como a nuestra madre le hubiera gustado que así fuera. Aún estaba lloviendo en la calle, pero nosotros no notábamos ni el frío ni la lluvia, era como esas películas que el pasado hace más joven a sus protagonistas, al despedirnos solo pedimos armonía para seguir viéndonos en fechas más adelante para recordar a nuestros mayores, con la tranquilidad que nos da la vida actual, y poder agradecer los esfuerzos que tuvieron que hacer, para sacar a tantos hijos en aquella época dura, de la posguerra española. Hoy digamos estas fechas son para tenerlas en cuenta en casi todas las familias, y ojalá no falte nadie a la mesa. FELICES FIESTAS Y MEJOR AÑO NUEVO. G X Cantalapiedra.
Hoy he seguido recordando aquel cardo al ajoarriero, aquel pollo tomatero, aquella escarola con granada, y aquel amor de familia numerosa, donde los villancicos los cantábamos con tanta alegría, sin esperar demasiado a medianoche, porque los más pequeños se quedaban dormidos. Eran tiempos de salir adelante lo mejor que se podía, con muy pocos medios, pero con un cariño de familia que siempre lo he vivido, el otro día lo volví a vivir con todos mis hermanos juntos, solo una ausencia de una hermana que se marchó a lo desconocido, pero que tuvo su silla y su pan colocado toda la comida, con los platos incluidos. La camarera preguntó, falta ahí en esa silla alguien, le dijimos que sí, una hermana que no la olvidaremos nunca, y no retiro ni silla ni platos, Recorrimos todo el itinerario familiar, sin dejar a nadie fuera, fue una comida de tres horas, saboreando los recuerdos de infancia y juventud, en una armonía perfecta. Nadie soltó lagrimas ni lamentos, todo en la sintonía de la Navidad, con poesía incluida, como a nuestra madre le hubiera gustado que así fuera. Aún estaba lloviendo en la calle, pero nosotros no notábamos ni el frío ni la lluvia, era como esas películas que el pasado hace más joven a sus protagonistas, al despedirnos solo pedimos armonía para seguir viéndonos en fechas más adelante para recordar a nuestros mayores, con la tranquilidad que nos da la vida actual, y poder agradecer los esfuerzos que tuvieron que hacer, para sacar a tantos hijos en aquella época dura, de la posguerra española. Hoy digamos estas fechas son para tenerlas en cuenta en casi todas las familias, y ojalá no falte nadie a la mesa. FELICES FIESTAS Y MEJOR AÑO NUEVO. G X Cantalapiedra.